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Red Internacional
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OPINIÓN. FUBA: un Congreso que inspira...una reflexión

Convocado para los próximos 13 y 14 de junio, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), realizará su congreso ordinario en donde se elegirán autoridades. La ocasión, invita al debate sobre el rol del movimiento estudiantil en la nueva etapa.

Miércoles 8 de junio de 2016

Fotografía:Enfoque Rojo

Los estudiantes, como parte de eso que en el “boom” de post guerra se dio en llamar Juventud, han sabido hacerse un hueco en los hitos de lucha del siglo pasado. Tal vez algunos stencils, o remeras que se vieron en las movilizaciones estudiantiles de los últimos meses en Chile, en Brasil o en Francia, hablan de que en algún lugar del inconsciente colectivo, pese a los años de dictaduras y neoliberalismo, las voces de los estudiantes del Mayo parisino, del otoño italiano, y del cercano Mayo Cordobés, siguen rebotando en las aulas del mundo.

La actual crisis capitalista sembró escépticos. Pero no de sus propias fuerzas, sino de un sistema que ni a sus padres, ni a sus hijos les dará nada. Los indignados españoles, los que pasan la “noche de pie (Nuit Debut)” en Francia, esos negros de Ferguson, esos jóvenes que se sienten parte del 99%, o aquí en el continente, los estudiantes chilenos que no entienden porque la educación tiene que ser un privilegio: todos ellos son los hijos de sus crisis. Una “nueva izquierda”, léase Podemos, léase Sanders, (aunque en el partido demócrata), léase Syriza, se hizo eco de algunos de esos fenómenos y les dio vía institucional, sacándolos de las calles, secando un poco la transpiración a los peces gordos del capitalismo. Pero la crisis entro en una nueva etapa. Los llamados “emergentes” como Argentina o Brasil, también estamos entrando en una etapa de crisis económica. En el viejo continente empieza un “segundo round”, en donde ya los estudiantes Franceses mostraron que son capaces de inspirar a los trabajadores para salir a enfrentar el ajuste.

En un “ya no emergente”, las cosas empiezan a cambiar.

En argentina en particular venimos de años en donde el crecimiento económico (limitado por donde se lo viese), mantuvo a la juventud, sobre todo la estudiantil, bastante alejada de los fenómenos mundiales. El kirchnerismo se encargó de pasivizar a la comunidad educativa durante estos 12 años. En la UBA mantuvo el Status Quo con las viejas camarillas radicales mientras dejaba correr las leyes del menemismo. En el conurbano aposto a abrir universidades como “prenda de negociación” con los caciques provinciales. La confianza en que estudiando se podría lograr cierto ascenso social en un país gobernado por un ala del Partido Justicialista que tuvo que dar cuenta del 2001, aplacó en gran medida el rol del movimiento estudiantil en la escena nacional. Son escasos los momentos, en que bajo el Kirchnerismo, los estudiantes hayan “movido el amperímetro” de la situación política.

Pero se abrió una nueva etapa política. Las expectativas son menores. La tarea que empezó Cristina la está profundizando a ritmo acelerado el macrismo. Una parte significativa de los estudiantes y los docentes se ubican ahora “del lado de enfrente” de un gobierno, que políticamente no los representa, que económicamente les está tocando el bolsillo y que culturalmente les recuerda a los 90’. La marcha educativa que núcleo a más de 40000 personas en la Capital Federal, y las marchas en La Plata, hablan de una nueva ubicación, que potencialmente puede ser una de las puntas de lanza de la resistencia en las calles al nuevo gobierno.

Esa movilización marca una tarea para la próxima etapa: organizar a estas fuerzas que se empiezan a despertar para enfrentar al macrismo y su proyecto de universidad. Un proyecto basado en la precariedad y mercantilización que deja el kirchnerismo, y que se propone “gestionar”, como la CEOcracia que son , la educación pública en busca de “beneficios” (empresarios) y “costos” (para los trabajadores).

¿Por qué la FUBA no tiene nada que ver con esto?

Pensar en la necesidad de organizarnos, nos obliga a reflexionar entonces en las organizaciones que hoy tiene el movimiento estudiantil. En la UBA, la Federacion Universitaria de Buenos Aires (FUBA) desde el 2001 se mantuvo bajo conducción de sectores de izquierda (los últimos años fueron el Partido Obrero y Patria Grande) .Sin embargo, lejos de ser un contra-modelo, la federación hizo poco por romper la pasividad que proponía el kirchnerismo.

