La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) perteneciente a la Universidad de Guadalajara (UdG) inició una consulta en prepas y centros universitarios para que toda la comunidad pueda opinar sobre las problemáticas y el rumbo de la universidad, sin embargo, será meramente consultivo.
Jueves 4 de mayo de 2017
Este martes 2 de mayo inició la consulta con el apoyo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (Iepc).
A través de urnas electrónicas se pretende recoger la opinión de los estudiantes sobre las problemáticas de la universidad y la organización. Sin embargo, esto será solamente consultivo y los estudiantes no tendremos incidencia en la toma de decisiones.
Desde nuestro punto de vista, el principal problema que tiene nuestra universidad, es su estructura burocrática y toma de decisiones antidemocrática, lo cual no podía ser de otra forma pues la cúpula que la dirige no defiende los intereses de los jóvenes ni de sus trabajadoras y trabajadores así como de académicos.
Algunos de los cuestionamientos hechos a la organización son la opacidad y la nula transparencia con la que se rige la FEU y la propia administración de la UdG, las condiciones precarias impuestas a los trabajadores y académicos, así como las deficiencias de infraestructura y equipo para los centros.
Mientras la FEU derrocha recursos en las campañas presidenciales, empleados y profesores de signatura sufren la precarización laboral sin poder tener basificación y contratados como eventuales.
El presupuesto de los candidatos a la FEU es similar a la de un aspirante de una elección a un puesto de representación popular en el Congreso Local de Jalisco
El año pasado los siete candidatos a la presidencia de la FEU recibieron 4,103,452 pesos mientras el total de incremento en gastos para la organización fue de 15.4 millones.
Por una universidad verdaderamente democrática
La FEU sirve como trampolín político y como fuente de ingreso de burócratas que poco o nada tienen que ver con las demandas estudiantiles y la defensa de la educación pública y gratuita.
Y es que ante el intento de desmantelar la educación pública en México la FEU ha sido muy cautelosa para dialogar con el descontento estudiantil, pero no debemos dejarnos engañar, la federación se apuesta a ser la contención de este gobierno y bregará por que confiemos en las instituciones, como cuando propusieron crear el observatorio ciudadano como denunciamos acá.
Por ello los estudiantes debemos organizarnos de manera independiente de la FEU y las instituciones, sólo un movimiento estudiantil amplio aliado junto con trabajadores y académicos puede abrir el camino para decidir realmente nosotros el rumbo de la universidad y la educación.
Es imprescindible recuperar la asamblea de base por centro de estudio, donde todos puedan participar y votar a mano alzada, hacer propuestas y respetar la decisión de la mayoría.
Un movimiento así podría pelear por que el presupuesto a la universidad aumente y dar estabilidad laboral y mejores condiciones a los académicos y trabajadores, destinar el presupuesto a las necesidades de infraestructura así como materiales para el estudio, con acceso irrestricto sin exámenes que sólo sirven para legitimar la elitización de la educación, así como tener comederos subsidiados.
Un movimiento con la amplia mayoría de la comunidad universitaria y preparatoria podría imponer un verdadero Consejo General Universitario que sea democrático con delegados estudiantes, trabajadores y académicos, elegidos por voto directo y con mandato de base, que sean rotativos y revocables.
Así podríamos guiar el rumbo de la universidad y la educación pública para ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre y que deje de ser la caja chica de burócratas y parásitos.
