La Corte de Apelaciones de Concepción dictó un inédito fallo y condenó a Pedro Jarpa Foreste, ex empleado de CMPC, por ser cómplice de la matanza de 19 obreros en el emblemático el caso “Laja- San Rosendo” en 1973.
Lunes 16 de agosto de 2021
La sentencia determinó que Jarpa fue parte de la coordinación, junto a un grupo de carabineros, que identificó a trabajadores de la empresa papelera y Ferrocarriles que fueran opositores a la dictadura de Augusto Pinochet.
El fallo es inédito en materia de Derechos Humanos, ya que implica el reconocimiento de sujetos civiles en crímenes de lesa humanidad. Además, podría permitirle a los familiares de los ejecutados ejercer acciones civiles contra CMPC.
En primera instancia el ministro en visita Carlos Aldana había absuelto a los ex funcionarios de la celulosa en Laja. Si embargo, al revisar el fallo, la Tercera Sala del tribunal de alzada penquista sentenció a Jarpa a la pena de 5 años y 1 día de cárcel. De todas formas, la decisión seguramente será enviada a la Corte Suprema.
En tanto, la sentencia también confirma y aumenta las sanciones para nueve exmiembros de Carabineros, quienes deberán cumplir penas de 5 años de libertad vigilada, 5 años y 1 día, y 15 años y 1 día de cárcel efectiva.
A ellos se suma el presidio perpetuo para el teniente en retiro, Alberto Fernández Mitchell, quien dirigió el operativo que terminó con la matanza de los 19 trabajadores.
Otro aspecto importante, es que la Corte de Apelaciones penquista posibilita indemnizaciones que deberán ser pagadas por el Estado a los familiares de las víctimas -viudas, hijos, hermanos- por concepto de daño moral, reparaciones que van desde los 60 a los 100 millones de pesos, para un total de 5 mil 440 millones de pesos, casi 7 millones de dólares.
Con estos nuevos hallazgos en la investigación ha quedado totalmente demostrado los vínculos profundos entre la dictadura Pinochetista y las familias más ricas del país, como el clan Matte, tanto para beneficiar económicamente a esta élite, como para unirse en contra de un enemigo común: la clase trabajadora, que en Chile fue una de las más conscientes y combativas de toda Latinoamérica.
Así como ayer altos funcionarios de la CMPC, actuando en nombre de la compañía actuaban en conjunto con carabineros para detener y desaparecer y fusilar obreros papeleros hoy estos mismos personajes están unidos para acabar con la resistencia mapuche que lucha en contra la depredación de la industria forestal y por la recuperación de su territorio ancestral.
No cabe duda que la dictadura fue una respuesta de la clase empresarial para recuperar el poder económico que venían perdiendo durante comienzo de los 70 con la tomas de fábrica y el fenómeno de los cordones industriales, el cual fue resistido por los sindicatos derechistas de CMPC, negándose a las estatizaciones y persiguiendo a los obreros revolucionarios de la época.
Esto nos llama a reflexionar que estos abusos contra los trabajadores no son cuestión de hoy, sino un problema que se arrastra hace décadas, por eso los Matte que hoy mantienen un régimen dictatorial dentro de la sus fábricas ayer apoyaban la dictadura en todo el país.
Es necesario recordar a los obreros papeleros que cayeron en manos de los carabineros y sus jefaturas, para no volver a permitir algo así es necesaria la unidad y la organización desde las bases de los papeleros y los forestales, en miras de conquistar un sindicato único, democrático, sin jefes y sin delatores de la gerencia.
Recuperar la memoria histórica de las luchas que han dado los obreros forestales, es un paso importante en el camino por recuperar no solo mejores condiciones laborales como lo hizo Rodrigo Cisternas, si no también la perspectiva de re pensar el modelo forestal en función de las necesidades medioambientales y la unidad con el Pueblo Mapuche, que implica ineludiblemente tocar los intereses de la propiedad privada expropiando sin indemnización a las familias mas ricas de este país que precarizan cada vez mas a sus trabajadores, explotan los bosques nativos y despojan el territorio del pueblo mapuche.