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Red Internacional
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A 48 años de la dictadura cívico-militar. Ex presidente Lagos quiere mantener pacto de silencio que protege a torturadores

Tras la aprobación de eliminar cláusula de secreto del Informe Valech, el ex presidente Ricardo Lagos envía carta a la Convención Constitucional solicitando la mantención de este código que favorece a la impunidad.

Sábado 11 de septiembre de 2021

El 28 de agosto, la Comisión de DDHH de la Convención Constitucional aprobó terminar con la cláusula de secreto el Informe Valech, que recoge testimonios de sobrevivientes de la Dictadura y que estableció 50 años de confidencialidad de las instituciones castrenses, es decir que los relatos no se podrían ser develados a la sociedad.

En relación a esto, apareció el ex presidente Lagos, mediante una carta a la convención, rechazando la iniciativa. Esta cláusula favorece a la impunidad que, a 48 años de la dictadura cívico-militar, no se ha avanzado a esclarecer en verdad y justicia en causas de violaciones a los DDHH. Un verdadero pacto de silencio que protege a los torturadores y que el ex presidente Lagos busca mantener.

La excusa que da el ex presidente es que “afectaría gravemente la fe pública y defraudaría a las propias víctima y familias” y que “Un número importante de las victimas presentaron sus testimonios, sabiendo que sus casos no serían develados al público, incluyendo las formas de ejecución de los tormentos que sufrieron”. Sin embargo, el secreto impuesto de la comisión fue elaborado con posterioridad a la recolección de testimonios, con la ley 19.992 promulgada en el 2004, es decir que las personas que concurrieron a declarar no sabían que se mantendría en secreto, ni que duraría 50 años.

A partir de este secreto, se prohíbe el acceso a documentos, testimonios y antecedentes aportados por víctimas de la dictadura, persiguiendo penalmente a quienes no respeten esta ley. Una ley a la medida de los partidos de la Concertación y la Derecha, que establecieron una transición pactada para no acabar con las políticas de la dictadura y mantener la Constitución de 1980 y el modelo neoliberal, con efectos sociales, políticos y económicos que se construyeron en 32 años de gobiernos post-dictadura.

El fin del secreto ha sido una de las reivindicaciones más sentidas por sobrevivientes organizados, que ha llegado incluso a huelgas de hambre de ex presos y presas políticas. Asimismo, cientos de organizaciones de Derechos Humanos están a favor de esta medida.

Para la Comisión Chilena de Derechos Humanos, la medida d la Convención es positiva. Carlos Margota, director de la Comisión chilena de DDHH señaló:

“levantar el secreto respecto de la información contenida por la Comisión Valech, constituye un imperativo ético y moral para la sociedad chilena en su conjunto y sería de una enorme contribución tanto respecto de la memoria de nuestro país a objeto que las futuras generaciones conozcan exactamente el horror sufrido durante 17 años con la aplicación de la política de exterminio aplicada por la dictadura cívico-militar y además permitiría avanzar en terminar con el pacto de silencio que sin lugar a dudas ha contribuido a generar este clima de impunidad”.

Acabar con el pacto de silencio es una deuda pendiente para avanzar en verdad, justicia y reparación. Es un antecedente importante para los procesos que se abrieron tras la rebelión y en donde también los responsables políticos y materiales gozan de total impunidad.