Finalmente el Comité Ejecutivo de la entidad rectora del fútbol internacional determinó que el Congreso extraordinario para elegir autoridades será el 26 de Febrero del año próximo. El mandato de Blatter tiene fecha de vencimiento, pero la FIFA seguirá pudriéndose en corrupción.
Martes 21 de julio de 2015
Foto: AFP
Una vez establecida la fecha de convocatoria al Congreso extraordinario, el presidente de la entidad -Joseph Blatter- fue sorprendido por una acción protagonizada por el humorista británico Lee Nelson que tras ubicarse frente a Blatter le arrojó una lluvia de dólares falsos. "Esto no tiene nada que ver con el fútbol", se quejó amargamente. Fue la primera situación que incomodó al cuestionado dirigente, luego vendrían una serie de preguntas como para dejarlo "en offside".
Luego de haber sido reelegido al frente de la institución el pasado 29 de Mayo, apenas 4 días después de que explotara el escándalo de corrupción por los derechos de televisación, que derivó en la detención de 14 dirigentes y empresarios. Pero el 2 de Junio, Blatter se vio obligado a descomprimir la situación anunciando la convocatoria a un congreso para volver a elegir al Presidente de FIFA. Aunque unas semanas después -cuando las aguas se habían aquietado un poco- hasta amagó con presentar su propia candidatura para esa instancia (lo que hubiera significado una provocación), finalmente aseguró que su mandato terminará cuando asuma el nuevo mandatario. En total, habrán pasado nueve meses desde el estallido del escándalo y el Congreso extraordinario, plazo acorde a los deseos del suizo.
Para las elecciones del 26 de Febrero próximo ya comenzaron a barajarse nombres: el que suena más fuerte es el de Michel Platini (titular de la UEFA), que al día de hoy cuenta con apoyo de federaciones de Sudamérica, Norteamérica, Asia y -por supuesto- la mayoría de Europa. Pero las numerosas África y Oceanía no lo respaldarían por el momento. Otro que se anotó para la contienda es el ex jugador brasileño Zico.
En la conferencia de prensa oficiada tras el anuncio, Blatter expresó que su deber es "defender a la FIFA de los ataques externos" y habló de "presiones" que perjudican a la institución. Cuando se abrió la ronda de preguntas, varios periodistas hicieron referencia a su renuncia, a lo que el suizo respondió con una serie de eufemismos evitando dar a entender que está renunciando de hecho: "Yo no abandoné las funciones. Sigo siendo el presidente de la FIFA y estaré cumpliendo ese cargo hasta el 26 de febrero próximo. Lo más importante ahora es cuidar la imagen de la FIFA. Yo jamás en mi vida he renunciado a nada", expresó.
Los nueve meses que separan a la asunción de Blatter de su paso al costado una vez elegido el sucesor servirán para organizar una transición ordenada. La "defensa de ataques externos" a la que refiere "Sepp" da a entender una defensa corporativa de los negociados de la FIFA evitando que se siga erosionando su credibilidad. Platini, la UEFA y los actuales dirigentes del fútbol mundial se embarcan en la misma tarea. Serán nueve meses para parir una "nueva" FIFA, sin Blatter pero que garantice las mismas o mejores posibilidades de enriquecimiento y negocios. La FIFA con Blatter tiene fecha de vencimiento, la podredumbre seguirá intacta.