Charla. Fantino con Santiago Benítez: Darwin, la belleza, ecología y marxismo

Alejandro Fantino convocó a Santiago Benítez, colaborador de la sección de Ecología de La Izquierda Diario y co-editor de la colecciones "Ciencia y Marxismo" y "Ecología y Marxismo" del IPS, para charlar sobre Darwin, la evolución, la defensa del ambiente y la militancia de un trabajador de la ciencia convencido de que otra sociedad es posible.

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Santiago Benítez tiene 41 años, es Dr. en Biología e investigador. Trabaja en la ecología y la evolución de las interacciones entre plantas y polinizadores y colabora con muchos grupos de investigación en temas relacionados a evolución y selección natural. También es miembro de las sociedades argentina, europea y norteamericana de evolución, delegado sindical en CONICET-Córdoba y ha sido candidato por el Frente de Izquierda en las elecciones pasadas.

Alejandro Fantino quiso conocer a Santiago después de leer "El sexo, la belleza y una idea olvidada de Darwin". El periodista deportivo venía interesado en entender la pérdida de la figura del 10 en el fútbol, la pérdida de la belleza, y encontró en Darwin ideas que le sirvieron para pensar el problema. Sobre esto y muchos temas más se explayaron en una charla de más de una hora.

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Darwin y su teoría de la evolución

En una primera parte, Santiago explicó que la teoría de Darwin fue revolucionaria en su época porque sin recurrir a causas últimas ni a Dios, fue la primera interpretación materialista del cambio en los seres vivos y la naturaleza. Uno de los mecanismos por el cual los seres vivos evolucionan es la selección natural, que opera al nivel de las poblaciones que cuentan con individuos diversos. En un ejemplo sencillo propuesto por Fantino, en una población de zorros hay algunos que tienen pelaje blanco y otros pelaje marrón, en un período de glaciación el pelaje blanco puede ser una ventaja respecto del marrón ¿cómo opera la selección natural? Santiago explicó que si el zorro blanco en ese ambiente tiene una característica ventajosa le da más posibilidades de sobrevivir y tener hijos, si esos hijos expresan también el pelaje blanco va a haber un cambio en la cantidad total de zorros con pelaje blanco y eventualmente podrían desaparecer los zorros con pelaje marrón.

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Ecología política

Otro punto interesante de la charla fue sobre la destrucción del ambiente, la pérdida de nutrientes de los suelos cultivados y cómo la forma de producción capitalista va en contra de los ciclos naturales.
Santiago fue contundente aseverando “el lucro capitalista es lo que nos ha llevado a esto, yo me opongo a decir que es la humanidad, es una característica histórica y particular del sistema capitalista”. Y se refirió a “La ecología de Marx” de John Bellamy Foster, libro que editó para el Instituto de Pensamiento Socialista, y que recupera el legado marxista de reflexionó sobre temas muy actuales en el movimiento ambientalista. Marx analizó, informado con los estudios más avanzados de su tiempo, la ruptura de los ciclos naturales en la producción agrícola capitalista, y Santiago explicó que esa ruptura de los ciclos sigue vigente e incluso es más pronunciada con los monocultivos actuales y fertilizantes mercantilizados, además de los mayores costos sociales que tiene la producción actual con el paquete tecnológico de semillas transgénicas y agrotóxicos, que genera problemas de salud en las poblaciones fumigadas y la mayor expansión de la frontera agrícola con desplazamientos de campesinos y comunidades originarias. Una forma de producción que desde Menem a esta parte fue impulsada por todos los gobiernos, sin grieta.

Organizarse por otra salida

Santiago es militante del mismo espacio que Nicolás del Caño y Myriam Bregman y dice que “la izquierda es la que plantea la posibilidad de organizarnos para enfrentar la destrucción del ambiente, para enfrentar que siempre estemos contando las moneditas para llegar a fin de mes”. Frente a quienes solo proponen más ajuste como salida, él pregunta “¿nadie va a tocar los intereses de los poderosos de este país? ¿nadie va a tocar los puertos que son privados y no podemos controlar la exportación de soja? ¿y la ganancia de los bancos? Eso solo la izquierda lo plantea”. Y si lo acusan de utópico, remata “utopía es pensar que vamos salir de acá haciendo lo mismo que desde hace setenta años”.

Tampoco el extractivismo es la salida. “¿Cómo están las provincias mineras? Cada vez más pobres…” Pero como señaló también Alejandro Fantino, no hay que agachar la cabeza, se puede pelear por otra cosa. El periodista finalizó con la conocida tesis XI de Marx, no se trata solo de interpretar el mundo, sino de transformarlo.

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