El 02 de octubre la Universidad Nacional Mayor de San Marcos realizó el examen de admisión virtual en medio de diversos cuestionamientos de los gremios estudiantiles y las y los postulantes. Las denuncias de plagio y los problemas para ingresar a dar el examen han circulado masivamente en las redes sociales.
Lunes 5 de octubre de 2020
Fotos: Luis Javier Maguiña
Los dirigentes estudiantiles de la Federación Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos se pronunciaron rechazando este cuestionado examen. Así, en comunicado público de este gremio, los estudiantes parten diciendo:
“Nos pronunciamos en rechazo al denominado "histórico examen de admisión" organizado por la Alta Dirección, Rector Orestes Cachay y Vicerrectores, y bajo el respaldo de las actuales autoridades en las distintas Facultades de San Marcos”.
Como ya fue denunciado en su momento en La Izquierda Diario Perú, en esta casa superior de estudios existen enormes brechas en relación al acceso a internet por parte de los estudiantes, así mismo, muchos jóvenes no cuentan con los aparatos y dispositivos tecnológicos necesarios para realizar las clases y exámenes de manera virtual, lo cual, desde ya violenta el derecho al libre acceso a la educación pública, por esa razón, los dirigentes de FUSM, señalan en su comunicado que:
“Este examen virtual, en principio, es una clara vulneración de nuestro derecho a la educación, puesto que limita la posibilidad de darlo a quienes no cuentan con los medios necesarios, en concreto, a aquellos que no tienen la economía suficiente.”
Además de ello, se hizo público también que los problemas técnicos de la plataforma por la que se implementó el examen de admisión, estuvieron a la orden del día, lo cual fue reportado mediante las redes sociales. Ante estos hechos, el gremio estudiantil ha manifestado que:
Se han presentado una serie de falencias técnicas que han llevado a qué los postulantes no puedan acceder a la plataforma virtual en el horario correspondiente, incluyendo la falta de energía eléctrica durante las primeras horas.
Al darse tan pocas vacantes por parte de la universidad, ingresar se convierte en algo muy complicado por el elevado número de postulantes, esto ha llevado a que se vaya configurando una mafia encargada de vender las respuestas y resolver la prueba de admisión a cambio de montos que fluctúan según la competitividad de las carreras.
Frente a esto la FUMS manifiesta:
El plagio fue más que evidenciado y las mafias altamente beneficiadas, a través del acceso de personas ajenas durante la inscripción, consulta de respuestas a través de chats, publicación de preguntas del examen mientras se venía desarrollando, entre otros.
Y cierran el comunicado diciendo:
"El desarrollo de este examen es una estafa y mofa a los postulantes y sus familias, bajo el respaldo del ministerio de Educación y la SUNEDU (Superintendencia Nacional de Educación), quienes, a pesar de nuestros intentos, hicieron poco o nada para frenar una prueba que profundizaba la elitización de la universidad y que daba gran campo al plagio. Exigimos a las autoridades de la universidad la anulación de este examen de admisión virtual, la devolución total del dinero para aquellos que lo soliciten y el desarrollo de un examen de admisión presencial y descentralizado, haciendo uso de protocolos estrictos de bioseguridad.”
Este escenario pone en evidencia, una vez más, los limites y el carácter excluyente de los exámenes de admisión en las universidades públicas del país, lo cual nos debe llevar a empezar a discutir con los demás componentes de la comunidad universitaria y con los trabajadores y el pueblo en su conjunto, sobre la necesidad que el ingreso a las universidades publicas sea libre y que sea suficiente que los estudiantes aprueben los estudios generales, para que puedan iniciar los estudios en la carrera que sea de su preferencia. Definitivamente, esto implicaría destinar el presupuesto suficiente a las actuales universidades públicas que tenemos y crear muchas otras para que realmente los hijos del pueblo pobre y de los trabajadores, tengamos derecho a estudiar en una universidad pública, gratuita, científica y de calidad.
Los recursos económicos para que estos planteamientos se puedan concretar, los podríamos obtener si, por ejemplo, actividades estratégicas como la minería pasan a estar al servicio nuestro y no de una minoría de empresarios. Para ello, la clase obrera y los estudiantes debemos unificar esfuerzos y pelear por la nacionalización y estatización sin pago de las empresas mineras y que estas empresas sean puestas bajo la administración de sus trabajadores y los técnicos y científicos de las universidades. De esa manera, todos los recursos financieros que se obtengan de estas actividades serían utilizados para potenciar la educación, la salud, la vivienda, entre otros servicios básicos tan necesarios para la población, sobre todo ahora que atravesamos una profunda crisis económica potenciada por la propagación del covid-19.