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Red Internacional
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[Entrevista]. Fabián Bergero: “Existe un movimiento de medios independientes y autogestivos que construyen otras agendas”

Fabián Bergero es periodista, investigador y docente en la Universidad Nacional del Comahue, Neuquén. Creador de diversos emprendimientos periodísticos gráficos en la provincia. Investiga los modos de producción y distribución de los sitios de noticias digitales y en redes sociales y es autor de escritos y artículos en revistas especializadas.

Viernes 4 de octubre 08:51

Fotomontaje | Enfoque Rojo.

Resultaría imposible comprender la evolución del sistema de medios y comunicación del país sin considerar el sector alternativo, independiente o autogestivo de medios que tiene una extensa genealogía de debates, experiencias y también disputas con el sistema de medios hegemónicos que funcionan y organizan, como suele decirse, verdaderas “empresas” periodísticas. Bajo estas premisas el periodista, investigador y docente de la Universidad Nacional del Comahue, Fabián Bergero, analiza el impacto de la agenda informativa a la luz del proceso gradual e histórico de concentración de medios que el actual gobierno llegó para profundizar. Nos cuenta cómo ve a La Izquierda Diario en este contexto de transformaciones, “un medio que pasó de querer convencer a las personas convencidas a dar la batalla por ganar otras audiencias”. Mejor, pasen y lean.

- ¿Cómo definirías el panorama actual del sistema mediático-periodístico en el país, incluyendo prensa escrita, medios online, televisión, radio y el exponencial crecimiento de las redes sociales como fuentes de información y, por qué no, también de desinformación?

  •  La imposición de agenda es poderosa en los principales portales digitales (algunos asociados a versiones de papel), canales de televisión y emisoras de radio concentradas en pocas manos, y que inician un bucle que llega a nuestra región a través de las repetidoras de radio (las AM se replican acá en FM que retransmiten), televisión, web.

    - Las redes también han sido copadas por comunidades alrededor de influencers que fatigan los timelines con posicionamientos, agresiones, persecución y odio. Esta es la política oficial y de los medios hegemónicos que atienden a los mismos intereses económicos.

    El resultado es un menú bastante monolítico que está destinado a un segmento informado de la población (de la política, de los medios, de las militancias), pero que en la mayoría de la gente causa agotamiento, hastío, necesidad de evitar las noticias y de escaparse de la realidad a través de consumos banales en medios y redes. Es decir, una imposición agresiva de agenda que lleva a gran parte de la población al cansancio y al derrotismo.

    Del otro lado tenemos un vigoroso, activo y no tan conectado movimiento de medios más pequeños, independientes, autogestivos, de periodistas-medios que actúan en la web y en las redes cada vez menos sociales, que buscan construir otras agendas, más dispersas, cercanas a la gente y honestas en cuanto a tratamiento y contenido.

    - Ante una realidad política y social muy agitada, ¿cómo se ve afectado y/o cómo se preserva el valor del periodismo de autor, de la investigación periodística y de la confianza en las noticias como insumo para la formación de la “opinión pública”?

  •  En esos medios comunitarios, populares, independientes (contrahegemónicos, podríamos decir) el valor del periodismo tiene otro carácter. La investigación resurge, los temas son los afectan a la gente y que incomodan al poder. Revistas, diarios, páginas webs, blogs, incluso canales de streaming, cuentas en redes, programas de radio, entre otros medios y plataformas, muestran un periodismo que tiene un compromiso fuerte con la sociedad. Son muchos casos, muy dispersos, para nada concentrados, con anclajes muy locales y muy cercanos a los problemas cotidianos de la sociedad.

    - Una de las llamadas “batallas culturales” del Gobierno de Milei se presenta contra “el periodismo” tal como lo conocemos, incluso con mucha virulencia contra quienes podrían ser considerados más aliados suyos que enemigos. ¿Qué objetivo se puede vislumbrar en esa campaña permanente?

  •  Varios objetivos a la vez, pero con un fin único. Amedrentar, silenciar, atemorizar. Si ante cualquier publicación periodística, el titular de uno de los poderes más importantes del Estado sale a vapulear al autor u autora, lo denigra, ridiculiza, insulta o amenaza y desata la jauría de cotorras oficiales en medios y redes, se activan mecanismos de censura y autocensura cuyas consecuencias son nefastas para la democracia. El temor a ser víctima de esos ataques (que como demostró la revista Crisis, pasaron de los tuits al hecho) no sólo afecta a quien escribe o habla, sino además a su entorno familiar. Entonces la evaluación de riesgos suele ser siempre a favor de los violentos.

    Fabián Bergero.

    - A su vez el Gobierno viene tomando medidas que fortalecen el mercado ya concentrado de medios de comunicación. ¿Qué consecuencias pueden esperarse en el corto y mediano plazo en ese terreno?

  •  La concentración de medios es un proceso gradual, histórico y continuado. El breve imperio de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual había prometido poner freno a los procesos de acumulación de medios, pero el gobierno que lo impulsó nunca actuó con convicción, y los siguientes lo demolieron hasta lograr que nada impida continuar con la conglomeración. Es decir que no es un fenómeno distintivo de este gobierno, aunque es igual de peligroso para garantizar la multiplicación de voces, puntos de vista, la confrontación de ideas, el debate de agendas, los espacios para las minorías políticas, sociales y de cualquier tipo. Sólo los actores del mainstream están en los medios del mainstream.

    - Con sus particularidades, medios como La Izquierda Diario, que está cumpliendo diez años, también forman parte de ese universo nacional. ¿Cómo ves a nuestro medio en este contexto de transformaciones?

  •  Desde hace años veo una evolución en la lógica de informar de La Izquierda Diario. Es un medio que pasó de querer convencer a las personas convencidas a dar la batalla por ganar otras audiencias. Explicando, poniendo en contexto y en valor las noticias, contando la realidad desde abajo, desde la calle, que es exactamente el lugar en donde pasan las cosas y en donde debiera estar el periodismo. Por otra parte, demostró una enorme flexibilidad a la hora de buscar a su audiencia y a nuevas audiencias, incorporando lógicas de producción propias de la web, extendiendo alcance a otras plataformas (redes como Instagram o TikTok) y lo hizo con profesionalismo, que es una condición esencial para captar al público. La incursión en canales de streaming no hace más que reafirmar esto, en un momento en que hay que ir adonde está la gente a la que se quiere llegar, con mensajes nativos de cada medio, soporte o plataforma, y con contenido de calidad.

    Acerca del entrevistado

    Fabián Bergero es periodista, investigador y docente en la Universidad Nacional del Comahue, Neuquén. Creador de diversos emprendimientos periodísticos gráficos en Neuquén (La Trastienda de la Información, Periódico 8300 y 8300 Plan B), y del diario digital 8300web. Investiga los modos de producción y distribución de los sitios de noticias digitales y en redes sociales y es autor de escritos y artículos en revistas especializadas.