×
×
Red Internacional
lid bot

Entrevista. Fernando Signorini: “El súper profesionalismo hizo pedazos al deporte”

El preparador físico estuvo en 4 mundiales incluyendo México 86. Entrenó a Maradona y a Messi, trabajó con Menotti y Bilardo. En esta entrevista analiza el deporte y sus implicancias en la sociedad.

Agustín Palmisciano @AgusPalmisciano - Periodista del sitio Globalonet

Viernes 28 de agosto de 2020 23:35

Imagen de archivo del Mundial Sudáfrica 2010. El profe Signorini junto a Diego Armando Maradona y Lionel Messi.

Durante 11 años entrenó a Maradona y también trabajó con Menotti y Bilardo. El Preparador físico destaca la casualidad y la preparación como piedras angulares de su carrera. Hoy es uno de los impulsores del Villas Unidas, un club que sirve como igualador social para chicos y chicas de los barrios humildes. El profe, capaz de entrenar a los mejores como Diego y Messi, estuvo en 4 mundiales y desde su experiencia, analiza al deporte y sus implicancias en la sociedad.

LID - Destacás la casualidad en tu trabajo ¿Cuánto influye estar en el lugar indicado en el momento exacto?

FS - Es decisivo estar en el momento indicado. La realidad es que yo no programé absolutamente nada. No existía la profesión de Preparador Físico personal para jugadores de deportes de equipo y cuando me fui a Europa, simplemente fui a hacer una experiencia a ver los entrenamientos y métodos que utilizaban, las infraestructuras, pero de ninguna manera me imaginé que iba a dedicarme a preparar específica y personalmente a jugadores. Eso se le ocurrió a Diego, me lo propuso después de 3 semanas de ayudarlo. Pero también uno puede estar en el momento propicio, y si no estás preparado para eso, a lo mejor el tren pasa. Hace mucho tiempo que soy partidario del determinismo, que todo lo que te tiene que pasar, va a pasar y lo que no, no, es así de simple. También está en juego la cuestión que quieren imponer sobre los esfuerzos, que si uno se esfuerza va a recibir el premio. Claro que hay que esforzarse, pero es todo mentira, hay muchos que se esfuerzan y lamentablemente no llegan a fin de mes.

Como docente ¿Qué te dio la vocación para aplicarla al trabajo dentro del fútbol

No lo sé. Para mí son cosas que vienen con uno mismo incluyendo ese deseo o instinto vocacional para trabajar de esa manera. Me parece fantástico esos tipos que además de saberlo pueden volcarlo en palabras y ser lo más claros posibles. Hay muchos que saben mucho pero no tienen la capacidad de explicarlo. En eso Menotti ha sido siempre un privilegiado. Con su carisma y esa destreza para trasladar a los jugadores un mensaje hacía que el progreso sea más rápido.

En épocas donde se destacan los éxitos y los grandes números que mueve la pelota ¿Cómo evalúas al deporte dentro de la sociedad?

Son varios puntos a profundizar porque es una construcción cultural de las clases populares. Tanto el fútbol como el boxeo, al menos en Argentina, donde los chicos generalmente vienen de lugares con menos posibilidades es donde pueden llegar a concretar sus sueños. También es cierto que sería un arma fantástica si se ayudase a ellos para mejorar como ciudadano. Desgraciadamente esto no pasa desde la llegada del súper profesionalismo que rompió la esencia por la cual el deporte fue creado. Segundo porque hay una gran instrumentalización de los deportistas, sobre todo los exitosos. Por ejemplo, cuando Argentina salió campeón del mundo, los jugadores en vez de terminar en un balcón de la AFA terminaron en el de la Casa Rosada, y aplaudidos por la misma gente que los había despreciado e ignorado. Por último, el sistema hoy utiliza al fútbol como un gran estupidizador, hay una frivolidad increíble y creo que se lo tiene para eso, para vulgarizar, y entonces llegamos a tener distintos programas de radio, tv y diarios donde se dice cualquier cosa y todo lo toman de cualquier manera, y con mucha falta de respeto al deporte y al protagonista. Hoy más que nada es un argumento deformador y estupidizador.

El Profe Fernando Signorini. Foto: archivo del diario Clarín.
El Profe Fernando Signorini. Foto: archivo del diario Clarín.

Menotti hace referencia a que la pelota salió del campo de juego para ir al escritorio y de ahí a lugares económicos por fuera de lo social ¿Coincidís con esa visión?

Absolutamente. Menos mal que siempre hay gente que no se rinde y sigue empeñada en rescatar los valores genuinos. Pero el súper profesionalismo hizo pedazos al deporte. Hoy no interesa la vida de los deportistas, y se llama deportes a disciplinas que son un mamarracho como la UFC, donde ponen a dos tipos adentro de una jaula a matarse. El deporte nace con la idea de preservar la salud y de mejorarla, no de destruirla y sin embargo, existe una sed de violencia que genera que existan estas cosas violentas, es una cosa que se ha desarrollado en el sistema capitalista consumista y neoliberal.

