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Red Internacional
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EDUCACIÓN EN PANDEMIA. Falso que “Aprende en casa” tuvo éxito en tiempos de pandemia

Las autoridades educativas no tomaron en cuenta las difíciles condiciones de alumnos y maestros.

Domingo 21 de junio de 2020

El lunes 8 de junio casi en todo el país se reunieron maestras y maestros para llevar a cabo la sesión ordinaria de cierre de ciclo escolar ante el COVID-19, es decir la reunión de CTE.

Esta sesión fue a distancia de manera electrónica, pues el trabajo presencial no es posible debido a la pandemia, pero se llevó a cabo sin tomar en cuenta si los maestros teníamos o no las herramientas para hacerlo.

Como apertura de la sesión fue observar el mensaje del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán. En su mensaje mencionó el programa “Aprende en Casa”, destacando que fue incluyente y eficaz y que se implementó con velocidad ante la circunstancia. Para él fue incluyente porque todos los alumnos contaban con un libro de texto gratuito para seguir trabajando, supuestamente nadie se quedó afuera y “fue un ejemplo digno de reconocimiento a nivel nacional que fue llevado a otros países gracias al compromiso y vocación de los maestros”.

Como docente de nivel básico que viví esta experiencia puedo mencionar que es falso lo que afirma el secretario de Educación Pública. El programa “Aprende en casa” fue impuesto por las autoridades educativas, no fue incluyente porque muchos alumnos no se involucraron en este proceso, en mi caso y el de muchos docentes, menos del 40% de los alumnos presentaron actividades por múltiples factores; por ejemplo: no enviaban sus actividades por falta de acceso a internet, sus padres se quedaron sin trabajo, ya que la mayoría son comerciantes o pertenecen a trabajos informales que van al día o fueron despedidos, en sus familias estaban pasando por carencias económicas y hasta el tener que vender propiedades materiales para poder sobrevivir. Un alumno me comentó que no había podido mandarme sus actividades porque está trabajando para ayudar con los gastos de su familia y solo descansaba los días domingos y otros casos como el de una alumna que había fallecido su abuelo y ellos se mantenían aislados junto con su familia. Indignante decir que este programa fue un éxito conociendo estas cuestiones.

Por otro lado, para los alumnos que pudieron enviar sus actividades la retroalimentación era muy difícil, pues se hacía a través del correo electrónico y no todos tienen acceso, quienes no enviaban sus actividades nunca recibían realimentación y por lo tanto se quedaron con dudas. Sin un aprendizaje real, solo se estresaban debido a la cantidad de actividades que tenían que elaborar. De la misma manera para el docente por la labor que implica la modalidad a distancia. Definitivamente no fue un buen ambiente para generar aprendizaje en esas circunstancias y bajo presión.

El secretario afirmó que el 80 por ciento del magisterio nacional pudo seguir trabajando y estar en contacto con el programa “Aprende en casa” y que es un éxito de la educación a distancia. Para él, a pesar de la crisis sanitaria no se detuvo el aprendizaje en México y por el contrario dio un salto a una enorme implementación de herramientas tecnológicas digitales y capacitación magisterial. Esto expresa que, desde su punto de vista, tenemos que adaptarnos ante lo crítico de las circunstancias y seguir trabajando, no importando nuestra salud y nuestras vidas. Continuó el ciclo escolar ante la crisis sanitaria y no les importó si los padres de los alumnos tenían trabajo, estaban bien de salud, había fallecido algún familiar, etc.

El secretario destacó que ante el COVID-19 el magisterio se convirtió en un espacio para conocer, explorar nuevas herramientas de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo a muchos docentes se les dificultó contar con equipos de cómputo, teléfonos inteligentes, acceso a internet, entre otros.

Sustituir a los maestras y maestras por la tecnología va encaminado en sentido empresarial, puesto que hay un nicho enorme de mercado al que la SEP está privilegiando a través de los cursos y talleres para aprender a usar las plataformas educativas virtuales.

La pandemia sirvió como pretexto para conducir hacia una educación tecnologizada que avanza a pasos agigantados a la privatización.
Todo el esfuerzo que realizaron los maestros, alumnos y padres de familia, que poco redituó en el aprendizaje, fue más una simulación impuesta para rendir cuentas a la OCDE.

También se abordó en esta sesión el calendario escolar propuesto, preparando regresar a las aulas para el 10 de agosto, fecha referencial si el semáforo sanitario está en verde y cuando los contagios y rebrotes sean mitigados.

Al pretender volver a las escuelas y como lo indica la SEP, debemos reforzar medidas preventivas de higiene, atendiendo los lineamientos de la nueva normalidad. Sin embargo, ante la magnitud de la pandemia los lineamientos oficiales son insuficientes y desafortunadamente las escuelas no cuentan con lo elemental.

Por lo tanto, es momento de que las y los docentes, junto a las madres y padres de familia, exijamos a las autoridades educativas mejorar la infraestructura de nuestros planteles, la construcción de más escuelas para evitar hacinamiento y aulas sobrepobladas, garantizar que se cuente con agua en todas las escuelas, que se garanticen cubrebocas gratuitos, jabón, gel antibacterial, aplicación de pruebas masivas para detectar casos, servicio médico y servicio de psicología para atender la contención emocional de los niños.

Necesitamos condiciones dignas en nuestras escuelas y que juntos defendamos una educación gratuita para todos, que los recursos los proporcione el Estado y se destine más presupuesto para la educación. Y que no seamos los más pobres los que paguemos por esta crisis sanitaria.

*Luna Pérez es maestra de secundaria integrante de la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase.