El joven palestino Anas Ayesh nunca imaginó que visitar a su familia en Gaza en vacaciones de verano lo llevaría vivir los peores momentos de su vida, el genocidio de su pueblo e impedirle volver a sus estudios en Caracas.
Martes 9 de julio de 2024 14:22
Anas Ayesh Kamal Abed es un joven palestino que cursaba el primer año de medicina como estudiante becado de la Escuela Latinoamericana de Medicina Salvador Allende (ELAM), en Caracas, que en las vacaciones de verano de 2023 decidió visitar a su familia durante unas semanas en Gaza y desde entonces se encuentra encerrado, como todos sus paisanos, sin poder salir del país y volver a Venezuela a continuar sus estudios.
Anas no imaginó que el reencuentro con su familia después de 9 años lo llevaría a padecer junto a su pueblo el actual genocidio de Israel, la destrucción de su ciudad natal y la pérdida de amigos y familiares entre los más de 38,100 palestinos que han sido asesinados desde el 7 de octubre.
Este joven palestino nació en la Franja de Gaza y después de graduarse en el bachillerato en Palestina logró una beca, durante el gobierno de Hugo Chávez, para continuar sus estudios de licenciatura en Venezuela, pero el endurecimiento de las condiciones económicas en este país lo obligó a abandonar su oportunidad escolar y dedicarse de tiempo completo al empleo. Así, intentó reunir los ahorros que le permitieran retomar sus estudios, con ese objetivo viajó a Bolivia donde trabajó un tiempo, hasta que de nuevo la situación económica lo llevó a volver a Venezuela.
Anas recuperó su beca para estudiar Medicina Integral y Comunitaria en la ELAM donde cursó con éxito varios semestres y pudo reunir lo suficiente para viajar a Palestina con un boleto de vuelta a Caracas, visitó a su madre y a su familia en las vacaciones, se encontró con amigos, se tomó fotografías en sus lugares favoritos, visitó la dulcería de su infancia y se preparaba a despedirse, sin pensar que no podría volver a salir hasta ahora y viviría los momentos más difíciles de su vida, que alejan la posibilidad de convertirse en médico.
Actualmente, en sus palabras, “busca una oportunidad de vida, aunque sea pequeña”, que le permita el apoyo de las autoridades de la ELAM y del gobierno de Venezuela para poder volver y retomar sus estudios, pues su sueño de ser médico sigue vivo y está decidido a recuperarlo. Además, realiza una recaudación de fondos desde su cuenta de Instagram, donde comparte la supervivencia desde los distintos lugares de refugio que ha tenido.
Mientras, intenta mostrar al mundo la cultura, la resistencia, la contradictoria alegría de la supervivencia y el dolor palestino que se vive actualmente en Rafah, al sur de Gaza, siendo parte también de las voces documentan la difícil situación actual y obstáculos para obtener alimento, cobijo y seguridad, que exigen alto a los bombardeos y solicitan al mundo la solidaridad para detener la ocupación colonial e intervención militar israelí en territorio palestino, por una Palestina libre.
