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Red Internacional
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Derechos Democráticos. Expulsión política en la Normal Superior de México

“En este país ser estudiante, trabajador y activista es un crimen que se paga con la vida, la cárcel o la expulsión de las escuelas.” Nuestro compañero, colaborador de La Izquierda Diario y militante del MTS (Movimiento de los Trabajadores Socialistas), Aldo Santos, está siendo víctima de persecución política y represión por parte de las autoridades de la Escuela Normal Superior de México, quienes decidieron expulsarlo de esa institución de manera arbitraria para castigar a un estudiante que se ha puesto al frente de las luchas en defensa del normalismo y la educación pública. Desde La Izquierda Diario desplegaremos una gran campaña en solidaridad con nuestro compañero, te invitamos a impulsarla a través de las redes sociales. Aquí la primera nota de denuncia:

Viernes 4 de septiembre de 2015

En este país ser estudiante, trabajador y activista es un crimen que se paga con la vida, la cárcel o la expulsión de las escuelas.

Mi nombre es Aldo Santos. Soy estudiante de la Escuela Normal Superior de México en la especialidad de Geografía. Desde que ingresé a esta institución me he sumado a las luchas que los normalistas hemos dado en defensa de nuestras escuelas, por la presentación con vida de nuestros compañeros de Ayotzinapa y en contra de la reaccionaria “reforma educativa” que el gobierno pretende imponer. Por esa razón, las autoridades de la ENSM decidieron expulsarme.

El pasado 20 de agosto tuve que presentar un examen extraordinario, ya que por cuestiones de trabajo no pude cumplir con el porcentaje de asistencias exigido en la normal para poder acreditar una materia.El proceso de “regularización” estuvo plagado de anomalías de acuerdo con la normatividad establecida: la guía de estudio se me entregó dos días antes del examen, éste no se basó en la guía y nunca me fueron presentados los criterios de evaluación.

Aun así, como reconoció una integrante del sínodo que me evaluó, ahí les demostré que había estudiado y que sabía, respondiendo satisfactoriamente a casi todo lo que me preguntaron. Ya que mi intención siempre ha sido formarme adecuadamente para poder llegar a ser un buen maestro y así poder ofrecer una mejor educación a los hijos de los trabajadores y del pueblo.

A pesar de ello, el lunes 24 de agosto el sínodo me informó que mi resultado en el examen fue reprobatorio. Ante mi inconformidad, uno de los sinodales, el licenciado Roberto Ramírez Fabiani, sólo atinó a decir que mi aprendizaje había sido“memorístico”. Ante la ausencia de argumentos válidos y sólidos por parte del sínodo para justificar su decisión, decidí retirarme de la sala y me dirigí inmediatamente a hablar con el director de la escuela, el doctor Gonzalo López Rueda, para comunicarle las irregularidades del proceso y exigirle la revisión del examen ante docentes imparciales y de probada honestidad académica.

Mientras hablaba con el director, Ramírez Fabiani se apresuró a registrar la calificación reprobatoria en el sistema, a pesar de mi inconformidad y de saber lo que implicaba al tratarse de un examen de última oportunidad. El director me pidió que le diera tiempo para pedir información del caso y que volviera al otro día. Al otro día me dijo que volviera al día siguiente y, al día siguiente (miércoles 26 de agosto), me informó que todo estuvo bien y que mi oportunidad de revisar el examen ¡ya había pasado!, notificándome al mismo tiempo mi baja definitivade la escuela.

Esta decisión ilegal, arbitraria y antidemocrática, opuesta a cualquier criterio académico, me hizo entender que mi “reprobación” y mi baja se trataba en realidad de una decisión para expulsarme de la escuela por razones políticas. Quieren así darle un golpe a todo el movimiento normalista, del que formo parte en el Distrito Federal, para poder imponer sin contratiempos la retrógrada reforma a las normales que acaban de anunciar, la cual entre otras cosas nos impone de hecho la ampliación de los años de estudio, rebaja nuestro nivel académico, así como pervierte el espíritu crítico y social de nuestras escuelas, dando continuidad a la reaccionaria “reforma educativa”.

Esta acción represiva es parte de la ofensiva del gobierno contra todos los que luchan en defensa de la educación pública y contra las evaluaciones punitivas. Por ello llamo a solidarizarse con mi caso y a impulsar la más amplia unidad contra la represión,en el entendido de que ¡si tocan a uno nos tocan a todos!

¡No a la expulsión de estudiantes por motivos políticos! ¡Alto a la represión contra los estudiantes y maestros combativos!, ¡Alto a las evaluaciones punitivas y a las bajas por consigna! ¡Derecho de revisión por un sínodo imparcial, independiente de las autoridades y de reconocida probidad! ¡No a la contra reforma de las escuelas normales que desprecia y degrada nuestra formación, así como amenaza el empleo y los derechos de cientos de maestros y trabajadores normalistas! ¡Abajo la reforma educativa! ¡Si tocan a uno, nos tocan a todos!

Firma aquí la petición de change.

Aldo Santos
Correo: [email protected]; Facebook: Aldo Santos; Cel. y WhatsApp: 55-1343-1037.30/8/15.