Docentes y estudiantes secundarias nos propusimos reflexionar acerca de las primeras luchas que dieron las mujeres para llevar adelante los Encuentros Nacionales, los debates que lo atravesaban y el contexto social y político en el que se realizaban año tras año trazando la historia de lucha contra la opresión hasta la actualidad.
Viernes 13 de septiembre de 2024 00:33
Para muchas estudiantes secundarias que fueron parte de la pelea por el Aborto Legal Seguro y Gratuito y coparon las calles como una marea con sus pañuelos verdes, este encuentro será el primero y se encuentra atravesado por una situacion politica que cruje, con la derecha homofobica de Milei en el poder y la iglesia con todos sus partidos politicos cumpliendo un rol fundamental en el ajuste y organizandose en contra de los derechos de las mujeres y diversidades.
Docentes y estudiantes secundarias nos propusimos reflexionar acerca de las primeras luchas que dieron las mujeres para llevar adelante los Encuentros Nacionales, los debates que lo atravesaban y el contexto social y político en el que se realizaban año tras año trazando la historia de lucha contra la opresión hasta la actualidad. También nos preguntamos cuáles son los debates que nos tenemos que dar hoy.
En el año 1986 se realizó el primer Encuentro Nacional de Mujeres donde se encontraron miles de mujeres trabajadoras, ocupadas y desocupadas, feministas, jóvenes, estudiantes y el colectivo LGBTQI+. Se llevaba adelante en alguna provincia y las participantes discutían cómo organizarse y fortalecer la lucha por nuestros derechos. Los encuentros han tenido hitos históricos de mujeres que desobedecieron mandatos tradicionales.
Estas experiencias dieron lugar a nuevos debates, no solo alrededor de los reclamos sino también de los métodos de organización y acerca de quienes participaban del encuentro, no siempre las Lesbianas, Travestis, Trans , Bisexuales, Intersexuales y No Binaries fueron aceptades. Un ejemplo es la lucha que tuvo como protagonista a Lohana Berkins activista y pionera en la lucha por la identidad Travesti Transexual que durante muchos años peleo junto con otras feministas, activistas y militantes de izquierda que la Comision organizadora le permitiese participar de los encuentros, ya que causaba mucho revuelo la participacion de les compañeres Travestis-Trans, algo impensado en la actualidad.
Otros de los hitos que queremos destacar son por ejemplo, el de 1985, cuando las mujeres consiguieron la patria potestad compartida y pelearon por el derecho al divorcio. En 1986 se celebró el tercer 8 de marzo desde el fin de la dictadura. “No hay hombres libres sin mujeres libres”, decía una pancarta recordando que la democracia no cumplía con toda la población siquiera sus promesas formales. En 1989 en Rosario, fue unánime el rechazo de los indultos a los militares genocidas.
Iglesia basura, vos sos la dictadura
La injerencia de la Iglesia católica se hizo evidente en 1997, cuando la institución decide participar en los encuentros, a lo que las mujeres les responden que hagan su propio encuentro con sus obispos y que saquen los rosarios de sus ovarios. En 2002, en Salta, luego de las jornadas de diciembre de 2001 que habían hecho caer al gobierno de De la Rúa, el protagonismo de las mujeres trabajadoras de las fábricas tomadas y puestas a producir bajo control obrero, de las mujeres piqueteras de los distintos movimientos de trabajadores desocupados, de las activistas de las asambleas vecinales fue disruptivo.
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Las mujeres se negaban a debatir con una institución que hablaba de defender la vida pero condenaba a las mujeres pobres a las muertes por abortos clandestinos, a seguir siendo oprimidas pero se olvidaban de defender la vida de los 30mil desaparecidos bendiciendo las armas de los milicos en la dictadura militar.
El encuentro de 2003 en Rosario instaló el derecho al aborto legal como reclamo fundamental. Por primera vez se realizaba una asamblea por el derecho al aborto y fue Dora Coledesky quien se puso al hombro la organización de este “evento” en paralelo a las actividades oficiales del Encuentro. Aquí también se marcó el punto de partida de la agrupación Pan y Rosas.
