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Red Internacional
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Madygraf. Ex Donnelley: una manifestación buitre

La Izquierda Diario se encontró el miércoles con una sorprendente movilización frente al juzgado que trata la quiebra de Donnelley, donde el día anterior los trabajadores de MadyGraf y sus familias se habían manifestado masivamente. “No a la cooperativa”, “Desalojo ya” y “Pronta liquidación de los bienes de la quiebra” decían algunas de las pancartas. ¿Quiénes eran?

Sábado 4 de octubre de 2014 02:00

¿Eran los gerentes de la ex Donnelley? ¿Eran funcionarios de la Embajada norteamericana?...

El miércoles 30, un grupo de personas encabezado por ex empleados jerárquicos de Donnelley, se manifestaron frente al Juzgado Comercial N°18, que trata la quiebra de la empresa norteamericana. No llegaban a las 50 personas, pero portaban prolijos carteles, recién estrenados. “No a la cooperativa” decía el que cruzaba la calle. “Desalojo ya” decía otro en un rojo furioso.

¿Quiénes encabezaban esa movilización, que pedía el desalojo de los casi 300 trabajadores que hoy gestionan la empresa tras la huida de los empresarios?

Ellos se presentaron. Ana, que formaba parte del plantel de Recursos Humanos, es una de las que encabeza la movilización. La acompañan Roman y Claudia, contadores de la empresa (¿habrán sido parte de los que tramaron la quiebra fraudulenta?). deja clara la intención de aquella “movilización”. “La idea es hablar con el juez, en función de un montón de cosas que vemos que están sucediendo, partiendo ya desde la toma ilegal de la planta. Es una toma”.

Ana, que en la oficina de RRHH había decidido sobre la salud y el empleo de muchos trabajadores, no puede tolerar la afrenta de sus ex empleados. Pero disimula una sonrisa, junto a uno de los contadores y otros jerárquicos de la empresa. “La ley de quiebras lo que implica es, justamente que se tenga que eventualmente vender la empresa o, que siga su curso y se liquiden los activos así nosotros podemos cobrar la indemnización. Lo ideal acá es que desalojen la planta ya, para que pueda la ley seguir los pasos que corresponden”.

Pero, ¿no han demostrado los obreros de MadyGraf que son la única solución a que no queden familias en la calle, que el fraude de Donnelley lo pague el pueblo trabajador? ¿No han demostrado que pueden trabajar sin patrones, y que pueden ponerla al servicio de la comunidad? Ahí están los 45 días de trabajo, imprimiendo materiales que incluso la patronal había dejado sin entregar, y donando 10 mil cuadernos a los alumnos de escuelas públicas de Tigre.

¿No ha denunciado la propia presidenta Cristina Fernández, por cadena nacional, que Donnelley hacía “terrorismo” y “fraude”? ¿No están sus gerentes impedidos de salir del país, ante tamaño fraude?

En el transcurso de la conversación, insisten en que el manejo de los trabajadores que decidieron defender los puestos de trabajo “es fuera de la ley”. Matías se queja: “La toma es incurrir en un delito. La quiebra quedó demostrada, por lo cual intervino la AFIP y un par de organismos más. En ningún momento es fraudulenta. Yo te digo que como operario la situación ahí adentro no estaba bien. Hacía dos años más o menos que venían dos máquinas paradas por mes, y varias cosas. Vos veías que la cosa estaba mal, pero no se si por la empresa o la comisión interna”.

Parece que Matías está mal informado (o bien para defender a la buitre Donnelley niega la realidad). Primero, luego de ocupar la planta, poner a funcionar la fábrica y movilizarse, los trabajadores consiguieron la aprobación de la cooperativa MadyGraf, y el mismo juez debió pagar los salarios por los trabajos realizados en la gestión obrera. Además está en marcha el proyecto de expropiación de la fábrica. Pero además, los trabajadores mostraron que la empresa no tenía una crisis que justifique su repentina quiebra.

Este año, los trabajadores lograron poner freno al RePro (subsidio estatal) que fue clave para que el Ministerio de Trabajo rechace el Plan Preventivo de Crisis presentado por la patronal, ya que no aducía deudas y facturó este año 218 millones a nivel global. La multinacional de origen norteamericano tiene 57 mil empleados en 41 países de 4 continentes.

Alberto, que estaba en el área comercial, denuncia enfurecido. “Paraban la planta por cualquier motivo. Hubo paros de una hora por turno en apoyo a los petroleros del sur. Y eran temas que Donnelley no podía manejar. Que haya un conflicto de petroleros no tiene nada que ver con la gráfica”. Ana remata: “Acá no hay delegados, nada. No tenemos ideología política”.

Los trabajadores de Donnelley nunca renegaron de su “politización”, ni todo lo que han avanzado, como ellos dicen, en su “conciencia de clase”. Junto a su valiente Comisión de Mujeres, siempre han cultivado la solidaridad, que van desde el apoyo a los petroleros de Las Heras, así como la donación de parte de su fondo de lucha a sus compañeros de Lear que pelean por la reincorporación.

Movilización de trabajadoras y trabajadores de la ex Donnelley, hoy Cooperativa Madygraf
Movilización de trabajadoras y trabajadores de la ex Donnelley, hoy Cooperativa Madygraf

El problema es que ideología política y de clase uno defiende.

O se está con quienes levantan una bandera para toda la clase obrera, Familias en la calle nunca más, y quieren estatizar la fábrica para gestionarla y ponerla al servicio de la comunidad. O con quienes quieren que una multinacional buitre se salga con las suyas, dejando en la calle a cientos de familias y haciendo una quiebra fraudulenta.

La enorme popularidad de la causa de MadyGraf, contra la soledad de los jerárquicos de Donnelley, no dejan dudas de qué lado están las fuerzas para ganar esta batalla.