Renuncia de Harboe, uno de los principales personeros políticos y representante de los partidos de estos 30 años de herencia de la dictadura, renuncia al PPD junto a más de 30 militantes de la coalición, con la excusa de levantar un nuevo pacto social.
Domingo 7 de noviembre de 2021
Este viernes el exsenador Felipe Harboe comunicó su decisión de renunciar al Partido por la Democracia (PPD). A su decisión se sumaron otros 30 militantes de la colectividad que a través de un comunicado señalaron que el propósito de su renuncia es promover un nuevo pacto político, denominado Movimiento Proyecta Chile, en el que también participarán gente del mundo independiente con un enfoque socialdemócrata y del mundo liberal tales como el abogado José Gabriel Alemparte, la ex subsecretaria de Energía, Jimena Jara; el ex subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, además de ex militantes del PS, DC y PR, entre otros.
El ex parlamentario señaló que "esta es una decisión que fue tomada tras largas jornadas de reflexión, estimando que el PPD fue un partido donde se valoraba pensar distinto, sin embargo, ya cumplió su ciclo y ahora la diversidad se ve amenazada por el poder hegemónico".
No hay que olvidar que Felipe Harboe, tiene un historial bastante cuestionable y es parte de quienes defienden el régimen de los 30 años heredado de la dictadura. Tras haber ocupado cargos públicos por 22 años y ganarse el apodo de “Sheriff” por su trayectoria en la subsecretaría de Carabineros y la del interior en los gobiernos de Ricardo Lagos y luego en el de Michelle Bachelet. Uno de los hechos más recordados son sus declaraciones en el año 2008 frente al asesinato del joven mapuche Matías Catrileo, que fue baleado por la espalda por el cabo segundo Walter Ramírez un efectivo policial de Carabineros, y que Harboe intentó de justificar diciendo que la situación se dio durante un enfrentamiento. Como senador aprobó la ley anti barricadas y antisaqueos impulsada por Sebastián Piñera tras el estallido social. Probablemente en esta nueva coalición se mantendrá en la misma línea, es decir, intentando fortalecer las políticas represivas.
Crisis de los partidos tradicionales
El PPD fue creado para “terminar” con la dictadura, a través de una estrategia para ampliar la centro-izquierda, pero que terminó transformándose en un partido arribista que buscaba sentarse en cargos de administración del Estado y gozar de sus privilegios. Finalmente han sido, al igual que otros partidos de estos 30 años, un pilar de la consolidación de la herencia de la dictadura. Muestra de esto es el financiamiento del propio ex yerno de Pinochet.
Previo al estallido social ya existía una desconfianza a los partidos del régimen, que es resultado de la experiencia de los 30 años de “democracia” pactada, entre la derecha y los partidos de la ex concertación que profundizaron la herencia de la dictadura y su modelo neoliberal. Estos partidos no sólo fueron responsables de la administración del modelo, además fueron los defensores de mantener las privatizaciones de la educación, la salud y las pensiones en manos de las AFPs.
La rebelión popular dejó claro el profundo malestar contra estos partidos políticos y su práctica contra las aspiraciones de la clase trabajadora. Por esto la renuncia de militantes, afiliados y alejamientos de todo tipo, refleja, una vez más que los partidos de los 30 años no logran superar el escenario abierto desde la revuelta, a pesar de que las instituciones del régimen han intentado contener el escenario político.
Ante esto urge la necesidad de una alternativa de la clase trabajadora, independiente a los partidos del régimen y los empresarios, que levante las demandas de la rebelión que aún no han sido resueltas y que apueste por impulsar la autoorganización y movilización. Para que sean las y los trabajadores y el pueblo quienes le den una salida a la crisis actual.
