Como cada año nuestro planeta se encontrará con los restos de la cauda de un cometa que origina el fenómeno conocido desde tiempos antiguos como “Lágrimas de San Lorenzo”.
Jueves 11 de agosto de 2016
El cometa Swift-Tuttle va dejando en su recorrido una cola o cauda que contiene partículas de polvo que parecieran suspendidas en el espacio por su movimiento ultra lento, pero por casualidad los fragmentos de esa cauda se ubican justo por donde pasamos todos a bordo del planeta Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol. El choque violento de esas partículas con nuestra atmósfera las incendia generando luces de colores.
La recompensa de nuestro viaje es que año con año podemos admirar este impresionante y colorido espectáculo: desde nuestra perspectiva pareciera un estallido de pequeñas luces efímeras que parecieran salir de un solo punto en el espacio, ubicado en el centro de la constelación conocida como Perseo. De acuerdo a la nomenclatura que los astrónomos dan a este tipo de fenómenos, la “lluvia de estrellas” que se apreciará hoy por la noche se le conoce como Perseidas.
Solo hay un inconveniente crucial para hacer la observación de las Perseidas: la contaminación lumínica. Desde el aire por la noche, y desde el espacio en el caso de los astronautas, se puede apreciar la superficie terrestre con concentraciones de puntos luminosos que corresponden a las grandes ciudades, en algunos casos son regiones enteras que agrupan a varias ciudades, por ejemplo, el noreste estadunidense, y metafóricamente parecieran constelaciones también entre los contornos de los continentes y la oscuridad de los océanos.
Esa intensa luz colectiva que producimos en los grandes centros urbanos nos impiden ver con claridad las estrellas, lo que nos obliga a retirarnos a regiones rurales muy alejadas de las luces citadinas para poder escudriñar el cielo y deleitarnos con sus fenómenos. Una cuestión agravante es que a San Lorenzo le da por llorar en plena temporada de huracanes y en muchas regiones de nuestro país habrá alta nubosidad que nos puede impedir ver este espectáculo nocturno.
Para la noche de este jueves, (y muy posiblemente se repetirá el vienes, según la NASA) si logramos vencer el problema de la visibilidad, sólo tenemos que esperar a que el Sol se ponga y comenzará el espectáculo justo cuando la constelación de Perseo salga por el noreste. A partir de este momento hay que abrir bien los ojos "para buscar a los meteoros Perseidas, que se acercan desde el horizonte y rozan la atmósfera como rajuelas que saltan sobre la superficie de un lago", según nos explica la NASA en su página en español.