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Red Internacional
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Trabajo. “Estoy muy cansado” fue lo más buscado en Google: ¿el malestar con el capitalismo se viraliza?

Según Google Trends la palabra llegó a un pico de búsquedas el mes pasado, alcanzando “la popularidad máxima” desde que comenzó la medición en 2004. Desde consejos de salud hasta memes. Las visitas crecen al calor del aumento de las jornadas laborales, el estrés y el malestar con el trabajo en ese sistema. ¿Como terminar con ese cansancio?

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Viernes 6 de octubre de 2023 14:23

El dato lo tiró la revista norteamericana Vice hace una semana: la frase "Estoy cansado" está en su punto más googleado en la historia de Google Trends y se convirtió en una de las palabras más buscadas del mes. Según las estadísticas del buscador, donde 100 indica la popularidad máxima de un término, la frase pasó de un promedio de 25 puntos a un salto hasta el tope en los últimos meses.

Entre los lugares donde más se realizó la búsqueda están ciudades de EEUU, el sudeste asiático y Sudáfrica.

Además, Google Trends dice que en las búsquedas relacionadas están "Estoy muy cansado", "por qué estoy tan cansado" y "meme cansado". Es que en estas épocas donde expresamos todo a través de las redes (y los sindicalistas "duermen" bastante) los memes contra la empresa, los jefes o la fatiga misma, son la primera forma de transmitir ese malestar.

Vice dice que más allá de lo que pueda tener de “estacional” el dato, coincide con otros que no dejan dudas de que estamos ante un malestar profundo. Cita por ejemplo un estudio de Gallup (la encuestadora más grande del mundo) que asegura que “el mundo estaba más triste y más estresado que nunca antes”. O el de Future Forum, que agrega que “el agotamiento por el estrés en el lugar de trabajo está en un máximo histórico”.

¿Más datos?

  •  La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que “más de una tercera parte trabaja más de 48 horas por semana”.
  •  La misma OIT asegura que “casi tres millones de personas mueren cada año por culpa del trabajo que hacen o que han hecho en su vida”.
  •  Expertos en empresas de la Universidad de Stanford, reconocen que “el sistema actual de trabajo enferma e incluso pone fin a la vida de las personas”. Y calculan que en Estados Unidos esas condiciones empujan a la muerte de 120.000 trabajadores y trabajadoras por año.

    ¿Y en Argentina?

  •  El Indec reconocen que quienes trabajan más de 48 horas semanales (por horas extras o multiempleo) ya son 5 millones de personas. El 30% del total.
  •  Un estudio de la Universidad Siglo 21 asegura que un 29,8 % de los trabajadores sufre estrés laboral crónico. Y crece casi el 5 % interanual.

    Podríamos seguir, pero se entiende. Miles de millones de personas trabajan cada día más para vivir peor que lo hacían sus padres. Los avances tecnológicos y de la productividad que nos venden, lejos de aliviarnos de ese cansancio, terminan siendo utilizados contra las horas y los músculos de quienes hacemos funcionar el mundo. Y la crisis le suma a las mujeres aún más tareas de cuidado.

    ¿Cómo no vamos a “estar muy cansados”? ¿Cómo no vamos a buscar explicaciones, recetas, síntomas y hasta memes para expresarlo?

    Pero el dato no conmueve a los empresarios. Hace algunos días, cuando en el Congreso argentino se discutía la reducción de la jornada laboral, un gerente preguntó: “Yo limito la jornada para que trabaje menos, pero ¿para qué? ¿Para ir afuera a hacer qué?”.

    No vaya a ser que a sus esclavos se les ocurriera descansar. Echarse en el pasto. Ir al teatro. Al cine. Dormir. Bailar. Leer. No hacer nada. De nada.

    El trabajo puede ser una actividad creativa y colectiva, donde los seres humanos pongamos en juego nuestra capacidad para satisfacer las necesidades comunes. Pero el capitalismo lo transforma en algo que nos aliena, nos embrutece, nos enferma el cuerpo y la mente. Cansa a millones para enriquecer a unos parásitos.

    Por eso los socialistas planteamos la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo. Ahora podrían ser 6 y a medida que los desarrollos de la tecnología y la organización social sean mayores, sean puestos al servicio de toda la humanidad, podrían ser menos horas aún. Para poder trabajar todos y todas, menos tiempo, en buenas condiciones. Para que vivir bien no sea un lujo de ricos.

    Esa es la salida que tenemos que buscar. Y no la encontraremos en Google. Porque es colectiva, de lucha. Habrá que ponerle el cuerpo, liberado del crónometro del capital.

    Y no se trata del mundo virtual o los parlamentos. Ni una música del futuro. Vive hoy en la histórica huelga de los automotrices norteamericanos por salario y la reducción de la jornada. En las trabajadoras de los hoteles de Las Vegas que marchan con pancartas que dicen "Con un trabajo debería ser suficiente". En los controladores aéreos chilenos que paralizan aeropuertos por la jornada de las 32 horas. En las movilizaciones en Grecia contra las jornadas de 13 horas. En los túneles subterráneos de Buenos Aires donde se lucha por "6 horas y 2 francos" en el Subte.

    Hay que viralizar esas rebeliones. Y organizarse. Porque los días felices solo pueden ser socialistas.


  • Lucho Aguilar

    Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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