Pero a la vez formás parte de un proyecto social llamado Villas Unidas ¿Cómo se dio la posibilidad?

Es una idea que tenía hace muchísimo tiempo a partir de la visión de que muchísimos talentos del fútbol son de los barrios humildes, como Diego, Riquelme, Tévez, Agüero, entre otros. Esos barrios nunca recibieron nada de aquellos millones de dólares de las ventas. Me puse en contacto con gente de las organizaciones sociales, y un día lo hablé con Lisandro Cleri, volviendo de Resistencia, Chaco. Organizó una reunión con referentes de los barrios, y se fue gestando, viendo las primeras necesidades a cubrir; la primera era que la AFA aceptase al club de manera oficial para poder competir, de esa manera los derechos federativos y económicos pertenecen al club. Eso es muy importante, porque después te dicen que vendieron por 2 millones y en verdad lo hicieron en 20 y no es lo mismo el 6% de 2 que de 20. Pero la idea general es darles un lugar a chicos y chicas de barrios humildes y que puedan participar de escuelas de oficio y aprender a través de becas y hacerlos llegar a la Universidad. Sería una fantástica forma de desdecir lo que hace no mucho dijo una exgobernadora de la Provincia, con su frase de “no hacer Universidades porque los humildes no van a ellas”.

Muchos chicos y chicas se sienten acompañados y respaldados por el proyecto, pero a la vez en otras áreas los dejan de lado ¿Trabajan en ese sentido con ellos?

Sí, eso es lo fundamental. Con el tema de la pandemia se atrasó todo. Pero por esa misma razón es que se organizan talleres diversos sobre adicciones, sexualidad, integración y género. Sobre todo, esos temas sobre los que no podemos mirar hacia otro lado. Hay que ir hasta el fondo de la cuestión. La juventud argentina es maravillosa, y es la base de la sociedad. Hoy, con los estímulos y los deseos, donde se apunta a que tener es más importante que ser, se complica. Queremos dar vuelta ese tipo de conceptos que se desarrollaron en el capitalismo feroz y colocar al ser humano en el centro de la escena. Formarlo de la mejor manera para poder soñar con una sociedad mejor, ayudando a construir al individuo desde el lugar más humanista.

¿Qué sentís al poder ser generador de estas oportunidades en una sociedad que en gran parte no las genera?

Me emociona, y mucho más si el Estado tomara las riendas de brindar las herramientas para este tipo de proyectos, si estuviera más presente. Sino es muy difícil. Esto implica la participación de mucha gente, y mucho dinero para dar herramientas como bibliotecas. Por eso el fútbol tiene que ser el catalizador, sino los sponsors no se van a acercar, seguramente lo harán si surgen buenos jugadores, así de perverso es el funcionamiento actual. Es un gran proyecto contrario a la perversidad que propone el sistema y de acá a 30 a 40 años Villas Unidas puede llegar a ser un gran club donde todos los jugadores serán patrimonio del club y van a jugar para el club. El 100% será del club y algo que yo exigí es que la comisión de Villas Unidas tiene que estar formada por gente que habita en las villas, nosotros somos consultores externos que en las reuniones tenemos voz, pero no tenemos voto.

El Profe Signorini en la presentación de la camiseta del club Villas Unidas. Foto: sitio mundovilla.com
El Profe Signorini en la presentación de la camiseta del club Villas Unidas. Foto: sitio mundovilla.com

Cuando fundaron el club, en la presentación vos destacaste la importancia que podrá adquirir Villas Unidas en un futuro…

Si hubiese algún organismo que se dedique a hacer llegar al deporte de manera masiva, no solamente el fútbol a los barrios populares sería algo fundamental. Se mejoraría la vida de muchos chicos y también de padres. Con toda esta frivolidad, se genera esa situación de que los hijos tienen que ser felices en la medida que los padres quieren. Bichi Borghi cuenta que cuando un chico tiene condiciones para el fútbol y es huérfano, van y lo fichan inmediatamente. Muchas veces ese mercantilismo hace que los padres sean los principales rivales de la felicidad de los chicos y su desarrollo armonioso. Desde lo deportivo también hay que generar herramientas para no desalentar a los jóvenes, si no tienen las condiciones para el fútbol o cualquier deporte quizá lo tienen en otros ambientes. Mandela, “El Che” y Fidel tampoco eran buenos en el fútbol.

¿Cómo se organiza el trabajo en el club desde la Coordinación deportiva?

Yo no quiero ocupar un lugar. Delegarles a ellos las responsabilidades, capacitando a la mayor cantidad de gente posible es lo importante. Yo quiero ayudar como uno más, pero al no haber competencia ni posibilidades de juntarse por la pandemia está todo muy quieto.

