Más concesiones a la agroindustria. Evo Morales autoriza desmonte de bosques, en los departamentos de Beni y Santa Cruz, al sector ganadero. La exportación de carne a China en marcha.
Lunes 22 de julio de 2019 00:00
Foto: El Deber
Reforzando las alianzas que el gobierno del MAS ha hecho con los grandes empresarios agroindustriales, ahora Evo Morales promulga el Decreto Supremo 3973 en el que avala el desmonte de bosques tanto en tierras privadas como comunitarias bajo la excusa de un “manejo integral de bosques y tierras”. Por medio de este decreto, se habilitan 41.235.487 hectáreas como tierras de producción forestal permanente, de las cuales 28.190.265 se declaran “sin restricción”.
La parte técnica, la parte jurídica del equipo de palacio, no nos damos cuenta oportunamente, a veces tardamos, cuando me explicaron esto los ganaderos, la Federación de Empresarios Privados, (…) todos tienen los mismos derechos, cambiamos el decreto, hemos cambiado el decreto, misión cumplida.
Con esta declaración el presidente Evo Morales, demuestra nuevamente una visión completamente parcializada de lo que significan los derechos, pues mientras mantiene a los empresarios contentos brindándoles las concesiones que pidan, ignora sistemáticamente las denuncias y peticiones de los pueblos indígenas y campesinos que han venido exigiendo todos estos años que se respeten sus tierras comunitarias de origen.
De hecho, este decreto ha sido rechazado enfáticamente por los dirigentes amazónicos, que ven un ataque frontal del gobierno a sus derechos y a sus medios de vida. En este sentido Juan Carlos Ojopipi miembro del Comité Defensor de la Amazonía, expresó:
Este es un decreto depredador que solo busca consideraciones económicas y se olvida de que la naturaleza se debe manejar de forma profesional y amigable y no solo ver el tema mercantilista. Darle una herramienta legal a quien solo piensa en sí, es insensible e inhumano y no está de acuerdo a la época en la que vivimos.
El problema es que justamente la época en la que vivimos responde a un sistema de producción capitalista en donde siempre se prioriza más la acumulación de la riqueza en manos de algunos pocos sin importar la depredación que se genere de por medio, y el gobierno del MAS ha demostrado nuevamente que se inserta dentro de las políticas neoliberales que contribuyen a reforzar las lógicas capitalistas a nivel nacional y mundial.
Estas políticas irracionales, tomando en cuenta la precariedad de nuestro planeta debido justamente a la masiva deforestación, principal causa del calentamiento global, solo pueden beneficiar (y a corto plazo) a un sector privilegiado de la población, precisamente a los empresarios y las transnacionales que lucran con la destrucción de hábitats y medios de vida. Ni si quiera existe la intención de buscar mecanismos que conjuguen de cierta manera las necesidades productivas que tienen las personas para sobrevivir, con la conservación de la naturaleza que es un factor clave para la supervivencia de la humanidad entera y todos los sistemas de vida. Todos los presupuestos se enfocan en caminos, represas e infraestructuras petroleras, pero no hay inversión de ningún tipo para realizar estudios sobre manejos de bosques en zonas productivas, o en las mejores maneras de producir en equilibrio con el entorno natural.
Actualmente Bolivia ocupa el cuarto lugar en deforestación a escala global, según estudios de la NASA, y la mayor parte de esta se da para fomentar la ganadería. Justamente ahora con la apertura al mercado chino para exportación de carne, que regirá desde agosto, esto se vuelve un problema más complejo al punto de que estamos ante un escenario de poder quedarnos sin bosques (fuera de las áreas protegidas) para el año 2100. En Santa Cruz, además, el problema es peor ya que también entra en el juego el papel de los ingenios azucareros, que hasta el año 2025 prevén una deforestación de 175.000 nuevas hectáreas para producir caña de azúcar para el biocombustible etanol que impulsa este gobierno con el argumento empresarial de que el etanol es un producto “ecológicamente más sostenible”.
Foto: ElChaco.Info
Las consecuencias de la deforestación a nivel mundial son muy conocidas por todos, ya que los bosques son los únicos ecosistemas que recepcionan el dióxido de carbono que de otro modo se concentra en la atmósfera produciendo el calentamiento global. Nada de esto parece importarles a los grandes parásitos empresariales que, con la venia de los gobiernos, se adueñan de los territorios y los ponen a producir como si la naturaleza funcionara de la misma manera que una fábrica.