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Red Internacional
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Flexibilización. Fernández, Toyota y Smata le pusieron foto y sello a la reforma laboral en la empresa

El Gobierno reunió en Casa Rosada a gerentes y sindicalistas, para reafirmar el compromiso de trabajar los sábados obligatorios para aumentar la producción y exportación de las lujosas camionetas de la compañía.

Miércoles 24 de noviembre de 2021 09:37

Este martes el Alberto Fernández recibió una comitiva de Toyota y el sindicato SMATA. Allí “oficializaron” lo que ya habían pactado antes de las elecciones: un “reforma laboral” que obliga a trabajar los sábados. La producción se elevará de 140 a 167 mil unidades mensuales.

Este martes hubo foto y ganchos en Casa Rosada. El presidente Fernández recibió, junto a parte de sus ministros, a directivos de la automotriz japonesa Toyota y el sindicato SMATA.

Del encuentro participaron los ministros Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo), el dirigente del Smata, Ricardo Pignanelli y los directivos de Toyota, Daniel Herrero y Ezequiel Vallejos Meana.

¿El motivo? Oficializar el acta que ya habían acordado la empresa y el sindicato en octubre, que consagra una reforma laboral de hecho en la planta de Zárate. Como es conocido, los trabajadores estarán obligados a ir a trabajar los sábados. De esa manera la empresa se garantiza un día más de producción semanal.

Como señalaron fuentes oficiales tras el encuentro, "para responder a una demanda de los modelos Hilux y SW4 que la compañía produce en Zárate, Toyota elevará el ritmo de producción de 140.000 a 167.000 unidades anuales a partir de 2022 y eso generará la incorporación de 500 nuevos puestos de trabajo directos".

Los ejecutivos de la firma dijeron que el 80% de su producción se exporta, “lo que favorece el superávit comercial de la operación".

En esos párrafos quedan expuestos los intereses del acuerdo: por un lado, la empresa logra flexibilizar las condiciones de trabajo; así logra aumentar la producción en 27 mil unidades anuales; la exportación de las camionetas ayudaría al superávit comercial, o sea el ingreso de dólares que busca también el Gobierno.

El gerente Herrero resumió el negocio: "la empresa y el sindicato quieren crecer, más empleos y que ganemos más". Está claro quiénes ganan. Y quienes pierden.

En la previa de la reunión, Herrero había tenido palabras elogiosas para la conducción del Smata. En una entrevista en Radio Con Vos dijo que "ser delegado del sindicato por un tiempo es un buen antecedente para tener una posición gerencial".

Como si hiciera falta aclarar.