Es decir, los encuentros se convirtieron en cajas de resonancia de lo que sucedía socialmente. Muchos testimonios de mujeres remarcan la importancia de este espacio no solo por la importancia de la organización, las luchas políticas y los debates que iban enriqueciendo al movimiento sino también el golpe subjetivo que nos daba a las mujeres ver que éramos miles organizándonos contra la Iglesia Católica, los gobiernos y quienes nos quería sumisas, explotadas y oprimidas.
Fue así cuando en 2015 las mujeres copamos las calles al grito de ¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos! Logramos que los crímenes hacia las mujeres se cataloguen como femicidios y ya no más como crímenes pasionales. En el año 2020 las mujeres seguimos organizadas, copamos las calles, la marea verde se volvió inevitable y es asi como conquistamos el derecho al Aborto Seguro Legal y Gratuito. Una vez mas demostramos que organizadas y en las calles somos una fuerza imparable.
¿Pero toda esa fuerza donde quedó?
Luego de conquistar el derecho al aborto el movimiento de mujeres en vez de doblegar la pelea se replegó, responsabilidad de la conduccion del movimiento dirijido principalmente por el peronismo, que decidió tener una politica sistematica para abandonar las calles diciendole a miles de mujeres que no era hora para pelear por nuestros derechos por que habia cosas mas importantes, esto va a tener sus costos mas adelante abriendole paso a la derecha reaccionaria de Javier Milei. La fuerza que estaba en las calles se institucionaliza, es decir, pasamos de ser marea a un feminismo de ministerios bajo el desastroso gobierno de Alberto Fernandez.
¿Y ahora qué?
El Encuentro es parte de la tradición de lucha del movimiento de mujeres en Argentina. Este año no es cualquier encuentro. En nuestro país asesinan a una mujer cada 28 horas mientras recortan hace años el presupuesto para combatir la violencia de género, despiden trabajadoras de la línea 144 mientras el gobierno actual dice que la violencia no tiene género. Tiene un discurso de odio sistemático hacia las mujeres y la diversidad. Hace dos meses hubo un brutal crimen de lesbodio hacia 3 mujeres lesbianas que vivían hacinadas en una pensión en Barracas. Ser pobre y lesbiana se paga con nuestras vidas.
¿Cómo no vamos a estar enojadas las mujeres si mientras a nuestras compañeras les arrebatan la vida el ministro de Justicia de la Nación Mariano Cuneo Libarona rechaza la diversidad de identidades sexuales que no se alineen con la biología?
¿Cómo no vamos a estar enojadas las mujeres si a las jubiladas que trabajaron toda su vida y tienen que decidir entre comer y comprar medicamentos, las reprimen por protestar?
¿Cómo no vamos a estar enojadas si los que dijeron que volvían mujeres y mejores volvieron machistas y amigos de la iglesia Católica?
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Este Sábado 14 se realizará el 26 Encuentro Regional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex, y no Binaries del Conurbano, Oeste y Noroeste en el distrito de Pilar. Parte de la comisión organizadora dirigida principalmente por el peronismo se niega a marchar al centro político, a esas compañeras hay que recordarles la tradición que tienen los encuentros. Se niegan a organizar a miles de mujeres para pelear contra la derecha. No quieren movilizarse al centro de la ciudad para no molestar a Federico Achaval, intendente peronista, que prefiere darle espacios a la iglesia católica antes que a las mujeres.
