Mientras transcurren los Juegos de Rio de Janeiro destacamos a Fanny Blankers-Koen, una de las mejores atletas de la historia.
Jueves 11 de agosto de 2016
Francina Elsje Koen –más conocida como Fanny Blankers-Koen- nació el 26 de abril de 1918 en la ciudad de Baar, en Holanda. Años después se transformaría en un ícono para el deporte mundial.
En sus inicios se dedicó a la natación, pero a los 16 años comenzó a practicar atletismo. A los 18 años compitió en salto en alto obteniendo el sexto lugar y en la posta de 4x100 de Holanda se posicionó quinta.
La deportista fue mejorando sus marcas en torneos europeos, hasta la suspensión de las actividades deportivas debido a la sanguinaria Segunda Guerra Mundial. Los juegos de Helsinki de 1940 y Londres 1944 no fueron la excepción y también fueron suspendidos. En este contexto Blankers-Koen decidió convertirse en madre. Su hijo Jan Jr. nació en 1941, luego de contraer matrimonio con el periodista deportivo Jan Blankers.
Un año después, en 1942, volvió a competir y en Ámsterdam se quedó con el récord mundial de los 80 metros vallas con un tiempo de 11 segundos. Dos años después, fue madre de Fanny. Terminada la guerra Mundial, Fanny Blankers-Koen volvió a distinguirse en los torneos europeos.
La Federación Internacional de Atletismo la consideró como la mejor atleta femenina del siglo XX.
La holandesa llegó en su plenitud a los reprogramados Juegos Olímpicos de Londres en 1948 como poseedora de seis records mundiales. El olimpismo y el deporte centraban su atención en esta mujer que fue capaz de ser figura en una gran competición atlética.
El 2 de agosto logró su primera medalla en la final de los 100 metros con un tiempo de 11.9 segundos y se transformó en la primera holandesa en ganar un título olímpico. A esa medalla se sumaron las obtenidas en 200 metros, 80 metros con vallas y la posta 4x100.
Fanny Blankers-Koen derribó muros de emancipación femenina y fue un ejemplo a seguir por miles de mujeres en el mundo que se vieron reflejadas en su esfuerzo como deportista.
La Federación Internacional de Atletismo la consideró como la mejor atleta femenina del siglo XX.
