Luego de las denuncias generadas por profesores de Ciencias y otras facultades, en torno a la falta de pagos, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, las y los adjuntos denuncian también irregularidades tanto en su contratación como en sus pagos.
Joss Espinosa @Joss_font
Martes 23 de marzo de 2021
Cada vez es más evidente que el problema del pago de salarios en la UNAM no son casos aislados, sino que es una situación general y profunda que amplía la precarización laboral de docentes en dicha universidad.
Las y los adjuntos de la Facultad de Filosofía y Letras, denuncian por un lado que no se les ha pagado lo correspondiente al semestre 2021-1, y en otros casos que los pagos se retrasaron más de cuatro meses. Por otro lado, denuncian que no han sido recontratados para el semestre que ya está corriendo.
Recientemente la Facultad de Filosofía y Letras emitió un comunicado, en el que hacen alusión a la problemática en Ciencias, y dicen que la problemática en otras facultades “es menor”, tratando de ocultar, que es una situación general de la UNAM, siendo que también en Economía, Química, Arquitectura, en la Escuela Nacional Preparatoria, y ahora en Filos, se denuncia lo mismo.
Por otro lado, la respuesta de la Facultad se presenta como una medida preventiva, ante las convocatorias a asambleas que han surgido en dicha escuela, llevando el problema a un plano individual y a que las y los adjuntos lo vean personalmente con la administración.
Organicémonos para enfrentar los ataques a la educación
Esta problemática no es nueva, es bien sabido que la UNAM mantiene en un régimen de precarización a sus docentes y ayudantes. Dentro de la Universidad más del 80 % del personal docente esta contratado como Profesores de asignatura, que implica nula estabilidad laboral y salarios muy bajos, ya que solo cobran $86 pesos por las horas/clase.
Mientras no se les paga a docentes y ayudantes, el rector gana más de 117 mil pesos, dejando claro que las prioridades de las autoridades no son las del conjunto de la comunidad.
La incipiente organización que ha surgido en otras facultades, debe tomarse como ejemplo para enfrentar la problemática en la facultad, ya que la precarización de docentes no es una problemática que les afecte solo a ellos, sino que también impacta en la vida académica que tenemos. Por otro lado, esta solo es la punta del icberg de un sinfín de problemáticas que surgieron a partir de las clases en línea en la pandemia.
Miles de estudiantes que pausaron o abandonaron sus estudios, debido a la falta de acceso a servicios o aparatos electrónicos como computadora, tablet o celular. Muchos otros lo hicieron a raíz de volverse el sustento de sus familias en el marco de los miles de despidos. En ese marco resulta escandaloso que nuestros profesores estén ultra precarizados o no perciban un salario.
Es clave la organización entre los tres sectores que componemos y damos vida a la universidad, para exigir el pago de salarios, a la par de denunciar las situaciones a las que nos enfrentamos en la pandemia.
Sólo con la organización de las y los estudiantes, académicos y trabajadores, podremos cambiar las prioridades de la Universidad, gestionando el presupuesto para que las y los docentes dejen de estar precarizados, así como exigir las medidas mínimas para que nadie quede excluido de la educación por falta de recursos