Desde el regreso a clases presenciales en la FCPyS la biblioteca no se había abierto hasta el viernes 30 de septiembre. Las autoridades justificaban que eran les trabajadores quienes no querían abrirla mientras a elles les decían que les estudiantes ya no necesitábamos más libros físicos, pues todo estaba en línea.
Emilia Macías @EmiliaMacas1
Martes 4 de octubre de 2022
Pero ninguna de estas cosas es real, lo que buscaban era ponernos en contra para así limpiarse las manos. Por eso decidimos entrevistar a quienes han vivido en carne propia la situación de la biblioteca, para conocer la verdad y no las falsas acusaciones de la dirección.
LID: ¿Qué está pasando en la biblioteca?
Paola: Primero, en la biblioteca hay dos turnos con situaciones totalmente distintas, porque ambos turnos operan y funcionan de distinta manera, entonces eso genera problemáticas y también nos ponen en contra entre trabajadores.
Hasta ahora la problemática principal es el trabajo que se está haciendo de descarte de libros. A los trabajadores se nos planteó que se divide en dos partes: una fue un listado de libros que ya estaban investigados por la comisión, libros que se tienen que retirar porque son libros viejos, pero aún hay en el acervo, que son los que aún no se consultan y somos conscientes de que hay algunos que no tienen caso que permanezcan ahí. La otra parte se nos manejó como un probable descarte en el que nosotros, por nuestro conocimiento del movimiento de acervo, es importante que lo tengamos que hacer.
En una mesa de trabajo planteamos la problemática de que a nosotros no se nos capacitó, es un trabajo que no está bien hecho porque la realidad es que no conocíamos realmente él detrás de cada uno de esos libros. Se tiene que investigar cada libro y de ahí ya la comisión decidir si sale o no; había muchísimo material nuevo y de reparación en otras áreas, alrededor de unas 180 charolas, pero ese material ya no cabe en el acervo, entonces al momento de hacers nosotros el descarte intercalamos ese material y hacemos el reajuste del acervo.
Cuando pregunté que qué iba a pasar con el material que se va de probable descarte, me comentaron que ese material ya no iba a regresar. Nos preguntamos que cómo eso era posible, pues no todo se tenía que ir, no se va a investigar todo, y aun así afirmaron que ese material ya no regresaría y si la comisión lo quería regresar, pues buscarían pretexto para que ya no regresara.
Entonces fue cuando entró mi preocupación, le comenté a mis compañeros y pensamos que no estábamos haciendo lo correcto. Por eso fuimos con Patricia Torreblanca (Secretaria Administrativa de la Facultad), para pedirle que nos dejen revisar nuevamente ese material. Nos acercamos a la coordinadora de la biblioteca y nos amenaza diciéndonos que, si se nos ocurre sacar un solo libro de esas cajas, inmediatamente iba a ir con Patricia. Al día siguiente llegamos y nos encontramos con que las cajas (alrededor de 700 con entre 50 a 70 libros) ya están selladas y firmadas para que no las abramos.
LID: ¿Qué dijo la dirección?
Paola: Hablamos con Torreblanca y dijo “ustedes no vuelven a tocar un libro, de esas donde lo toquen se las van a ver conmigo, esos libros ya se van a que los revisen y todo”.
Nosotros lo único que pedimos es la investigación de lo que está pasando. Es nuestra materia de trabajo, es su materia de estudio. Ellos ponen el pretexto de que los alumnos ya no van a la biblioteca, que los alumnos no consultan, entonces que todos los libros ya están digitalizados. Creemos que una biblioteca es para crecer no para desaparecer. Aunque muchos libros ya estén digitalizados, debe de haber libros en existencia en físico porque creemos que muchos alumnos lo necesitan. Nos preocupa mucho ver que en toda la parte de atrás de la biblioteca se vaciaron los nichos, se quedaron vacías como unas seis u ocho filas de los bloques que hay en la parte de enfrente.
LID: ¿Cuáles son sus demandas?
Paola: Lo que pedimos es que nos apoyen para recuperar todos los libros, que no salgan de la biblioteca hasta que no sean revisados por una comisión de la Biblioteca Central. No es justo que sólo saquen los libros, que nos den largas para que se nos olvide; además ni siquiera les van a dar otro uso.
Está muy fuerte, porque son muchas cosas y no hay comunicación realmente, sólo ponen excusas como que los estudiantes no entran a la biblioteca, pero son muchísimos los que no tienen aparatos electrónicos para tener los libros en sus casas, quienes no tienen la oportunidad de tener internet en donde sea, sólo es volver más elitista la educación y nos preocupa.
LID: ¿Tú qué piensas respecto a que sólo un sector tome las decisiones de toda la Universidad?
Paola: Me parece mal, yo creo que tendría que haber comisiones de estudiantes, académicos y administrativos y de ahí todos poder tomar las decisiones, no sólo un reducido sector, porque obviamente ellos van a ver a su favor y son los que salen ganando. Deberíamos estar todos y todas involucradas y así poder llegar a un buen acuerdo.
La biblioteca, pero en general es nuestro espacio y es nuestra Universidad, no de esa casta dorada que decide sobre nosotros, ahora lo importante es unir fuerzas y desmentir lo que dice la dirección para ponernos en contra. Nosotros queremos poner papel, abrir las salas de cómputo y apoyarles como se pueda.
Ahora la biblioteca se abrió, pero no fue por la buena voluntad de la administración, fue por la fuerza de la organización de estudiantes en conjunto con los y las trabajadoras, que sentamos a la dirección a una mesa de diálogo pública.
Pero no nos conformamos con eso, este debe ser un primer paso para ir por mucho más. Sólo con la unidad de los tres sectores (estudiantado, profesorado y les trabajadores) podemos conquistar una universidad al servicio de las grandes mayorías, no de un reducido grupo de personas que se enriquecen a costa de precarizar las condiciones de estudio y trabajo.
Sigamos en pie de lucha, articulando las demandas de las distintas escuelas de la UNAM del IPN y a nivel nacional que se están organizando para defender el derecho a la educación junto a las y los trabajadores de este sector. Nos vemos este domingo 9 de octubre en la asamblea interuniversitaria para coordinar un plan de lucha y un movimiento en las calles en defensa de la educación y de los derechos laborales