La unidad con la que estudiantes y funcionarios/as se han propuesto avanzar en la conquista de sus derechos puede convertirse en un factor decisivo para el triunfo de la movilización levantada por las y los estudiantes contra la precarización y el autoritarismo. Para ello, ambos estamentos elaborarán un petitorio que unifique sus demandas, bajo la perspectiva de proyectar más allá de esta movilización la lucha por democratización.
Viernes 3 de noviembre de 2017
Se van a cumplir tres semanas desde que comenzó la toma de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, a raíz de las nuevas medidas autoritarias del decano Davor Harasic, que vienen a precarizar las condiciones de trabajo de las y los funcionarios, y además elimina los horarios en que los estudiantes realizan sus asambleas. Esto como consecuencia de la determinación unilateral de las autoridades de aumentar progresivamente las matriculas sin contar con las condiciones mínimas para ello.
Los estudiantes se han esforzado por aclarar que no están en desacuerdo con que se deben aumentar las matriculas en la educación pública, puesto que esta ha sido una demanda histórica del movimiento estudiantil, pero se oponen a un aumento de matrículas aislado y en una sola Facultad, sin un plan de contratación de profesores y funcionarios, con una lógica de acceso elitista vía PSU y sin un plan de infraestructura que prevenga el hacinamiento.
Desde el inicio de la toma, se creó la comisión por la unidad entre funcionarios y estudiantes. Desde el trabajo de esta comisión se han logrado organizar dos asambleas biestamentales, en las cuales se zanjó generar un petitorio unificado que integre, principalmente, dos puntos: en primer lugar, la creación de una mesa de negociación triestamental y paritaria para la resolución del conflicto actual, que se proyecte como un organismo que permanezca en el tiempo con poder resolutivo y vinculante. En segundo lugar, la creación de un bloque protegido mensual para que las y los funcionarios puedan organizar sus asambleas durante el año.
En consecuencia, la movilización impulsada por demandas únicamente de los estudiantes va alcanzando un carácter político mucho más amplio, ya que, tal como plantean los funcionarios en su declaración “el principal problema que vive hoy nuestra facultad es directamente un problema de democracia, el cual abarca mucho más que un mero aumento de matrícula”. A esto se suma el acercamiento que se ha generado con los profesores de la Facultad, con quienes se realizó un encuentro este jueves.
Desde la agrupación Vencer, al igual que decenas de estudiantes, se plantea que para que esta movilización triunfe contra el autoritarismo es clave seguir potenciando la organización los funcionarios y profesores.