En el “día de la indignación”, a un año de los trágicos sucesos de Iguala Guerrero, Vidulfo Rosales del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y vocero de los familiares de los 43, informó en el mitin central sobre la conformación de un Frente amplio para la transformación radical del país, junto a sindicatos, organizaciones populares y sociales.
Martes 29 de septiembre de 2015
Según Vidulfo Rosales, “nunca habrá de nuevo una lucha aislada más, pues este Frente Amplio Radical abrazará todas las causas”. Este Frente estará impulsado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) , el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM).
Agrega Rosales que este Frente Amplio Radical también tendrá una presencia juvenil estudiantil, organizando a estudiantes de la UNAM, el IPN y la UAM. Organizaciones indígenas como la Tribu Yaqui y el Pueblo de San Salvador Atenco, también serán parte de la convocatoria a este nuevo proyecto de “unidad.”
Este anuncio provocó una columna en el Universal del reaccionario “periodista” Ricardo Alemán que dijo que este FAR es una política de los que “están detrás de los 43 para presentar un candidato independiente y muestra el deseo de los familiares de los 43 en conformar un partido político.” Otros seudoperiodistas han planteado que los sindicatos que son parte de esta nueva convocatoria quieren "lucrar con el dolor de los familiares de los 43". Es claro que los familiares de los 43 tienen el derecho de conformar este FAR y plantear la unificación de las luchas.
Urge la unidad, por un paro nacional el 12 de octubre
Este llamado se da en el marco del aumento de los ataques a la clase trabajadora y el pueblo pobre. La implementación de la Reforma Educativa, y con ella de la evaluación punitiva, abre la puerta de la privatización de la educación y pretende despedir a miles de maestros, como se anuncia también para PEMEX con la reforma energética. El despojo a las comunidades se profundiza con la venta de los recursos naturales, como se ve en el caso del bosque otomí en Xochicuautla.
El llamado a la conformación del FAR, propuesto por los padres de los 43 como una herramienta para enfrentar el aislamiento de las luchas, es positivo en el marco de los actuales ataques; para ello hay que organizar una verdadera coordinación de los sectores en lucha y llevar adelante una solidaridad efectiva. No puede ser un intento más que quede en buenas intenciones, como otros anteriores que no pasaron de declaraciones y no avanzaron en lograr la unidad de los que resienten esta barbarie capitalista.
Este frente debe levantar un programa combativo y anticapitalista, que cuestione de raíz las instituciones represivas y hambreadoras. Que apunte contra las bases del estado responsable de los asesinatos y desapariciones de los 43 que nos faltan a todos.
Para eso, el primer paso es responder a la convocatoria que realizó la CNTE, a un paro nacional de todo el sector educativo este 12/de octubre, contra la reforma educativa. Las organizaciones que conforman este FAR, y en particular los sindicatos, deben ponerse a la cabeza de sumarse a esta medida e impulsar un paro nacional, que siente las bases para fortalecer verdaderamente al movimiento obrero y popular.
Las organizaciones obreras que se reclaman opositoras y que son parte del FAR no tienen excusas para no hacer de esa fecha un paro nacional unificado: la UNT, el STUNAM, el SITUAM y todos los sindicatos universitarios deben ponerse a la cabeza de la jornada del 12 y llamar a la unidad en la acción a los miembros del CEND. El STRM debe impulsar este paro nacional en solidaridad con el magisterio.
Este Frente debe además abrazar las luchas emblemáticas de la clase trabajadora en el país y hacer suyas sus reivindicaciones y demandas: como la de Sandak en huelga desde hace 4 años; el STUHM en Jalisco; los despidos en Acerol Mittal en Michoacán; los despidos en la maquila en Juarez.
Contra la barbarie del régimen, este primer paro nacional, además debe retomar la exigencia de la apertura de los cuarteles, en especial del Batallón 27 de las FA implicados la desaparición de los 43, y el castigo a los responsables.
Es la clase trabajadora y sus organizaciones, con su acción combativa, la que puede paralizar el país (la producción, los servicios y el campo), y poner un alto a los planes del gobierno y esta democracia asesina. Por eso tiene que encabezar, con sus métodos, la movilización y la lucha del pueblo oprimido y explotado.
Enfrentar al régimen mexicano para romper con el imperialismo
La conformación del FAR es una oportunidad para recomponer la política del movimiento iniciado por la masacre de Iguala y los normalistas desaparecidos, y cuya potencialidad quedó mostrada en la gran movilización del sábado 26.
Además de la urgente unidad de las luchas es crucial discutir cómo enfrentamos hasta el final a este régimen político podrido, producto de la tramposa transición democrática.
Este régimen político es irreformable y debe caer de forma revolucionaria: por eso, durante los momentos más álgidos del movimiento por la presentación con vida de los 43, desde el MTS planteamos que era necesaria una gran huelga general política, que lamentablemente los sindicatos que se reclaman opositores se negaron a preparar. Estas direcciones sindicales, como la UNT y la CNTE, fueron incapaces de impulsar paros escalonados exigiendo la presentación de los 43, para ir preparando una gran huelga general política para que cayera Peña Nieto y el régimen político.
En un país en el que los planes imperialistas, la militarización, las reformas estructurales, y la fuerte descomposición estatal han causado una catástrofe nacional con más de 190 mil muertos, más de 25 mil desaparecidos, más de un millón de desplazados, fenómenos reaccionarios como el feminicidio, fosas clandestinas y paramilitarismo, es vital plantear la ruptura radical con todos los planes imperialista como el ASPAN, la iniciativa Mérida, el TLC y derribar las reformas estructurales que han permitido la cena de nuestro petróleo y venden la educación.
Ninguna dirección política, ni siquiera Morena que se presenta como opositora al gobierno, plantea la necesidad de romper los pactos con el imperialismo y los organismos financieros internacionales, una de las causas profundas que explica que México se haya convertido en el país de la desaparición forzada.
Por eso, para resolver las reivindicaciones obreras y populares -empezando por la lucha contra la militarización, la represión, los asesinatos y las desapariciones-, es necesario adoptar una perspectiva revolucionaria, para derrotar al régimen político y la dominación imperialista sobre el país, e imponer un gobierno obrero y popular.