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Red Internacional
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CENTROAMÉRICA. Estados Unidos elimina programa migratorio para Nicaragua y da prórroga a Honduras

Estados Unidos concedió en 1999 el TPS a Honduras y a Nicaragua después del devastador huracán Mitch, en 1998, y las sucesivas administraciones lo renovaron desde entonces. El gobierno de Estados Unidos decidió ampliar automáticamente este lunes el Estatus de Protección Temporal (TPS) para 56,790 hondureños por un período de seis meses.

Martes 7 de noviembre de 2017

El gobierno de Donald Trump en Estados Unidos decidió terminar con el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Nicaragua, luego de considerar que el país ya no vive en las condiciones por las que fue concedido inicialmente, además de que no “hubo una solicitud para extenderlo” por parte del gobierno de ese país, Daniel Ortega, según un comunicado de la secretaria interina del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Elaine Duke.

Mientras son 5,000 nicaragüenses los que residen y que quedan sin el Estatus de Protección Temporal en Estados Unidos; para el caso de los hondureños se decidió ampliar este lunes el Estatus de Protección Temporal (TPS) para 56,790 hondureños por un período de seis meses más, bajo el concepto de una “prórroga”.

La secretaria interina de Seguridad Nacional Elaine Duke concluyó que el beneficio conocido por sus siglas en inglés como TPS ya no es necesario en Nicaragua, por lo que el estatus expirará en enero de 2019. El funcionario postergó una decisión definitiva sobre Honduras para analizar información adicional, por lo que la vigencia del beneficio se extiende hasta julio de 2018.

La nueva extensión del TPS para los hondureños comienza el 5 de enero y concluye el 5 de julio del 2018, en esa fecha se dará a conocer si Estados Unidos considera ampliar nuevamente el permiso en favor de los hondureños que residen en el país del norte.

Este programa es conocido entre los connacionales por brindarles un permiso de trabajo, estadía, seguro social y permiso de conducir, particularidades –que según ellos mismo afirman– no tienen el resto de los inmigrantes.

Para muchos esto representa una oportunidad para continuar con la Reforma Integral Migratoria, que al ser aprobada les podría facilitar las condiciones para conseguir una residencia permanente. Aunque es ampliamente sabido que la amenaza de deportación seguirá latente con la actual gestión de Trump.

Altos funcionarios del DHS han señalado a periodistas que más de 5,300 nicaragüenses y unos 86,000 hondureños viven y trabajan en Estados Unidos acogidos al TPS; un mecanismo creado por el Congreso en los años 1990 para “amparar” a inmigrantes que por desastres naturales o conflictos armados no podían regresar de manera segura a sus países.

Duke declaró que tomó la decisión tras concluir que las “condiciones sustanciales pero temporales causadas por el huracán Mitch ya no existen (en Nicaragua), y que por lo tanto, la designación actual de TPS debe darse por terminada”.

La media se da en el marco de una oscilante política de Donald Trump frente al tema de la migración, mientras su discurso y política xenófoba continúa expresándose. En los últimos años, los migrantes beneficiaros del TPS han visto la renovación de dicho programa, pero miles permanecen a la espera de la decisión definitiva.

En este marco miles de haitianos y salvadoreños se encuentran con un escenario similar, ya que para ellos el programa del TPS expira el 22 de enero y el 9 de marzo respectivamente, decisión que el gobierno de los Estados Unidos definirá en las próximas semanas.