Este artículo lo escribimos desde el acampe en la Casa Central de la Universidad de Chile, que está a días de cumplir 2 semanas, y en un contexto de ofensiva brutal contra un centro de refugiados en la última ciudad de Gaza en pie, Rafah, que nos vuelve a horrorizar.
Miércoles 29 de mayo de 2024
En la U. de Chile ya tuvimos un primer triunfo parcial, que fue la ruptura del convenio de la facultad de Filosofía y Humanidades con la Universidad Hebrea de Jerusalem. Decimos triunfo parcial porque como admite el decano en su carta, el convenio expiraba este año y no se podía acreditar el uso concreto del acuerdo en más de 20 años de suscrito. O sea, el decano presionado por las movilizaciones estudiantiles y el apoyo de académicas/os y funcionarias/os, rompió el convenio para evitar quedar como cómplice del Estado genocida de Israel, porque en última instancia solo de él dependía que aquel convenio se cayera antes de que terminara por contrato.
Por otro lado, la rectora, Rosa Devés, ha vuelto a recalcar que no romperá los convenios ya que eso sería cancelación. Esto ha sido ampliamente debatido tanto desde el acampe como por académicas/os y funcionarias/os de la universidad. En el último consejo universitario que se hizo el viernes 24 de mayo, decanos y rectoría se “cuadraron” para pronunciarse contra el objetivo de nuestra movilización, mostrando claramente su complicidad con el Estado de Israel.
El ejemplo del movimiento estudiantil internacional, y en Chile del comité de solidaridad con Palestina de la UCH ha sido tomado por compañerxs de distintas universidades a nivel nacional, como la USACH, la Universidad de Playa Ancha, la U. de Antofagasta, la U Alberto Hurtado, entre otras. Sin duda el banderazo en el frontis de la Casa Central y el posterior acampe el día de la conmemoración de la Nakba fue un símbolo de lucha y organización en contra del genocidio y para que las universidades y el gobiernos rompan con su complicidad y sus lazos con el criminal e ilegítimo Estado de Israel.
Hay que fortalecer la organización, coordinación y la lucha para que se cumpla el objetivo de romper todos los convenios con universidades sionistas para conquistar instituciones libre de apartheid, y también para que el Estado de Chile, por medio del gobierno de Gabriel Boric, rompa relaciones económicas, diplomáticas y militares con Israel.
Por eso hacemos el llamado a seguir levantando comités en cada carrera y facultad, para informar y organizar a estudiantes, trabajadoras/es y académicas/os. Solo con la fuerza y la unidad de estos sectores a nivel nacional vamos a poder cumplir el objetivo que nos hemos planteado a nivel internacional, que es visibilizar el genocidio, tomar posición y boicotear a las instituciones y al Estado de Israel para que cese el fuego en Gaza, y terminar con la complicidad y la legitimación al sionismo desde las universidades del mundo y de los Estados.
¡Avancemos hacia un paro nacional educativo, que convoque la CONFECH para luchar contra el genocidio, por universidades libres de apartheid y contra el autoritarismo universitario!
Yuri Peña
Licenciado en Historia. Estudiante de pedagogía en la U de Chile. Militante de VENCER y del Partido de Trabajadores Revolucionarios