Hijas de la Marea Verde
Valentina Esquivel estudiante secundaria de Escobar nos cuenta su experiencia como parte de la marea verde y sus expectativas de cara al Encuentro Regional y Plurinacional 2024:
Yo tengo 17 años y es la primera vez que participo de un Encuentro. A los 11 fui conciente de la pelea que se llevaba adelante por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, en mi aula se vivian armando debates al respecto. La marea verde para mi fue muy importante, ya desde mis 10, 11 años supe la importancia de tener decisión sobre mi cuerpo, sabía que nadie podía decidir por mi. Este gobierno nos demuestra que haber legalizado el aborto no es garantía de que lo tengamos para siempre, basta con que venga un gobierno de derecha para retroceder en todas las luchas que conseguimos, por eso es importante que nunca abandonemos las calles. Creo que es re importante volver a ser marea, nosotras peleamos mucho en la escuela por la implementación de la ESI mientras Milei y sus seguidores dicen que les pibes tienen que aprender mirando pornografia. Y con esos pibes nos relacionamos nosotras, es terrible. Nuestra generación tiene que saber que luchas dieron otras compañeras contra la iglesia y sus amigos para pensar que luchas tenemos hoy por delante.
Julieta Maddelo, estudiante secundaria de la E.S.E.A.Nº1 de San Isidro nos compartió su reflexión pensando en la participación de las pibas más jóvenes en este encuentro:
Yo la marea verde la viví cuando tenía 11, 12 años. Es cuando fui a mi primera marcha y aprendí lo que era el feminismo. Aprendí mis derechos y a defenderlos, que podía exigir y ponerle un alto a las cosas machistas a las que me enfrentaba con 11 años, que no estaba bien que me gritaran en la calle, que no estaba bien que en la escuela no me dejaran usar la pollera del uniforme porque "provocaba" y aprendí a unirme con las mujeres de mi entorno. Entendí que si no era yo, era mi hermana, mi mamá, mi tía o mi prima. Creo que crecí mucho como militante, como mujer y como persona. Cuando se aprobó la Ley del Aborto y vi las fotos de la cantidad de mujeres que éramos, cuando pise la calle y vi mujeres llorando, gritando, riendo, mujeres que no se conocían entre sí pero se abrazaban, me sentí protegida y entendí que ahí es dónde yo pertenecía. Ahora con 16 años milito más conscientemente, sigo creyendo que la unidad es lo más poderoso que hay y que el feminismo no está muerto ni "pasó de moda" como muchos piensan. Creo que es cuestión de tiempo que una Segunda Ola venga a arrasar con todo, tenemos enfrente un gobierno que reivindica el machismo y la violencia, por no decir que es la imagen viva del patriarcado. Para eso también sirven los encuentros de mujeres, para conectar, ver otras realidades y ver que tenemos mucho más en común de lo que parece, para ver que si no sos vos son ellas y que no nos vamos a conformar con eso, que no nos vamos a quedar calladas y que no tenemos miedo.
Docentes, secundarias, mujeres, diversidades, todas somos parte de la marea verde, nos organizamos junto a Pan y Rosas, somos feministas socialistas. Nuestro objetivo es pelear por nuestro derecho al pan y por nuestras reivindicaciones democráticas. Peleamos por la verdadera emancipación de las mujeres, creemos que solo es posible pelear por ello tirando abajo este sistema capitalista de raíz que permite que 1 millón de niños se vayan a la cama sin comer, que le peguen a nuestras abuelas por reclamar un salario luego de trabajar toda su vida, que permite que muera una mujer cada 29 horas por la violencia machista.
Desde Pan y Rosas decimos ¡Ni un paso atrás! Levantamos nuestras banderas, ayer hoy y siempre, bien en alto, exigiendo la separación de la Iglesia y el Estado, con una perspectiva de independencia política de todos los partidos que defienden intereses de sectores empresarios y del estado. Donde la alianza del movimiento se forje junto a la clase obrera y el pueblo pobre. El rol que podemos jugar desde el movimiento de Mujeres y Diversidades para derrotar el plan de Milei y el FMI es claro, fuerza tenemos.
Sabemos que la pelea que tenemos por delante nos tiene que encontrar organizadas. Este Sábado 14 tenemos nuestra primer batalla en el Encuentro Regional de Pilar y el 11 de Octubre nos organizamos para ir a Jujuy. Escribinos para poder participar.
¡Los machistas, los reaccionarios, la iglesia y sus amigos No Pasarán!
