Familiares de fusilados por el franquismo organizan un acto de homenaje en Vigo

Ofrenda floral en el Castillo del Castro

A las 19:00 se realizó una ofrenda floral donde familiares y amigos recordaron a los doce asesinados aquella madrugada del 10 de diciembre de 1936, en el Castillo del Castro, donde se erigió en 2010 un monolito en recuerdo de los (al menos) 136 asesinados entre agosto de 1936 y abril de 1945 en Vigo. Muy cerca del lugar real donde fueron fusiladas las víctimas.

Dos de las personas asesinadas aquel día eran de Vigo y diez del cercano Ayuntamiento de Lavadores (anexionado a Vigo después de la guerra civil): Constante Moreda Vázquez (45 años), barbero y gaiteiro, y su hermano José Moreda Vázquez (48), contratista de obras y fundador del Partido Comunista en Vigo; el padre de estos, Manuel Moreda Outeiral (79); Fernando Costas Méndez (23), carpintero; Manuel Acuña Gómez, «Carabellón» (26), pintor; Luis Ferreira Vieitez (36); José González Andreu (34), zapatero; Fernando Lago Fernández (34), carpintero; Luis Martínez Román (39), albañil; Antonio Sayar Carrera (26), campesino; Manuel Núñez Álvarez, «Cachamuíña» (23), panadero y Urbano Rodríguez Moledo (34), funcionario de arbitrios y escritor, de la UGT.

En el acto conmemorativo Xavier Moreda procedió a decir unas palabras y las personas allí reunidas cantaron el Himno Gallego.

Acto de homenaje en el Hotel Coia

Durante el homenaje, en el que participaron más de 100 personas, Antubel Moreda presentó la página web de la Oficina de la memoria, donde pueden consultarse tres causas asociadas a fusilamientos y que el público general puede descargar. Ahí se irán subiendo todos los documentos relativos a todas las ejecuciones realizadas durante el franquismo en Galicia. También se ha publicado la causa de Urania Mella, hija del pensador anarquista Ricardo Mella, presidenta de la sección viguesa de la Unión de Mujeres Antifascistas, así como miembro del Socorro Rojo Internacional, condenada a 30 años de prisión.

A continuación, tomó la palabra Xurxo Martínez, escritor e investigador, que relató los detalles del proceso judicial y los hechos que sucedieron. A los acusados se les acusaba de rebelión militar. Esto se justificaba en los hechos ocurridos el 22 de julio de 1936, donde la revolución obrera y popular enfrentó el golpe fascista y armó barricadas en Lavadores (en los Choróns, después del mercado del barrio del Calvario). En este día se asaltó la casa “do Seixo” del empresario falangista de la litografía de la conserva, Estanislao Núñez Barrios, presidente de la Federación Gremial de Patrones de Vigo y miembro de la Cámara de Comercio, que apareció baleado en un terreno próximo a su casa.

El 26 de noviembre, en la causa 539/96, se condena a 23 personas a pena de muerte, todas acusadas del asesinato contra este empresario. Sin embargo, los acusados no tuvieron garantías en este consejo de guerra, y los propios abogados de la defensa y el fiscal acusador reconocen que no hubo suficientes evidencias ni testigos para condenarlos, y aun así lo hacen. Había una menor y varias mujeres. La sentencia condena, al final, a 13 personas y posteriormente el gobierno franquista en Burgos conmuta una de las condenas a cadena perpetua “por ser mujer”.

Uno de los asesinados, Urbano Rodríguez Moledo, era escritor en lengua gallega y vinculado a las “Irmandades da Fala”, activista sindical de la UGT y Presidente del ateneo Cultural y Deportivo de Lavadores. Otro de ellos, Constante Moreda Vazquez era muy popular en Lavadores, conocido con su apodo “o Charito”, había establecido su barbería en el barrio del Sello, en Cabral, y era gaiteiro virtuoso y fundador de varios grupos musicales en la localidad, como «Queixume dos Pinos» de Lavadores e de «Airiños do mar de Teis», «Airiños de Cabral».

Cerró el acto Xavier Moreda, cuyas reflexiones queremos transmitir. Entre otras, que este no fue un acto de justicia meramente poética, sino un acto necesario para denunciar la impunidad y el carácter insuficiente de la Ley de Memoria Democrática. Que, en concreto en la ciudad de Vigo es necesario difundir la verdad de los hechos que fue ocultado incluso por las autoridades “democráticas” posteriores. La cárcel franquista es ahora el Museo de Arte contemporáneo, y no un “Museo del Horror”. Asimismo, informó sobre la creación de un grupo de trabajo para realizar una “Comisión da Verdade”, es decir un Juicio Político al franquismo en Galicia. Sin ninguna confianza en las instituciones, que en casi 50 años de democracia heredera del franquismo no han hecho nada similar.

En Galicia, como en el resto del Estado, no hubo “una guerra entre hermanos”, como han venido a decir los adalides de la “reconciliación nacional”. Lo que hubo fue una revolución obrera contra el alzamiento fascista, una revolución heroica que fue traicionada por las direcciones oficiales del movimiento obrero, seguida por un genocidio llevado a cabo por las fuerzas fascistas. Miles fueron asesinados por su pertenencia a organizaciones de izquierda, o por defender la lengua y cultura gallegas, que se intentó destruir y ridiculizar sistemáticamente durante décadas. Y donde las cifras oficiales de ejecutados y represaliados muy probablemente se quedan cortas.

En el caso concreto de Vigo y Lavadores, se sabe que hubo intentos populares para tomar armerías y así defenderse, y estos fueron frustrados por las autoridades republicanas, que priorizaron mantener el orden burgués a desplegar las fuerzas necesarias para parar el golpe. Estos intentos de resistencia popular no fueron organizados por ninguna dirección política concreta, quedando huérfanos e impotentes los sectores más combativos de los trabajadores. Consideramos que probablemente el resultado hubiera sido muy distinto si se hubiera permitido a la clase trabajadora tener todos los medios a su alcance para enfrentar a los fascistas. Las tropas franquistas en Vigo y en Galicia no hubieran conseguido sus objetivos. La victoria para la clase obrera era posible.

Los Moreda fueron una de las familias más reprimidas y masacradas. Una familia trabajadora comprometida políticamente con el Partido Comunista. El 20 de Julio las tropas fascistas del Capitán Carreró abrieron fuego sobre la multitud en la Puerta del Sol. El primero en ser asesinado fue Lenin Moreda, sobrino de Constante y José, de tan sólo 15 años. Carmen Moreda, José Moreda, Angustias Moreda, Constante Moreda, Alfonso Moreda, Josefa Moreda, Eulogio Moreda, otros de los asesinados. Lola, de 15 años murió en su casa, pero fruto de heridas terribles por las torturas. Violaciones, torturas, campos de concentración no impidieron que la memoria perviviese en los supervivientes, que este 10 de diciembre recordaron a sus muertos.

La importancia de la memoria antifascista radica en la necesidad de recuperar el hilo rojo de la historia de nuestra clase trabajadora. Para aprender las lecciones del pasado, de las luchas de nuestros antepasados, de sus victorias y derrotas, de sus tragedias. Y sobre todo conocer la verdad sobre quienes traicionaron su lucha y sobre quienes fueron sus verdugos. En base a estas lecciones podremos pelear para construir una sociedad libre de toda explotación y opresión. Una sociedad por la que nuestros predecesores soñaron.