La noticia de un nuevo caso de violación y asesinato de una niña pakistaní, desató la indignación y furia de la población que está protagonizando jornadas.
Viernes 12 de enero de 2018
Tras la noticia del asesinato de la niña Zainab Ansari, de siete años, las protestas, bloqueos carreteros y manifestaciones se han extendido en diferentes ciudades de Pakistán. El 9 de enero fue encontrada sin vida Zainab Ansari, en la ciudad de Kasur.
Su cuerpo estaba enterrado en una montaña de basura y la autopsia indica que la niña fue brutalmente torturada, violada y estrangulada. Zainab es la vigésima niña asesinada en los últimos meses en el este de Pakistán.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, en el distrito de Kasur opera una banda criminal dedicada a la explotación sexual y asesinato de menores. Según testimonios, los criminales utilizan videos de las agresiones sexuales para extorsionar a sus familias.
El caso de Zainab detonó el descontento de la población pakistaní, que denuncia la negligencia de la policía ante estos casos y su posible complicidad con los criminales, pues desde hace años que se investiga a dicha banda sin hallar a los responsables ni acabar con los asesinatos de menores.
Desde el martes 9, las protestas se han extendido a ciudades como Peshawar, Lahore y Karachi. Se han registrado saqueos, ataques a la comisaría y a casas de parlamentarios. Según la prensa internacional, las manifestaciones se convirtieron en disturbios y alzamientos populares cuando la policía arremetió contra los inconformes, asesinado a dos personas y dejando decenas de heridos.
La familia Ansari denuncia: “No tenemos expectativas de la policía, ya que dimos pruebas, incluidas las imágenes de cámaras de seguridad, pero no pudieron hacer nada”, afirmó el tío de Zainab.
Con información de La Vanguardia y El mundo