Diversos temas y discusiones se desprenden cada año del festival internacional, durante una semana en que el cerco mediático intenta alejar a la gente de los grandes problemas que hoy afectan al país.
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Lunes 20 de febrero de 2017
Sin duda un tema que se ha apoderado de las cientos de mesas y espacios de reunión en todo el país durante este fin de semana, ha sido el Festival de Viña del Mar. El evento que comenzó con la gala del día viernes, se ha convertido en una discusión recurrente, que como cada año produce un paréntesis, desviando la atención de las problemáticas centrales que afectan al país, y generando un cerco mediático importante.
La gala del festival en tiempos de crisis
Decenas y decenas de invitados de diversos ámbitos del espectáculo se pasearon por la “red carpet” del festival, intentando emular el glamour de eventos millonarios de otros países, a la manera chilena. ¿Cuál es el objetivo? Escoger a las y los mejores y peores vestidos de la jornada, la cual es transmitida en vivo y comentada por panelistas del canal Chilevisión. Un poco irracional tal alarde de la farándula, en medio de importantes hechos que sacuden al país, como el proceso de reconstrucción por los incendios, las diversas huelgas que se están desarrollando o los casos de corrupción que no cesan, en medio de una profunda deslegitimación del régimen político.
¿Qué fue lo nuevo de esta última gala?
Sin embargo más allá de la evidente superficialidad del espectáculo, algunas temáticas se colaron, generándose importantes discusiones. Una de ellas fue en relación a diversidad sexual, y el beso que se dio frente a cámaras el periodista Andres Cañulef con su pareja, cuya foto se ha viralizado masivamente por las redes sociales. Otro tema importante fue la donación de algunas prendas y objetos de la gala que serán subastados para ir en beneficio de la compañía de bomberos, una de las instituciones más golpeadas tras la ola de incendios que se extendieron de manera masiva en el sur del país.
La ilusión pomposa y los problemas bajo la alfombra
Pero aún así, las importantes problemáticas que se manifiestan a través del festival, intentando dar un aire de altruismo y progresismo, sólo hacen más evidente la ilusión de riqueza que intenta imponer el festival, siendo que la realidad muestra todo lo contrario.
Huelgas, colusiones, corrupción, una serie de elementos estremecen la situación política nacional, donde el pueblo trabajador no pasa por alto las consecuencias de las leyes hechas a la medida de los grandes empresarios como Luksic, Matte o Angelini, responsables de la contaminación de aguas y la devastación ambiental de distintas zonas de nuestro país.
Es la burbuja mediática que intenta colocar a Chile como un país de primer mundo a nivel internacional, en medio de una de sus peores crisis políticas en las últimas décadas, y donde es de esperarse que durante toda la semana del festival, la información gire en torno a este.
Se vuelve fundamental, romper el cerco mediático y mostrar cuál es la situación real, donde la casta política está por el suelo y donde los trabajadores, las mujeres, los estudiantes y diversos sectores oprimidos, se organizan en contra de las miserias que históricamente a entregado el sistema.