Dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM fueron agredidas los días pasados en las instalaciones, ante este hecho los estudiantes convocaron a una asamblea general de emergencia.
Viernes 19 de febrero de 2016
El pasado miércoles 17 de febrero, dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, fueron víctimas de agresiones al interior de los baños del edificio A. Ante esto, la comunidad estudiantil llamó a realizar una asamblea emergente para discutir la problemática y plantear salidas para ella.
Luego de la indignación que causó la denuncia en redes sociales de la agresión que sufrieron las dos estudiantes, en distintos momentos del día, el día de ayer se reunió la asamblea donde acudieron alrededor de 100 estudiantes, algunos maestros y trabajadores.
A lo largo de las participaciones se expresó el repudio de la comunidad ante los hechos ocurridos el miércoles, que no son aislados sino que se han agudizado en los últimos semestres.
En reiteradas ocasiones las alumnas han denunciado que sujetos entran a los baños de mujeres para fotografiarlas por debajo de la puerta, además de las recurrentes denuncias de asaltos a estudiantes dentro de la facultad.
Diversas participaciones denunciaron el carácter antidemocrático que impera en la universidad, que discute y decide por fuera de la comunidad las medidas a implementar con pretexto de la seguridad pero que han ocupado en diversas ocasiones para el espionaje a los activistas, mientras se han mostrado inoperante cuando se exige ponerlo al servicio de resolver los casos de violencia contra la comunidad universitaria.
Ante ello se planteó la necesidad de fortalecer los espacios organizativos de la comunidad universitaria, como la asamblea, donde democráticamente se pueda discutir y tomar acciones al respecto de lo que ocurre dentro de la facultad.
Cámaras y Credenciales ¿una salida real?
Una de las propuestas que más se debatió fue la necesidad de poner cámaras y aplicar la credencialización para poder ingresar a la facultad. Este punto genera discordancia en la comunidad, sin embargo, se llamó a profundizar en las implicaciones que puede tener.
La Universidad es un espacio público que abre sus puertas no sólo a la comunidad que lo conforma, sino a la población en general. El pedir credencial para ingresar se convierte en una medida para restringir el acceso a la biblioteca y a todo el acervo bibliográfico, a talleres, conferencias, foros, actividades políticas, a espacios de recreación como obras de teatro, eventos culturales, cine club´s. etc.
Los estudiantes denunciaron el uso represivo y criminalizador que han tenido las cámaras de vigilancia en diversos espacios universitarios dirigido contra la organización estudiantil, como en el caso de las grabaciones de dos años de asambleas estudiantiles realizadas en el Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) encontradas en noviembre del 2014; o denuncias que estudiantes han hecho por el hostigamiento a la organización independiente y el fomento de la presencia de grupos porriles por parte de las autoridades universitarias, todo ello enmarcado tras el ascenso que la organización estudiantil vivió por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que causó la emergencia de asambleas de más de 2000 estudiantes en diferentes facultades.
La política del nuevo rector es implementar tanto cámaras y medidas de seguridad que sólo buscan tener un control de la comunidad y en especial son mecanismos de criminalización de la juventud y del movimiento estudiantil. El pedir credencial e instalar cámaras no va a resolver los problemas de inseguridad.
Otro argumento, es la necesidad de aminorar el paso de narcomenudistas que han convertido a esta facultad en un punto rojo, para la compra y venta de drogas. Este fenómeno que muestra la resonancia de un aumento de la violencia agudizado por la profundización del paradigma prohibicionista de los estupefacientes fue respaldada por la política de militarización del país y criminalización de su uso, ignorando las causas sociales del aumento del consumo de drogas y la inserción cada vez mayor en el narcotráfico, fenómenos extendidos por el desempleo, la violencia y la exclusión escolar producto del avance en la privatización de la educación pública.
Ser mujer y estudiante
Por otro lado, con respecto a las agresiones a compañeras, se planteó el hecho de que este tipo de violencia opera como una caja de resonancia de la violencia de la que día a día somos víctimas las mujeres en este país. Si bien es necesaria la organización del conjunto de la comunidad estudiantil para resolver los problemas al interior de la facultad, se requieren espacios donde las compañeras puedan sentirse en comodidad de plantear aquello que las vulnera, desde donde puedan salir fortalecidas para tomar acciones en conjunto con sus compañeros.
El problema del acoso y ahora la inseguridad, es la mayor muestra de los problemas que enfrentan las estudiantes al interior de sus universidades que se exacerba por la misoginia de profesores y compañeros y empalman con la violencia a la que se enfrentan las compañeras al salir de sus facultades y trasladarse a sus casas. Para ésto, se llamó a poner en pie una comisión de género que ya desde el semestre pasado ha venido operando en la facultad.
Para profundizar la discusión se llamó a el próximo lunes 22 de febrero, en contrapropuesta de la segunda reunión que se venía planteando para el día viernes 19 de febrero. Las consideraciones fueron poder realizar saloneos y discusiones dentro de las aulas de clase, durante el día de hoy que permitieran generar mejores condiciones para una discusión más rica y preparada el próximo lunes.
http://www.laizquierdadiario.com.mx/spip.php?page=movil-nota&id_article=16181
http://www.laizquierdadiario.com/Debates-sobre-la-seguridad-en-la-FCPyS-de-la-UNAM

Mariel Ochoa
Estudiante de la FCPyS