El metro de la CDMX ha presentado fallas en el servicio, choques y negligencias de las autoridades que han generado la muerte de algunos usuarios.
Jueves 12 de enero de 2023
En redes sociales se viralizaron las fotos del funeral de Yaretzi, la estudiante de la carrera de Artes Plásticas en la UNAM que desafortunadamente perdió la vida el pasado 7 de enero por viajar en el metro. Sus amigas y familiares la despidieron con la canción “Hasta la raíz”, de Natalia Lafourcade.
Para todas y todos los trabajadores, estudiantes, amas de casa, las imágenes nos resultaron indignantes, pues todos los días utilizamos este sistema de transporte y, el día menos pensado, este puede ser también nuestro destino.
Se estima que el metro transporta a diario a 4.6 millones de usuarios. Es el transporte por excelencia de la clase trabajadora y de los jóvenes de la CDMX. Es también el más económico.
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De acuerdo con el Índice de Movilidad Urbana 2018 los hogares mexicanos destinan el 19% de sus ingresos a trasladarse, lo que equivale a un promedio de mil 815 pesos mensuales. Además, en los últimos años el precio del metro y de otros sistemas de transporte se ha incrementado.
Los mexicanos destinamos un promedio de 88 minutos al día en viajar en el transporte público, mientras que el 30% hace más de dos horas y espera 11 minutos en las estaciones del Metro, reveló un estudio de la aplicación Moovit en el 2016. E incluso cuando llueve puede duplicarse ese tiempo, ya que las inundaciones alteran el tiempo en el transporte debido al pésimo drenaje de la CDMX.
Muchas maestras y maestros en las escuelas públicas y privadas, nos trasladamos hasta tres horas a nuestros centros de trabajo, ya que nos asignan escuelas muy lejanas a nuestros domicilios. La mayoría de nosotros utilizamos este medio de transporte.
El riesgo de transportarse diariamente en la CDMX
Viajar en transporte público cada día se vuelve más riesgoso. De acuerdo a cifras oficiales del 2010 al 2022 se registraron 238 mil 935 delitos, el principal es robo a transeúnte.
Cualquiera que se traslade cotidianamente a la escuela o al trabajo sabe que viajar en el metro es una experiencia incomoda, pues el hacinamiento, la tardanza en la corrida de los trenes, los accidentes, robos y acoso son el pan de cada día.
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A pesar de ser uno de los transportes más rápidos -todavía conserva este estatus- y más baratos en la CDMX, los usuarios podemos observar cada vez más un metro en decadencia, constantemente aumenta el tiempo de espera en los trenes, estaciones con escaleras eléctricas averiadas, pasillos sin lámparas o que están rotas, puentes por donde pasan los trenes del metro que pareciera que están por desmoronarse, cables de alta tensión en los pasillos, inundaciones en época de lluvias, etc.
Con tal abandono no es de extrañar que sucedan tragedias como la del pasado 7 de enero en la estación Potrero, en donde lamentablemente perdió la vida Yaretzi y hubo 106 heridos según la más reciente cifra.
Aunque Sheinbaum asegura que están investigando para dar con los responsables y anunciaron la salida del subdirector de operaciones del metro, la política de los últimos años ha sido recortar el presupuesto ignorando las advertencias de las y los trabajadores del metro respecto al riesgo que implica no dar un mantenimiento adecuado a los trenes y las instalaciones.
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Exijamos un mejor transporte
La mayoría de quienes nos transportamos en este medio somos las y los trabajadores que movemos todo en el país: las y los maestros, las enfermeras, los obreros, los oficinistas, los estudiantes, los jóvenes, las amas de casa, etc.
No son los políticos ni los empresarios quienes arriesgan su vida al trasportarse en condiciones inseguras. No podemos esperar a que sigan ocurriendo más siniestros como el que le quitó la vida a Yaretzi para la que exigimos justicia, pues su muerte no puede quedar impune como quedaron las muertes de los jóvenes y trabajadores que fallecieron en el percance de la línea 12.
Las y los trabajadores del metro, así como los usuarios, debemos unirnos para exigir que haya una comisión de investigación independiente del gobierno y de las autoridades del metro, que pueda determinar quiénes son los responsables de estos hechos. Asimismo, debemos exigir que el metro tenga un aumento presupuestal inmediato para mejorar la infraestructura y el servicio y darle el mantenimiento que requiere; esto de la mano de conquistar que la gestión del servicio quede en manos de los trabajadores del metro y los usuarios para garantizar la seguridad y la gratuidad de este servicio tan importante para la movilidad de la ciudad.