La titular de Abuelas pidió que la Iglesia “coopere” con los organismos de derechos humanos. La institución y el mismo Papa están denunciados por su complicidad con la última dictadura cívico-militar.
Jueves 8 de febrero de 2018 22:29
Estela de Carlotto viajó al Vaticano donde visitó a Francisco. No es la primera vez. Ya en 2014, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo –quien anteriormente había mantenido críticas al Papa- fue a Roma, donde se disculpó por haber acompañado las investigaciones y denuncias que lo involucran en la desaparición de personas.
“Le dejé una carta con el pedido explícito, para que la Iglesia coopere”, dijo Carlotto sobre el encuentro de ayer, en referencia a los archivos que la institución mantiene de la última dictadura cívico-militar. Pese que en 2016 se había anunciado la desclasificación de aquellos pertenecientes al Episcopado argentino, la Secretaría de Estado de la Santa Sede y de la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires, esto no se ha materializado. Y continúan en secreto los del Vicariato Castrense, contra el reclamo histórico de sobrevivientes, familiares y organismos de derechos humanos.
Según contó la titular de Abuelas, Bergoglio confirmó que los archivos están en Buenos Aires pero existirían “algunas dificultades para acceder a los archivos porque el trámite es muy largo y engorroso”. “Hay que ir a la Justicia Argentina, ellos mandan el pedido acá y acá ven si se autoriza o no”, habría precisado el ex arzobispo de Buenos Aires, quien además pidió “tener paciencia”. Cinismo puro, luego de más de cuarenta años de impunidad.
“También le dije que no teníamos noticias de ese registro de bautismo que se encontró. Lo estamos pidiendo nosotras y el Estado”, agregó Carlotto. De esta forma, hizo alusión al anuncio realizado por Francisco sobre un registro de 127 bautizos realizados en la capilla de la ESMA entre 1975 y 1979 en posesión del obispo castrense, Santiago Olivera.
Pese que el Papa demostró que continuará la política de encubrimiento sobre el rol de la Iglesia Católica en el genocidio –que lo implica directamente-, Carlotto anunció que la charla fue “muy amena” y lo vio “muy preocupado por la Argentina”. La presidenta de Abuelas, que a lo largo de la dictadura y durante décadas representó un emblema de la lucha por memoria, verdad y justicia, se mostró muy complaciente con el jefe de la Curia.
