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Red Internacional
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Faltan 57 minutos

Al partido entre Boca y Racing no le faltaron 33’, sino los que efectivamente se jugaron. Hasta la interrupción, el local ganaba 1 a 0 y se mostraba mejor en un partido del que se puede analizar poco.

Lionel Pasteloff @LionelPasteloff

Martes 16 de septiembre de 2014

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Fotografía: Alonso Carbonell

Martes 16 de septiembre de 2014 | Edición del día - Al partido entre Boca y Racing no le faltaron 33’, sino los que efectivamente se jugaron. Hasta la interrupción, el local ganaba 1 a 0 y se mostraba mejor en un duelo del que se puede analizar poco.

"¡Qué mala suerte!", se escuchó ayer en La Bombonera respecto a la inevitable suspensión del partido. Buena parte de los hinchas se retiraron resignados, como si hubiese sido algo imposible de prever. Pero sucede que no fue así. El sentido común, tantas veces denostado, ayer hubiera servido para que las autoridades revisaran el campo de juego unas dos horas antes del encuentro. Si eso pasaba, posiblemente se le ahorraba un tedioso viaje a miles de personas, que acudieron creyendo que verían 90 minutos de fútbol que nunca estuvieron en condiciones de jugarse.

Párrafo aparte merece (una vez más) la dirigencia de Boca. La lluvia fue persistente, pero el césped jamás drenó. Los empleados del club en el entretiempo se encargaron de intentar sacar el agua y pudo verse claramente que estaba acumulada en el pasto en grandes cantidades, evidenciando la falencia. En un club al que arribaron prometiendo volver a Japón y ser potencia, algunos directivos descuidan hasta los más mínimos detalles. Esos que constituyen el todo.

Del "partido" queda poco. Racing tuvo un tiro en el palo por intermedio de Bou, pero no mucho más. Luchó en el medio y trató de pararse lejos de su arco. Boca, con actitud, pareció un poco mejor (dentro de lo poco calificable). Cometió el error de intentar jugar por abajo cuando algunos sectores no lo permitían (y casi le cuesta caro), pero hilvanó una combinación inteligente en el contexto del campo y, tras una jugada entre Meli, Carrizo y Calleri, éste último convirtió con un tiro cruzado. Así se fue el primer acto. Con una sensación de superioridad local, mínima.

En el complemento Racing inquietó con un mano a mano definido por Castellón, que fue despejado por Colazo y dejó la sensación de que hubiera sido gol con una cancha normal. A los doce, mucho después de lo necesario, Beligoy volvió a consultar con los equipos y terminó de tomar una decisión casi obvia. El partido ya era otra cosa y no tenía sentido que 22 jugadores se jugaran la salud y aburrieran a miles en pos de que el show continuara.

57 minutos tarde, pero seguro.

Gol de Calleri. Boca 1 – Racing 0 Ver