CELAC. Fernández "preocupado" por el cambio climático mientras le entrega el mar a las petroleras

Alberto Fernández encabezó este viernes el cierre de la XXII Cumbre de Cancilleres de la CELAC en el Palacio San Martín, donde la Argentina fue electa para ejercer la presidencia pro témpore del bloque para el período 2022. Casi al cierre de su discurso, el presidente argentino manifestó su preocupación por "la cuestión del cambio climático", advirtiendo sobre sus consecuencias devastadoras para las poblaciones de la región insular de América. Fernández afirmó que "los efectos del cambio climático en el Caribe debe ocupar el primer lugar en la lista de problemas que enfrentamos".

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En un nuevo saludo a la bandera ambientalista como el que realizó hace dos meses el mandatario durante su intervención en la COP26, Alberto Fernández apeló nuevamente al greenwashing político mientras que su propio gobierno autorizó este 30 de diciembre la exploración sísmica petrolera frente a las costas de Mar del Plata.

A pesar del enorme repudio de la población, la resolución que lleva la firma del ministro de Ambiente Juan Cabandié permite el avance de petroleras multinacionales como la noruega Equinor en la explotación del Mar Argentino para la extracción de petróleo, el combustible fósil con más emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera, que contribuyen a profundizar el calentamiento global. Parece que la "preocupación" de Fernández desaparece a la hora de facilitar la instalación de los principales pulpos petroleros responsables del cambio climático.

Como si esto fuera poco, la habilitación para este tipo de exploración sobre la plataforma marítima implicará la evaluación del suelo subacuático mediante un sondeo sísmico con bombas acústicas que chocarán con el fondo con el fin de localizar y extraer hidrocarburos, generando estruendos que afectarán enormemente a la flora y fauna marina.

A pesar de los discursos, el Frente de Todos sigue profundizando la matriz extractivista que sostuvieron todos los gobiernos a costa de las desastrosas consecuencias para el suelo, el ambiente, la biodiversidad y la salud de la población. La explotación, contaminación y entrega de los recursos naturales van de la mano de la subordinación del país al Fondo Monetario Internacional, ya que se trata de políticas que apuntan a conseguir dólares para pagar la deuda odiosa contraída por el macrismo. Como en Chubut, al extractivismo sin grietas se lo derrota con la movilización popular en las calles.