Trabajaste con grandes entrenadores de nuestro país ¿Qué destacas de esas etapas con Menotti y Bilardo?

Menotti es un antes y un después en el fútbol argentino, rescató un estilo que habíamos olvidado a partir del mundial del 58 cuando Argentina queda afuera por goleada. Ahí comenzó el argumento que habíamos perdido porque nos pasaron por encima corriendo, algo con lo que yo no coincido mucho. Nos venden los libros de cómo hay que hacer para jugar, pero después se llevaban a los nuestros para que explicasen lo que los libros no podían. Eso Menotti lo tuvo muy claro, y acompañado por su propia filosofía que, acompañada del éxito, enalteció su trabajo. Pero a la vez se sigue poniendo en duda aquello, se ve que en AFA los que manejan el timón lo tienen roto. La concepción ética de César para la obtención de resultados es fundamental por sobre Bilardo que no le importan los medios sino el resultado, como hace poco dijo Simeone: “Ganar es lo único que hay”; si siguen pensando así, después que no se quejen de tener una sociedad individualista. Con César trabajé con la preparación de sus equipos y con Carlos no, ahí solo entrenaba a Diego.

¿La diferencia de estilos de juego requiere de una preparación física diferente?

Sí. No es la mismo. Por ejemplo, no es lo mismo un equipo como el Atlético Madrid que apela al error del rival para salir de contragolpe con transiciones rápidas con un equipo como Barcelona o el City que tienen permanente posesión de pelota, o también el Bayern. Uno después hace el trabajo de la preparación, pero influye mucho más la capacidad propia de los protagonistas. A mí me gusta perseguir la verdad, y no colocarme en el lugar del mérito que no tengo, el resultado se basa en los jugadores más que en quien los prepara.

En el fútbol de hoy se mezclan mucho la potencia y la técnica ¿Desde la preparación cambió mucho la metodología de trabajo?

No hay entrenamiento que valga sin la técnica, darle una importancia superior a la parte de la preparación física para mí es un error en el fútbol porque no es atletismo. Un atleta, tiene que correr o saltar lo más rápido posible, pero en el fútbol es otra cosa, porque corres para los costados, para adelante, atrás, saltás y te arrastrás. Hay muchos factores para tener en cuenta, y creo que es un error mezclarlo tanto con la preparación física, muchos equipos ya lo detectaron. Además, el fútbol es el único deporte donde haciendo todo mal podés salir campeón.

También entrenaste a muchos de los mejores ¿Hay algún patrón que se repite entre ellos?

Sobre todo, esa cosa inexplicable e infabricable que es el talento. Esa especie de instinto más relacionado a lo animal que a lo racional para poder decidir jugadas a partir de la eficacia, y para elegir caminos que para otros son imposibles de transitar. Además, con una condición física que no tiene nada que ver con la mayoría de los mortales y con un dominio del equilibrio en situaciones de alta complejidad que realmente asombran. Yo detecté en Messi y Diego que en tiempos de máxima aceleración son capaces de dar dos pasos con la misma pierna, y en esa centésima de segundos deciden si pasan de derecha a izquierda. Messi y Diego, como todos los grandes, no nacieron para ser explicados sino admirados. Por más que se metan la ciencia o la neurociencia y traten de explicarlo, no se puede.

En una nota narrás la cuestión de entrenamiento con Diego y la lucha con la cocaína ¿Ese trabajo con Maradona fue difícil?

No porque los dos sabíamos de qué se trataba, y el deseo era de él. Diego se lo había impuesto. Quería llegar al mundial lo mejor posible porque era el primer mundial que Dalma y Gianinna lo iban a ver jugar. Creo que ese compromiso, por amor a sus hijas, a la camiseta argentina y al fútbol fueron el tridente que lo motivó. Difícil hubiera sido si yo no conocía el problema, pero al conocerlo es por eso que elegí ese lugar en La Pampa, absolutamente alejados de todo para encontrar ese espacio de intimidad y preservarlo de ese enjambre de la farándula que siempre lo seguía a todos lados. Él hizo un esfuerzo terrible. Porque no debe ser nada fácil superar el síndrome de abstinencia, lo es para un fumador, imagínate el que está afectado por una adicción como la cocaína.

¿Cómo recordás esa etapa y qué destacas de aquellos días previos al Mundial del 94?

Estuve casi 11 años junto a él entre una cosa y la otra. Lo acompañé en Selección como también en su etapa de técnico en Racing, y esos específicos 10 días de entrenamiento en La Pampa, antes del Mundial 94 los recuerdo como los mejores, casi con ternura, porque fue una cosa maravillosa. Muy pocas personas sabemos que ahí Diego dio todo y ese recuerdo, desde el plano de la sensibilidad, es un lugar al que siempre vuelvo.

*Nota publicada originalmente en Globalonet, sitio del autor de la entrevista.