Los jóvenes trabajadores de Rappi reclaman derechos que les son negados por esta empresa que ignorando todas las leyes laborales, pretende tener esclavos y así seguir engordando sus ganancias.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 10 de noviembre de 2018
Primero hicieron un reclamo en la Secretaría de Trabajo a cargo, por ahora, de Jorge Triaca. Allí quedaron en citar a los trabajadores y a la empresa, pero todavía no tuvieron novedades.
También realizaron una denuncia en la AFIP, por evasión. Allí hay un expediente abierto y el organismo va citando a trabajadores para que declaren cómo reciben la paga, etc. Pero la empresa se niega a presentarse.
Ayer viernes más de 60 trabajadores se movilizaron hasta la sede que la empresa tiene en las calles Castillo y Darwin, en el barrio porteño de Villa Crespo, acompañados por la CTEP, la respuesta fue tomar represalias contra estos jóvenes, en su mayoría inmigrantes que vinieron en búsqueda de un destino mejor para sus vidas.
Lo primero que hizo Rappi fue bloquear en la plataforma a todos los trabajadores que estuvieron participando de la protesta. Más de 60 jóvenes, que permanecieron conectados por más de 10 horas a la plataforma que les asigna destinos (su trabajo de delivery) solo recibieron en el día un solo pedido.
Los trabajadores denuncian que la empresa no los recibió y vía telefónica solo les dijeron que se retiren del lugar, que no tenían nada que hablar con ellos. Desconociendo sus obligaciones legales para con los empleados.
Esta empresa de pedidos on line, que tiene presencia en Colombia y México y desde el año pasado también en Brasil, emplea a más de 800 trabajadores en la región. El denominador común son jóvenes que necesitan un trabajo para poder vivir, costearse sus estudios, colaborar con sus familias para gastos de vivienda, etc.
Les pagan un porcentaje ínfimo de la venta, no tienen ningún derecho laboral, están en negro, y son obligados a transportarse, mayoritariamente en bicicleta, por los barrios de la ciudad cargando las vistosas cajas cuadradas, llenas de los pedidos que deben entregar en pocos minutos.
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Los usuarios de la App que presenta esta empresa, pueden pedir literalmente lo que quieran, y los jóvenes tienen que salir, también literalmente, corriendo a satisfacer los pedidos. Así es la explotación siglo XXI para un sector de la juventud precarizada.
Este lunes los trabajadores difundirán un comunicado con las últimas novedades de su lucha.