Con esas palabras, Mario Wainfeld recomendó el libro “¿Existe la clase obrera?” en la presentación que se realizó el lunes 29 de mayo con un panel del que también formaron parte Horacio González y Luis Cáceres.
Martes 30 de mayo de 2017 16:14
Con un aula colmada, se presentó el libro “¿Existe la clase obrera?” en la sede que la Universidad de San Martín tiene en el centro porteño. El libro cuenta con tres artículos escritos por Paula Abal Medina, Ana Natalucci y nuestro compañero Fernando Rosso.
Participaron como panelistas Mario Wainfeld (columnista y periodista político del diario Página 12), Horacio González (sociólogo, ensayista y exdirector de la Biblioteca Nacional) y Luis Cáceres (Secretario General de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina). Los tres fueron presentados por Martín Rodríguez que, junto a José Natanson, coordinan la colección “La Media Distancia” de la cual forma parte el libro.
Cáceres fue el primero en tomar la palabra y comenzó afirmando que la pregunta del libro es “provocadora” en un país donde hay sindicatos, delegados, paritarias. Pero destacó que “el libro refleja la existencia del movimiento obrero, la organización de los trabajadores”. Subrayó los aspectos que cada autor toma (Rosso, el sindicalismo clasista, Natalucci el sindicalismo tradicional y su relación con el Gobierno) como parte de las distintas realidades del movimiento obrero y se centró en el texto de Paula Abal Medina que pone el eje en la CTEP, organización en la que se encuadran los ladrilleros.
Recorrió el itinerario de los trabajadores que hoy integran la “economía popular” y los movimientos sociales, como producto de la fragmentación que sufrió el movimiento obrero con el neoliberalismo. Reivindicó las políticas del kirchnerismo, aunque destacó que el libro ayuda a mostrar los límites de ese proceso. “A los trabajadores ladrilleros no le llegaron los beneficios de los doce años, es un sector postergado” afirmó y colocó ese hecho como uno de los fundamentos de porqué muchos trabajadores votaron a Mauricio Macri. “Este libro se mete a analizar críticamente lo que pasó”, destacó Cáceres.
Mario Wainfeld comenzó su intervención afirmando que “esta colección y este libro en particular contienen un cruce que me parece muy atractivo que es el cruce del pensamiento elaborado y aún del mundo académico, con cuestiones que interesan”, ya que “hay un mundo académico que se concentra en lo no importante, en lo no interesante y en lo minúsculo”.
Destacó que los textos están escritos desde posiciones fuertemente marcadas, pero con el respeto sobre los hechos a los que se refieren. A la hora de recomendar la lectura del libro afirmó que “van a adquirir mucho saber, van a encontrar sistematizadas cosas que conocen, que es parte del universo de la divulgación, porque es un libro de divulgación que es un arte difícil, interesante y básicamente democrático porque rompe las barreras hipotéticas entre el llamado “mundo del saber” y la vida cotidiana.
Explicó la historia de la existencia de una fuerte impronta de la clase obrera organizada en el país hasta el golpe de 1976 y sus transformaciones hasta actualidad, donde el cambio más destacado y la dificultad mayor está expresada en la fragmentación y la heterogeneidad del mundo de los trabajadores. Un itinerario que no es reductible a nuestro país, sino que es un fenómeno internacional que complejiza los análisis o miradas sobre la clase obrera.
“Hay algo en este libro, como en esta reunión, que es motivador y es la capacidad de pensarse, la capacidad de ayudar a pensar, de elaborar un discurso y embanderarse, cosa que saludo (…) ¿Qué es un intelectual?, es una persona que ayuda a que el otro piense, una persona que aporta. Este es un libro de intelectuales y es a la vez un libro de intelectuales comprometidos que tienen su corazón y lo exhiben. Es un libro sumamente legible y es un libro de dialoga consigo mismo. Por eso me gustó prologarlo y presentarlo”, destacó Wainfeld.
Horacio González partió de realizar algunas disquisiciones generales sobre cómo se denominan los temas estudiados en la tradición científica y en el lenguaje cotidiano imbuido por las disputas políticas e ideológicas. En ese sentido, discutió la forma en se hace referencia en el texto de Rosso a la “resistencia peronista” que indica una distancia que muestra que no se lo está estudiando en una forma exterior. Destacó cómo fundamental el rescate de la experiencia de Zanón y los diferentes frentes en los que tuvo (y tiene) que disputar para sobrevivir (político, jurídico etc). “Hay un muy buen relato de ese ente nuevo al que llamamos fábricas recuperadas a cargo del personal y de una comisión interna que a la vez toma otros trabajadores desocupados, a lo que se conoce como ´fábricas recuperadas´”.
“Hay una tensión sobre cómo se nombran a las cosas que se estudian. (En el libro) hay rigurosa lectura de diarios, de estadísticas oficiales, de estadísticas más precarias de gremios o de la CGT y de entrevistas” que conforman los textos.
Destacó como muy preciso y muy riguroso el artículo de Natalucci, basado en una amplia bibliografía que reconstruye la historia reciente del movimiento obrero y la formidable narración sobre las experiencias que cruzan a la CTEP que están presentes en el artículo de Paula Abal Medina.
En una extensa alocución, repasó los problemas que recorren los diferentes textos con diversas propuestas de resolución: el tránsito de la esfera sindical a la política; la toma de conciencia; los medios como “creadores de subjetividades” que atraviesan, incluso, a la clase obrera; la fragmentación; la división entre los sindicatos y su densidad etc.
En su referencia a los medios y a las redes sociales destacó a La Izquierda Diario como un diario absolutamente moderno “que se diferencia muchísimo de la prensa de izquierda que uno conocía” y reconoció la solvencia en los medios de referentes como Myriam Bregman, más allá de las lógicas diferencias políticas. Todo esto intentando problematizar las experiencias obreras y sus intentos de representación y su “salto” a la política. Esto está relatado en el libro en las relaciones entre los apoyos que logran las comisiones internas de izquierda en las fábricas y el respaldo político (al Frente que Izquierda) o en el famoso “duelo” en el estadio de River entre Hugo Moyano y Cristina Fernández.
“Me parece que el libro trata este tipo de problemas, a mi juicio de enorme interés para entender como fue se desestructuró la columna vertebral (…) Veo a este libro como un jalón importantísimo para la posibilidad de escribir una historia más amplia del movimiento obrero”, afirmó González.
El tiempo no permitió el desarrollo del debate, aunque los autores dijeron unas breves palabras contestando (muy parcialmente) algunas de las cuestiones que quedaron abiertas para futuras polémicas que todos prometieron continuar.