Al iniciar el mes de marzo el Gobierno de Evo Morales promulgó el cierre de la Empresa de Correos Bolivia (ECOBOL), mediante Decreto Supremo N°3495, dejando intempestivamente sin trabajo a aproximadamente 540 trabajadores y trabajadoras. Escuhamos el testimonio de una trabajadora despedida.
Martes 6 de marzo de 2018
Imagen: Así encontraron las puertas de ECOBOL cuando los trabajadores llegaron a sus fuentes de empleo y se enteraron que estaban despedidos
Foto: El Diario
El Decreto Supremo 3495 establece el cierre de ECOBOL y la creación de la Agencia de Correos Bolivia misma que aún no inició operaciones y que funcionará bajó condiciones laborales muy diferentes. En primer lugar no se absorberá al personal que hasta el 28 de febrero trabajaba en ECOBOL y, en segundo lugar, el nuevo personal no estará bajo el régimen de la ley del Trabajo, si no que estará bajo el régimen laboral del estatuto del funcionario público, esto último significaría que se perderían derechos como a la sindicalización y la inamovilidad de los trabajadores; es decir, los y las trabajadores de esta nueva agencia de correos trabajarán en condiciones de mayor flexibilización y recorte de sus más básicos derechos.
Una vez más se evidencia que quiénes pagan la mala administración de una empresa son los trabajadores. Recordemos que ECOBOL era una empresa estatal, que si bien dependía de recursos propios, estaba bajo la tuición del poder ejecutivo, y eran éstos quienes imponían los administradores, gerentes y directores, que según denuncias de los ex trabajadores fueron quienes por actos de corrupción aun no terminados de investigar y otros ni empezados, se “embolsillaron” los fondos que eran para las AFP’s (fondos de pensiones). Es repudiable la actitud tomada por el ministro de Obras Públicas que resalta la insostenibilidad de la empresa estatal ECOBOL, arguyendo que el gasto era tan grande que dejar que siga funcionando significaría una gran pérdida para el Estado, como si pagar a quiénes trabajan fuese un gran error.
Significa pues un ardid legal, la posibilidad que le otorga la Ley Nº 466 del 2013 “Ley de la Empresa Pública”, promulgada por Evo Morales Ayma, mediante la cual el ejecutivo puede cerrar empresas estatales sin consentimiento de los trabajadores, y como presenciamos el día jueves primero de marzo cuando los trabajadores de ECOBOL fueron despedidos sin recibir una liquidación justa, sin ser avisados siquiera que no tendrían trabajo y sin posibilidad de ser cuando menos recontratados en la nueva agencia de correos, pues el decreto supremo 3495, no establece en ningún momento la posibilidad de la recontratación. Es más, no garantiza la devolución de lo adeudado pues claramente en el parágrafo segundo de disposición transitoria quinta establece “II. El funcionamiento de la Unidad de Liquidación de ECOBOL será financiada con recursos del Tesoro General de la Nación (TGN) de acuerdo a disponibilidad financiera”, dejando la duda de que pasará si hasta diciembre de 2019 (plazo que da la misma normativa para terminar de liquidar las deudas de ECOBOL) el TGN no cuenta con los recursos suficientes para terminar de pagar la millonaria deuda.
Ante este panorama la nueva dirigencia de la COB, como ya viene siendo tradición de esta entidad, vuelve a ponerse al servicio de este gobierno, dejando pasar tal atropello a los derechos de los trabajadores, minimizando su actuación al ámbito puramente burócrata, pues en dicho conflicto se compromete simplemente a la creación de una comisión jurídica que se encargará de solicitar se les pague beneficios sociales, sin garantizar ninguna reincorporación o respeto a sus derechos laborales. Esto deja de ser una sorpresa pues no es la primera vez que la dirigencia de la COB traiciona los ideales que persiguen los trabajadores, poniéndose al servicio de los planes anti obreros y patronales como ya ocurrió con ENATEX, ahora pasa con ECOBOL dejando en la calle a aproximadamente 540 trabajadores despedidos.
En este escenario y a pocos días que se conmemora el día internacional de las mujeres trabajadoras, escuchamos las palabras de Ruth, trabajadora despedida de ECOBOL: