×
×
Red Internacional
lid bot

Precarización. Estudiantes mantienen la toma del Instituto Domingo Zipoli en Córdoba

La lucha es por la limitación a los alcances de título de las y los egresados luego de la reforma del estatuto de educación secundaria. La toma del ISEAM Domingo Zipoli se mantiene desde el pasado lunes 30 de mayo.

Domingo 5 de junio de 2022 00:41

Al egresarse los estudiantes del Domingo Zipoli reciben el título de Bachiller orientado en Humanidades, especialidad Arte, preparador de Coro. Se debe a que durante todo el transcurso escolar reciben educación musical, además de la educación en materia escolar común. No solo eso, sino que durante los dos últimos años tienen formación pedagógica y realizan prácticas pedagógicas para poder dar clases de música en los niveles inicial, primario y secundario.

Históricamente las y los egresados del Zípoli se han desempeñado como docentes en todos los niveles educativos. Pero a partir de este año han encontrado numerosas limitaciones para ejercer la docencia en las escuelas secundarias. Debido a que el gobierno de la provincia junto con el Ministerio de Educación avanzan en precarizar las condiciones de trabajo de la docencia, vía diferentes decretos y memos.

En diciembre del 2020, la legislatura aprueba la reforma del estatuto de educación media (secundaria) que establece que solo quien cuente con un título con alcance docente está habilitado para ser docente titular. Es decir que quienes no tengan esa condición podrán dar clases pero sólo en condición de suplentes o interinos, sin poder acceder a la estabilidad laboral y sin los derechos de los docentes titulares.

Detrás de una “preocupación pedagógica”, como lo pinta el gobierno, se esconde una política de ajuste a la educación pública que afecta a los y las futuras egresadas del Zipoli y también a los y las egresadas que ejercen como docentes desde hace años.

A esta reforma, la precedió el decreto 257/19 que, justamente, limita todos los alcances de títulos incluyendo títulos docentes, afectando a amplios sectores como las y los egresados en Comunicación Social, técnicos y profesionales de distintas carreras como las y los egresados de Veterinaria, y muchas otras que han realizado los llamados trayectos pedagógicos.

La pelea del Zipoli en defensa de la educación pública

La comunidad educativa del colegio, junto con egresadas y egresados de la Institución luchan desde hace meses, de diferentes formas, por la continuidad de la validez de su título, así como también por mejoras edilicias: lo explican a La Izquierda Diario acá.

Retomando lo que mencionábamos más arriba, el ataque por parte del gobierno provincial hacia los títulos otorgados por el Zipoli, se circunscribe en una política más ofensiva: la de allanar el camino a la precarización docente y la del recorte presupuestario que se destina al funcionamiento de la educación pública en general. Este último ha pegado un salto a partir del 2020 con la pandemia como excusa.

Tomando sólo el aspecto edilicio, la situación de la educación pública es crítica. Si a eso le sumamos el acceso a la conectividad, a las fotocopias y a una alimentación adecuada en todas las escuelas de la provincia, se ve que es aún más necesaria la defensa de la educación pública. La pelea de las y los estudiantes del ISEAM Domingo Zípoli llama la atención en ese sentido y apunta contra uno de los tantos ataques del gobierno provincial: la precarización que sufrirán los y las egresadas a la hora de dar clases de música en el secundario.

Que las leyes no pueden aplicarse retroactivamente es algo básico y pone en cuestión la exigencia del gobierno provincial de que quienes ya tienen un título con el cual están trabajando realicen un trayecto pedagógico. O sea que es un cambio de reglas de juego, que perjudica a los egresados del Zípoli y los obliga retroactivamente a realizar un trayecto pedagógico o bien quedar para siempre como docentes en la precariedad. Esto es algo que afecta, como señalamos arriba, a egresados de tantísimas otras carreras. El cambio de reglas de juego es para todas las personas que estudiaron y para quienes están ahora cursando sus estudios. Afecta por igual a estudiantes y egresados.

La lucha de estudiantes, egresados y egresadas, docentes, padres y madres del Domingo Zipoli ha molestado sobremanera al gobierno, que intentó las vías más imaginativas para que se levante la toma. Todas, salvo la de brindar una solución real. Por eso la coherencia y persistencia de la comunidad educativa, particularmente de las y los estudiantes, vale doble. Sin oponerse a las instancias de formación, exigen que no se les imponga un trayecto pedagógico obligatorio de manera retroactiva, a la vez que rechazan con firmeza la precarización laboral. Esto es lo más claro que puede decirse sobre la reforma del Estatuto docente que deja sin acceso a la titularidad a miles de docentes en toda la provincia. Es enorme la simpatía que esta lucha despierta en docentes y egresadas/os de otras instituciones que al perder el alcance de sus títulos pierden derechos y conquistas históricas.

Nos imaginemos qué pasaría si toda esa fuerza se une para apoyar la toma de las y los estudiantes, levantando el reclamo de amplios sectores afectados. Sin lugar a dudas, no solo triunfaría su lucha, sino que sobre todo marcaría un antes y un después para el gobierno de la provincia a la hora de querer atacar un derecho histórico como lo es nuestra educación. Por eso hay que rodear de toda la solidaridad su lucha.