Nuevo jugador. Extractivismo de litio: Tecpetrol (grupo Techint) adquiere el 54 % de una empresa canadiense

El grupo Techint de Paolo Rocca será parte de la extracción de litio en el país, mediante la adquisición del 54% de las acciones de la empresa minera canadiense Alpha Lithium. Luego de varias ofertas, Tecpetrol, la rama petrolera de Techint, se hizo de las acciones por una suma valorada en aproximadamente 177 millones de dólares, según EconoJournal.

Tecpetrol es uno de los grandes beneficiarios de subsidios, con el gobierno del Frente de Todos bajo el plan Plan Gas IV, y con el gobierno de Macri, bajo el Plan Gas No Convencional. Solo desde el período que va desde enero de 2022 hasta mayo de 2023 recibió $ 17.169.611.251.

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Con este ingreso en el mercado del litio, el grupo diversifica sus inversiones y apuesta por la transición energética corporativa de grandes países que promueven la industria de autos eléctricos y nuevos negocios verdes. Mientras tanto, en el país, la apuesta energética sigue siendo la explotación de hidrocarburos con Vaca Muerta a la cabeza, agravando la crisis climática y la destrucción local. La técnica del fracking ya causó más de 400 sismos inducidos en Sauzal Bonito, ubicado enfrente de Fortín de Piedra, el área de la que Tecpetrol extrae gas.

La empresa del grupo Techint que adquiere las acciones se llama TechEnergy Lithium Canada Inc. La participación, que podría ampliarse en los próximos 10 días, otorga a Techint acceso a dos proyectos de litio avanzados, ubicados en las provincias de Salta y Catamarca.

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Uno de los proyectos, ubicado en el Salar Tolillar en Salta, abarca 27.500 hectáreas y ya ha completado la construcción de una planta piloto que actualmente tiene una "capacidad de 25 toneladas por año de carbonato de litio equivalente (LCE) y puede procesar alrededor de 1000 litros de salmuera por hora", según la página oficial de Tecpetrol, y se espera una producción de 50.000 toneladas al año de LCE.

El segundo proyecto se encuentra en el Salar del Hombre Muerto en Catamarca y abarca 5.000 hectáreas. En este salar, se encuentra operativo desde hace más de 25 años el proyecto Fénix de la estadounidense Livent, recientemente fusionada con Alkem, que también opera en el Salar de Olaroz (Jujuy). En todos estos años, los impactos en la cuenca, en los humedales y la biodiversidad han sido muy negativos.

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Los métodos de extracción, ya sea el evaporítico convencional o el llamado de extracción directa patentada por Livent (DLE, por sus siglas en inglés) consumen enormes cantidades de agua, salada y dulce, en una zona caracterizada por la aridez. Esto afecta las cuencas endorreicas y los humedales, que se secan, como las vegas del Río Trapiche en el Salar del Hombre Muerto.

El proyecto de Techint se encuentra en una etapa avanzada de exploración, con planes para perforar 12 pozos exploratorios en el transcurso de este año, lo que ya ocasiona graves impactos en la zona.

El avance sobre los salares altoandinos se realiza en detrimento de las comunidades originarias locales, que resisten y se oponen al extractivismo de litio, en defensa del agua. Estas comunidades viven en general de la cría de ganado ovejas, llamas y cabras, entre otras actividades económicas artesanales que se ven amenazas por la actividad de las grandes empresas.

Según estipula el Convenio 169 de la OIT para actuar sobre los territorios de las comunidades originarias se debe cumplir con la Consulta, Previa, Libre e Informada, antes de la exploración o de cualquier acción, y si las comunidades no dan su consentimiento, no puede haber explotación ni actividad de ningún tipo. Pero cuando prima la ganancia capitalista, se avasallan todos los derechos democráticos.

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