Estudiantes terciarios de La Plata: "Queremos decir basta a la deserción, la precarización y el ajuste"

Los institutos terciarios, tanto los de carreras técnicas como los profesorados, constituyen el principal formador de docentes para la educación pública en los tres niveles: inicial, primario y secundario. Según datos obtenidos de los operativos Aprender a nivel nacional, el 85% de los docentes en nivel primario provienen de instituciones superiores no universitarias y en las escuelas secundarias el 65%.

La crisis generada por la pandemia significó un golpe importante para estas instituciones que vienen de años de desfinanciamiento. Para hablar de datos concretos, según un relevamiento impulsado por Pan y Rosas en la vicepresidencia del ISFDyT Nº9 de La Plata, la mitad de los estudiantes sólo disponen de celulares como dispositivos de conectividad. “Empezamos siendo 40 y sólo quedamos 6”, expresó una estudiante de educación primaria en una asamblea. Para peor, en el mismo relevamiento se evidenció también que una gran parte de las y los estudiantes necesitan asistencia alimentaria.

En el ISFDyT Nº97 la situación no es muy diferente. Allí el relevamiento impulsado por estudiantes da cuenta como la precarización atraviesa a la inmensa mayoría: el 80% son mujeres y sólo el 23% tiene trabajo registrado, el resto se reparte entre desocupadas y precarias.

Es una situación difícil para los estudiantes, más aún cuando los institutos terciarios son una salida laboral para quienes tratan de escapar de los trabajos precarios, obtener un título que permita lograr cierta estabilidad y poder proyectar una vida.

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Sistema educativo te precariza

Esta breve radiografía de la realidad de los Institutos se enlaza con un sistema educativo que es una gran maquinaria de precarizar docentes.

Durante años un sector enorme trabajará saltando de escuela en escuela después de cada acto público. Para muchos estudiantes terciarios tomar suplencias es una de las salidas laborales más rápidas, pero significa ser el ‘rappi’ de la docencia, con cargos que duran pocos meses (o semanas) y cobrando con suerte, dos o tres meses después de haber trabajado esas horas. En este momento, por la pandemia es mucho peor, pues mientras por un lado no es posible conseguir horas; por otro, quienes pueden trabajar, se ven obligados todo el tiempo a estar conectados online.

El gobierno de Menem introdujo todo este sistema de flexibilización, pero ningún gobierno ha hecho modificaciones serias para terminar con esto.

"¡Organizados somos más fuertes!"

El Gobierno y los empresarios ya han demostrado que a pesar de los discursos, lo que le queda a los laburantes es represión y ajuste.

Por eso en todo el país se multiplican los ejemplos de organización. Las asambleas regionales con miles de participantes, los trabajadores precarizadxs organizados en La Red, y ejemplos de lucha como Frigorífico Penta y Cerámica Neuquén son una muestra de lo que se viene. En los terciarios esto se expresa con importantes asambleas, conformación de cuerpos de delegados, colectas y campañas contra la represión. Incluso en la Escuela de Arte de Berisso, se ha impulsado una coordinadora entre estudiantes y docentes para arrancarle demandas al municipio, como los bolsones de comida reclamados por los estudiantes.

Pero para hacer frente a la situación en curso, hay que sumar todas las fuerzas posibles. No alcanza con luchar por sector. Docentes, estudiantes y trabajadores auxiliares tienen que unir sus fuerzas y pegar con un solo puño. La pelea es apostar a poner en pie la coordinación desde abajo, en cada instituto y cada escuela, junto a los desocupados y a todos los trabajadores.

“¡Queremos decir basta a la deserción, la precarización y el ajuste! Por eso desde el PTS en el Frente de Izquierda convocamos a un encuentro nacional con trabajadores de la educación y terciarios para juntar fuerzas y poder plantear una salida común. También queremos invitar al resto de la izquierda a participar”, sostiene Nicolás Moreyra, vicepresidente del centro de estudiantes del ISFDyT Nº9.

“Queremos organizarnos con todos los estudiantes, docentes y auxiliares. Necesitamos pelear por medidas inmediatas como la incorporación de terciarios a la SAE, la liberación de datos de las empresas de telefonía, el reparto de notebooks y comisiones de higiene. La respuesta del gobierno es una burla ¡Que den créditos para comprar computadoras es como que te obliguen a comprar el pizarrón, los bancos y las mesas de las aulas!”.

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