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Red Internacional
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México. Estudiantes de la Ibero en solidaridad con Ayotzinapa

Como parte de la Jornada Global Nacional e Internacional en Solidaridad con Ayotzinapa, el pasado 5 de noviembre la Universidad beroamericana realizó un paro activo desde las 11:00 hasta las 16:00 hs.

Óscar Fernández

Óscar Fernández @OscarFdz94

Sábado 8 de noviembre de 2014

Como parte de la Jornada Global Nacional e Internacional en Solidaridad con Ayotzinapa, el pasado 5 de noviembre la Universidad beroamericana realizó un paro activo desde las 11:00 hasta las 16:00 hs.

Desde las 11 de la mañana, la gente se comenzó a reunir en las escaleras de la explanada. Una veintena, luego más estudiantes; desde los alumnos de la Prepa hasta los de las maestrías y doctorados se congregaron para escuchar las intervenciones a micrófono abierto.

La pregunta era la misma en todos: ¿qué hacer? ¿Cómo participar como estudiantes de la Universidad Iberoamericana? ¿Cómo evitar que esto suceda nuevamente? Las participaciones se escuchaban con atención y eran recibidas con vítores y aplausos.

A las 12:00 comenzó el foro "Fue el Estado", donde se recapitularon las agresiones al estudiantado y a los luchadores sociales, subrayando el hecho de que (como lo describiera el normalista Omar García en su intervención en el Zócalo) el caso de Ayotzinapa es solamente coyuntural en medio de una política sistemática por parte de las autoridades de hostigar a quienes se resisten a la aplicación de las reformas estructurales (léase planes de ajuste y recorte) por parte del gobierno mexicano.

Destacó la intervención de un exalumno y normalista que declaró lo que todo mundo siente: los estudiantes están dando el ejemplo de cómo movilizarse y organizarse contra la represión.

En el acto estuvo la Coordinación de Presidentes de Sociedades de Alumnos, que pusieron un puesto de comida y bebida cuyas ganancias serían utilizadas para ayudar a los padres de los normalistas desaparecidos.

A las 14:00, a petición de algunos de los padres de las víctimas (que se encontraban entre los asistentes al evento), comenzó una misa pidiendo la aparición con vida de los muchachos y reclamando justicia por todos los desaparecidos.

En 14 años de supuesta democracia, México ha acumulado más muertos y desaparecidos que los que se tienen contados de las dictaduras en Argentina y Chile (juntas). Al finalizar el acto se pasó lista a los nombres de los estudiantes ausentes.

Finalmente, a las 15:15, con el día soleado y pocas nubes en el cielo, salieron los camiones, nuevamente repletos de jóvenes y académicos que querían manifestar su repudio ante el régimen.

Cinco autobuses (más que la vez pasada) partieron en dirección a Los Pinos, pero por problemas de logística, tráfico y otras causas mayores, los alumnos descendieron en el monumento a las víctimas de las desapariciones y se encaminaron al Auditorio Nacional para esperar a sus compañeros, identificados con estampillas en la ropa. A su paso saludaban los estudiantes de la UAM, ciclistas y otras organizaciones.

Una vez reunidos todos, se encaminaron a la avenida Paseo de la Reforma para incorporarse plenamente a la marcha. Los jóvenes coreaban con la energía que caracteriza a la juventud con pancartas llenas de mensajes como "si la guerra inició con la mentira, la paz puede ser iniciada con la verdad", "Ibero presente con Ayotzinapa #FueElEstado", y cánticos como "no somos uno, no somos diez, no somos cien, cuéntanos bien", "la cosa está muy gruesa, el país está al revés, no quiero estar en la fosa, quiero a los 43", "ahí viene la Ibero, se vino a marchar, y cuando viene Peña Nieto, se va al baño a llorar", "nos tienen miedo porque no tenemos miedo", "UNAM Ibero contra Peña culero", entre otras.

El contingente mostró disciplina y organización, mostrándose sin incidentes y solidarios con todos los asistentes. Al caer la noche, la luz de la luna alumbró la manifestación; los estudiantes contestaron con su porra:

U-I-A,
U-I.A.
Ibero y libertad,
ibero y libertad.
Lobos, aullando camino a la verdad.
¡AU! ¡AU! ¡AU!

Finalizando con un aullido lobuno sonoro a la luna llena. Muchachos con sus jeans, playeras ligeras, unos con banderas, y alguno que otro anarquista o cinéfilo con una máscara de Guy Faukes de la película/historieta "V de Venganza" (coincidiendo la marcha, apropiadamente, con el 5 de noviembre que conmemora el complot de la pólvora del contrarrevolucionario inglés).

Al paso del Senado, la acusación fue contundente: "esos son, esos son los que chingan la nación". El contingente llegó al Zócalo e hizo acto de presencia junto con los contingentes de las facultades de Ciencias, Ciencias Políticas y Sociales y Medicina, junto al Movimiento de los Trabajadores Socialistas, normalistas campesinos y pobladores de Atenco.

Los estudiantes de la Ibero, si bien tienen un nivel socioeconómico superior a sus compañeros de las escuelas públicas, han mostrado solidaridad en estas jornadas globales y se han ganado un lugar entre sus compañeros de los CCH, las prepas, la UNAM y el Politécnico.

Lejos ha quedado atrás el estereotipo del chico "fresa" que iba en el coche de papi. Quienes han asistido a las marchas, son parte ahora de la vanguardia que sabe que hay que organizarse y movilizarse para conquistar demandas. Han llegado a conclusiones y han aprendido con su experiencia que la política se hace en la calle. En sus ojos brilló no sólo la luna, sino también la esperanza de una juventud que desde hacía décadas no se movilizaba con tal magnitud en la ciudad de los Palacios. Una juventud que, de aliarse con los trabajadores, podría poner en jaque al régimen antipopular de Peña Nieto y la alternancia.


Óscar Fernández

Politólogo - Universidad Iberoamericana

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