El ex ministro Gerardo Varela ha decidido ufanarse el día de ayer en el mercurio de su abierto negacionismo contra las violaciones de DDHH cometidas por carabineros y el ejercito desde la rebelión de Octubre.
Lunes 20 de abril de 2020
El día domingo en una de las columnas dominicales del Mercurio volvió a aparecer, tras darse unas largas vacaciones para meditar sobre su vocación, el ex ministro Gerardo Varela. El objetivo de volver a entrar en circulación en el debate nacional era para infundir valor en sus amigos empresarios y el gobierno que les permita tomar decisiones difíciles en los complejos momentos que atravesamos.(1)
Su columna se centra en tres casos emblemáticos de la rebelión de octubre que fueron muy gráficos de la fuerte represión que ejerció el gobierno de Piñera sobre la población que se movilizaba.
Tres casos: tortura, violación y mutilación que lejos quedaron de ser hechos aislados sino que fueron el panorama recurrente de la violencia sistemática de los aparatos represivos contra miles de trabajadores, mujeres y en especial la juventud.
Varela relativiza todos ellos para sostener que fueron flagrantes alteraciones a la realidad con el objetivo de desprestigiar al gobierno y a carabineros. Apoyándose en opiniones de funcionarios judiciales emitidas aún cuando las investigaciones no ha permitido esclarecer los hechos precisamente por el obstruccionismo del propio gobierno que ha desplegado todos los recursos , ayudados por los tribunales y la fiscalía , para mantener la impunidad de los uniformados, sus "servidores públicos" ,tan necesarios para mantener el orden capitalista y evitar que la verdad en detalles de sus acciones sean conocidos por la opinión pública.
El ex ministro le entrega a los empresarios mayores motivos para relajarse en el asado familiar del domingo o disfrutar de la "escapadita" en helicóptero a Zapallar mientras la mayoría de los trabajadores se consume ante el miedo y la incertidumbre del desempleo de arriesgar su vida comprometiendo severamente su salud ante la pandemia del covid19 que aún no termina.
Los empresarios seguro brindaron este domingo celebrando que ni en sus mejores sueños se hubiesen imaginado que en tan poco tiempo y sin ningún tipo de resistencia, algo que hace unos meses todos veían impensable luego de la revuelta de octubre, lograrían precarizar y flexibilizar tan masivamente los derechos de la población trabajadora. Varela ahora les entrega un nuevo motivo para ufanarse al atreverse incluso a relativizar el flanco donde su gobierno era más débil, la violación sistemática de los derechos humanos.
Y ante un escenario que muchos acusan como "distópico", con panelistas reaccionarios copando todos los medios y las organizaciones sindicales oponiéndose mediante "videollamados", es que los revolucionarios y revolucionarias debemos tener más presente que nunca que la realidad es siempre un terreno de disputa, no por que esta no exista, por que esta es constantemente falseada por los distintos gobiernos y los empresarios.
Las "Fake News" no fueron inventadas en la elección de Donald Trump con las acusaciones de los demócratas de la injerencia Rusa que manipulo la opinión pública con hábiles hackers informáticos que distorsionaron la realidad. En todas las guerras, crisis y conmociones sociales los empresarios y los gobiernos falsean o acomodan la realidad para mantener su hegemonía y conducción de los asuntos sociales, más aún en momentos donde se les presentan importantes encrucijadas.
Podríamos especular entonces, que incluso en este formidable escenario para los empresarios donde los trabajadores se arrodillan sin resistencia no les deja conciliar el sueño ante el fantasma de la rebelión que nadie ha sido capaz de exorcizar para temor de la gente de bien de este país.
Necesitan de un Varela que los tranquilice con su negacionismo prepotente y simplón, que sin necesidad de recurrir a evidencia sino solo a una mediana capacidad de artícular un discurso coherente de que es posible incluso negar los abusos policiales sin temor a despertar "la ira de las masas".
Y quien más que Varela podría darse el gustito de minimizar los padecimientos de las víctimas de la violencia policial y militar. Quien más podría ser sino aquel que incluso se atrevió a relativizar la demandas del mayo feminista contra la violencia hacia las mujeres calificándolas como "pequeñas humillaciones".
Pero la especulación es una pobre forma de política, y hoy los trabajadores no necesitamos especular ni hacer psicoanálisis , por más que los panelistas opositores de los matinales televisivos insistan en centrar el problema del gobierno y la derecha en este punto,necesitamos pensar un plan de acción y planificar como pondremos freno a los ataques que sustentan la prepotencia de personajes que en otro contexto serían insignificantes como el citado abogado.
Ante estas muestras de alarde es necesario redoblar aún más la convicción de que sin una alternativa política, sin una organización sólida que defienda los intereses de la clase trabajadora estas muestras de altanería patronal se continuarán replicando sin ningún tipo de respuesta, sobre todo cuando observamos a un Frente Amplio y un Partido Comunista denjadose pisotear por estos personajes permitiendole que dirijan en paz la precarización de los empleos con la excusa hipócrita de que la guerra contra el covid19 asi lo amerita.
El discurso de anoche de Piñera, evidentemente escrito por la cámara de comercio, es otra muestra más que el gobierno ha adquirido la seguridad y la soberbia que a ratos les parecía esquiva de saberse dueños de la situación, y el Mercurio sin duda no pondrá reparos en llenar sus paginas de columnistas dispuestos a esparcir mentiras y distorcionar la realidad para imponer por todos los medios la agenda política de los próximos días. En esto tiene razón el ministro Mañalich cuando dicen "los medios buscan la noticia aunque tengan que mentir"
Piñera al igual que Varela alardearán de su negacionismo y de su capacidad de mostrar seguridad ante una apuesta arriesgada de obligar a trabajar igual en condiciones de pandemia y crisis económica para infundir confianza en los empresarios que continúen su ataque a toda linea contra las condiciones laborales para preservar sus ganancias. Tal es su confianza que Varela incluso desliza que si lo que falta son recursos entonces que el Estado los obtenga demandando por sumas millonarias a artistas, actrices y actores y a todos quienes difundieron "mentiras" sobre la acción policial.
De que esta apuesta se vea frustrada no basta confiar con una futura e incierta reactivación de la protesta social con la que muchos se consuelan por el hecho de dejar pasar tantos ataques seguidos. Dependerá de cuanta resistencia podamos mostrar incluso en plena cuarentena generalizada y fortalecimiento de los aparatos de represión, será como nos preparemos en la construcción de una alternativa política que sea capaz de hacerles frente para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.
Gerardo Varela, "la mentira tiene patas cortas", 19 de Abril 2020, El mercurio
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario