Habíamos visto los EREs en Andalucía, más tarde las tarjetas “black”, ahora sabemos que la Federación de Servicios de Comisiones Obreras (CCOO) –antes la Federación de Banca-, se dedica a invertir su patrimonio en los mercados financieros, mientras despide a asesores y sindicalistas críticos con su línea de colaboración de clases y claudicación vergonzosa ante la patronal, patrimonio recibido en una gran medida de los grandes bancos y cajas de ahorros.
Miércoles 18 de febrero de 2015
Fotografía: EFE-Archivo
Desgraciadamente todo esto no es más que la punta del iceberg. Los casos de financiamiento patronal que han salido a la luz demuestran que una camarilla de corruptos se ha adueñado de los sindicatos mayoritarios de la clase obrera en el Estado Español.
Nadie puede opinar que las patronales bancarias, las principales Cajas, dan este dinero al sindicato a cambio de nada. Parece ser que COMFIA tiene invertidos en activos financieros más de 11,9 millones de euros y ha incrementado su patrimonio, en tiempos de crisis aguda, un 59%. Para los trabajadores de las cajas y los bancos, la crisis ha traído decenas de miles de despidos y miles de oficinas cerradas. Para el sindicato de CCOO, ha sido un maravilloso negocio, para sus dirigentes una oportunidad de enriquecerse y visitar los mejores restaurantes, alojarse en buenos hoteles y disfrutar de todo tipo de prebendas y privilegios. Unos hacia el abismo, los otros hacia el paraíso. ¿Cómo alguien en su sano juicio puede pensar que es posible que los que hacen del sindicalismo un gran negocio, puedan representar y defender a los que han visto como sus puestos de trabajo desaparecían, por decenas de miles?
Porque es evidente que todo el dinero gastado por la patronal bancaria en sobornos y compras de los sindicalistas ha representado para ellos una gran inversión. Han llevado a cabo la mayor reconversión de las cajas y bancos, con un mínimo coste. Además ahora se permiten denunciar a esta orgia de corruptos desde la primera página de uno de los principales periódicos de la derecha y el capital, curiosamente diciéndonos en su Editorial que los sindicatos tienen que recuperar su credibilidad… ¡Cuánta hipocresía!
Toda esta basura no es más que la consecuencia de la política de colaboración de clases, de pactos y consenso que los dirigentes sindicales han llevado a cabo con las diferentes patronales y gobiernos en los últimos 30 años. Todos recordamos los Pactos de la Moncloa del ‘77, como el inicio de una política destinada a debilitar al movimiento obrero y a desmovilizar a los trabajadores, trabajadoras y la juventud que salía a las calles. Pero aquella horrible política, sufrió un salto cualitativo cuando nada más asumir Aznar al gobierno en 1996, su primera decisión fue alcanzar un generoso acuerdo con los sindicatos que en esencia se reducía a cambiar moderación salarial por toda una serie de privilegios y prebendas para los dirigentes sindicales y sus aparatos.
De hecho las tarjetas “black” fueron la consecuencia de un pacto alcanzado en aquella época (1998) entre los dirigentes de IU y CCOO, con Miguel Blesa - el antiguo Presidente de Caja Madrid-, cuyo objetivo era reforzar el poder de este para poner la Caja al servicio del Gran capital. Desde entonces la derecha y el gran capital han llevado a cabo una política de financiar los privilegios y las prebendas de los sindicalistas con el objetivo de separarles de las fábricas, devolverles a sus despachos y a las mesas de los restaurantes de lujo y una vida de privilegios. Al final nos hemos encontrado con la cruel realidad: como reza el dicho popular, “si vives como un burgués acabas pensando como un burgués”.
Resulta indignante leer o escuchar las justificaciones que están dando los dirigentes sindicales de CCOO a estos comportamientos, hasta el punto que no se diferencian en nada de los argumentos dados por los dirigentes del PP, para justificar los sobresueldos en Génova. Aún más, tenemos que leer declaraciones como la de José María Martínez, Secretario General de COMFIA, alabando nada menos que a Miguel Blesa, quien está encausado por robar y haber convertido a Caja Madrid, una institución pública, en un abrevadero del gran capital. Sobre él dijo: “queremos expresar nuestro reconocimiento por su gestión durante los últimos 13 años, que también han sido la etapa más fructífera desde el punto de vista laboral.” (El PAIS, 16/2/2015). Un verdadero bochorno.
Pero la derecha y los capitalistas que hasta ayer ha utilizado y corrompido a estos “dirigentes” para dividir a los trabajadores y trabajadoras, minar su confianza en sí mismos y en su capacidad de lucha, hoy publicita ampliamente su corrupción, para que los trabajadores saquen la conclusión de que no tiene sentido organizarse, de que no hacen falta sindicatos, de que todos son iguales. Justo en el momento en que ellos temen más que a un nublado a esta posibilidad: que la clase obrera saque la conclusión que tiene que organizarse, que tiene que entrar en el sindicato y barrer a estas camarillas de burócratas corruptos, y convertir a sus sindicatos en organizaciones combativas, democráticas, que levanten claramente un programa de clase, y que estén al servicio de los trabajadores, no al servicio de la patronal, como sucede actualmente.
Hace meses que ha surgido una importante iniciativa desde la base de CCOO, el movimiento Ganemos CCOO. Esta corriente está pidiendo un Congreso Extraordinario y la dimisión de todos los cargos ejecutivos de CCOO, con Toxo al frente. Desde su surgimiento tiene todo nuestro apoyo. Es una tarea de la clase obrera movilizarse y organizarse, en primer lugar de las decenas de miles de afiliados de CCOO, que han dejado sus mejores momentos luchando por construir el sindicato al servicio de los trabajadores, movilizarse y organizarse para que en CCOO, rijan dos principios tan viejos como la lucha por la democracia obrera: 1.-Que ningún representante obrero gane más que el salario de un obrero cualificado. 2.- Que todos los representantes sindicales sean revocables en todo momento por quienes les eligieron y que además los cargos elegidos sean rotativos, para que después de un tiempo determinado todos los dirigentes deban volver a sus puestos de trabajo, junto a sus compañeros y compañeras.
Es necesario luchar por sindicatos que pongan en práctica un programa de clase, que rechacen la reforma laboral, que defiendan el empleo y los salarios, que se opongan a la privatización de los servicios públicos, que luchen abiertamente contra el poder del gran capital. Ganemos CCOO es un importante paso en este sentido. Pero es sólo el comienzo. Es necesario desarrollar desde abajo todos los mecanismos de participación y organización de la base obrera para que haga suya la tarea de recuperar los sindicatos para los trabajadores y trabajadoras, organizándose en cada centro de trabajo, participando y extendiendo los conflictos, y sobre todo impulsando la coordinación entre todos los sectores en lucha, sin importar a que sindicato pertenezcan.
* Este artículo es la base de la declaración “La clase obrera tiene que recuperar el control de los sindicatos que construyó con tanto esfuerzo y sacrificio en el pasado”, del Círculo Podemos Trabajadorxs Madrid.