Ante la pregunta del sub título: No tiene nada que ver porque no ha logrado tender lazos con los fenómenos que le opusieron lucha a los aspectos más noventistas del kirchnerismo. Poco tuvo que ver la Federación en crear lazos entre el movimiento estudiantil y las principales luchas obreras (Lear, Kraft, Gestamp, Docentes), en desarrollar campañas por demandas democráticas como la lucha contra el “Proyecto X” , los procesados por luchar, las represiones , o en organizar a las miles de compañeras que en los últimos años empezaron a decir #NiUnaMenos. La visión instalada durante años por el modelo de Franja Morada, burocracia estudiantil si las hay, se sintetiza en la idea “nosotros lo hacemos por vos”. Los centros de estudiantes asociados a los servicios no son otra cosa que constructores de barreras entre la “iniciativa por abajo”, y las conducciones de esas instituciones.

Y la FUBA conducida en los últimos años por la Mella y el Partido Obrero no ha logrado apoyarse sobre lo más progresivo de las luchas de las mujeres , los trabajadores y los jóvenes para romper esas barreras . La FUBA pelea, la FUBA hace campañas, la FUBA hace clases públicas. Pero nunca la FUBA advierte que sin llenar de contenido esas instancias (LINK http://www.laizquierdadiario.com/FUBA-la-asi-llamada-interestudiantil-que-no-fue), sin acompañar las experiencias parciales del movimiento estudiantil, sin tender puentes con las luchas de los trabajadores y las mujeres, los planes de lucha, las agendas cargadas y los congresos se vuelven un “servicio”, en donde ningún estudiante puede sentir que con o sin él los resultados son diferentes. Si el congreso va a definir el signo político de la Federación mediante “el poroteo” de los delegados que tiene cada fuerza ¿Por qué algún estudiante podría considerar que “está en juego la Federación”, que “Cambiemos quiere avanzar sobre el movimiento estudiantil? ¿Por qué alguno de los 40 000 que marcharon el otro día puede sentir que depende de él o ella defender la federación?

La opción fue clara: como la FUBA llego a esta nueva etapa desarmada para las peleas que vienen, para ser una referencia de la pelea contra el macrismo, opta por “defenderse” profundizando el modelo, mediante acuerdos y maniobras políticas. Pese a que el quorum para que luego de tres años el congreso sesione no aparece , La Mella apuesta a una alianza con el kirchnerismo, mientras el Partido Obrero les propone integrar la Federación pero con “su justa representación” (que no queda clara cual es). Ambas opciones son improbables ya que plantean un escenario similar al del año pasado, en donde hay un “empate sin resolución”, donde nadie (ni Franja Morada, ni la actual conducción) consiguen quorum propio, y donde la forma de conseguirlo implica alianzas que no cierran.

Vamo´ a organizarnos.

Pero estos problemas se multiplican cuando las tareas las impone la realidad. La realidad impone que empecemos a organizarnos en las facultades, en los cursos, con nuestros docentes, contra un gobierno que tiene un modelo privatista para la educación pública. Nos impone discutir que no queremos universidades al servicio de Monsanto y los laboratorios, ni en donde los hijos de los trabajadores tengan que dejar de cursar porque los tarifazos les vacían el bolsillo. La continuidad de la organización y de la pelea por el boleto, contra los recortes presupuestarios, y en defensa de la educación pública, van a ser vitales para llegar mejor preparados a los nuevos ataques.

Desde la Juventud del PTS, tenemos un ojo puesto en la juventud en el mundo porque queremos aprender de las enseñanzas que dejan sus luchas, para estar mejor preparados. El otro está puesto acá. Nuestra crítica a la federación no pretende quedar en la impotencia. Pero creemos que el debate no pasa por la elección de autoridades de la federación, en donde la propuesta de la Mella es “un gran frente ciudadano”, y la propuesta del PO es un “frente de izquierda” con los que marcharon con Scioli el 24 de Marzo, sino por discutir de que forma el movimiento estudiantil se prepara para la nueva etapa, y si querrá ser protagonista de las luchas contra el macrismo. Queremos ir al congreso a dar esta discusión, pero al mismo tiempo empezar a construir en las facultades puentes para que las experiencias del movimiento estudiantil tengan esta perspectiva. Por eso estamos lanzando agrupaciones en toda la universidad. Queremos prepararnos para ser protagonistas. Sumate!.


Gabi Phyro

Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica