Jueves 15 de febrero de 2018
El carnaval brasileño es la mayor fiesta popular del mundo. Se caracteriza por la alegría, la rica diversidad cultural y siempre expresó la resistencia popular. El carnaval de este año no podría ser distinto, expresó en los desfiles de las escuelas de samba y en las calles la crisis política y económica y la politización del país.
En el carnaval carioca, lindo como siempre, las críticas sociales y políticas dieron el tono de los desfiles. Es imposible comentarlas todas, pero no se puede dejar de nombrar el bellísimo desfile de la “escola” de samba Mangueira, que le sacó el cuero al reaccionario alcalde de la ciudad maravillosa, Marcelo Crivella, con un mensaje claro contra los ataques a la cultura negra y popular que hizo el alcalde-pastor: “Con dinero o sin dinero, yo festejo” y “Alcalde, pecado es no festejar el Carnaval”. También la “escola” Sangueiro puso en la avenida la belleza de las mujeres negras, las guerreras, hechiceras y generalas. Los gritos de “Fuera Crivella” y “Fuera Temer” resonó en todos los bloques que desfilaron, en las gradas, en la boca de la gente que fue a celebrar el carnaval.
Sin embargo, la “escola” que se ganó al país fue sin dudas Paraíso do Tuiuti. Con un desfile histórico, erizó la piel del pueblo y llegó a ser uno de los temas más comentados en Twitter. La Tuiuti trajo el dolor y lucha del pueblo negro con la esclavitud negra de ayer y la esclavitud asalariada de hoy, simbolizada en la reforma laboral y previsional. La “comisión de frente”, bloque de apertura de su columna, estuvo emocionante. Hizo una fuerte denuncia al golpe, con el sensacional disfraz de vampiro Temer y los “manifestoches”, unos patos amarillos (símbolo de las manifestaciones de la derecha impulsadas por la Federación Industrial del Estado de San Pablo), denunciando la reforma laboral, avergonzando a la Rede Globo, y que hasta se queje el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia. Un desfile que le dio el subcampeonato, habiendo pasado un año de la tragedia en su último desfile, cuando un accidente con una carroza dejó decenas de heridos.
Felicitaciones a la escola Beija Flor, que mostró un buen desfile y también expresó críticas sociales. Mostró en la avenida la fuerza y la pasión de la comunidad Nilópolis por la escola.
La Tuiuti entró a la historia poniendo en la avenida el grito de revuelta de los brasileños, contundente contra las reformas que pretenden hacer que los trabajadores trabajen en las peores condiciones hasta la muerte. Para nosotros la Tuiuti es la ganadora. El carnaval mostró que el pueblo no acepta al gobierno golpista de Temer y los ataques que quiere imponer.
La resistencia se expresó en el arte. Ahora los trabajadores de Brasil tiene planteado transformar la poesía en rabia y organización de clase para parar los ataques, organizarse en todos lados para construir una huelga general que frente la reforma previsional y para defender el derecho del pueblo a votar a quien quiera. Ahora falta que las centrales sindicales salgan de la parálisis y convoquen a una huelga general. ¡Carnaval es resistencia!