Lo anunció y colocó ayer por la tarde, una nueva hipoteca sobre el pueblo trabajador que se pagará con mayor ajuste. El endeudamiento de Cambiemos no tiene fin.
Victoria Sánchez @VickytaTw
Martes 20 de junio de 2017
El Gobierno anunció en la mañana de ayer, mediante la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Finanzas, la colocación de un nuevo bono a cien años.
A la tarde, la operación se oficializó por U$S 2.750 millones. La tasa a la cual cerró la jornada fue del 7, 9%. La colocación de deuda al plazo más largo de la historia tiene casos similares en países como México, Bélgica, Irlanda, China, Dinamarca o Suecia.
El nuevo mega endeudamiento al poco tiempo de conocerse provocó apoyos y rechazos entre economistas de distintas vertientes ideológicas. “Delirio importante” o “histórico” fueron algunas de las frases que se leyeron en distintos medios. El aspecto más rechazado es la alta tasa de interés que aceptó pagar Caputo.
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Los bancos que fueron parte de la operación son el HSBC, el Citi, Santander Río y Nomura Bank de Japón, viejos conocidos para el “colocador de deuda serial”, Luis Caputo, quien trabajó como empleado de J.P. Morgan.
La mayoría de estos bancos estuvieron a cargo de las grandes colocaciones de deuda del país, como el blindaje, el megacanje de Domingo Cavallo, o la reestructuración que realizaron Néstor Kirchner y Roberto Lavagna en 2005 y Amado Boudou en 2010.
Como parte de la campaña electoral ex funcionarios del kirchnerismo pusieron el grito en el cielo, “hay que investigar la deuda”; “el aumento del endeudamiento es ilegal porque es mayor al permitido”, fueron algunas de las frases que se escucharon a lo largo del día.
Sin embargo, estas declaraciones no son más que una fachada. El Gobierno de Néstor Kirchner canceló anticipadamente al FMI una deuda de U$S 10 mil millones. También reestructuró la deuda pública con la complicidad del ahora massista Roberto Lavagna: eso significó ganancias de hasta 300 % para los “buitres buenos” que aceptaron el canje.
La vuelta a los mercados no la inicio Cambiemos, sino Axel Kicillof con el pago de los fallos del Ciadi (un tribunal imperialista que funciona dentro del Banco Mundial) y el acuerdo con el Club de París, reconociendo en este último caso una deuda gigantesca que superaba ampliamente los registros del Ministerio de Economía. La Ley de Pago Soberano fue otro intento del anterior Gobierno para seguir beneficiando a los buitres que finalmente fracasó.
Caputo tiene las manos libres para endeudarse gracias a que todos los bloques políticos, con excepción del Frente de Izquierda, le aprobaron el Presupuesto 2017.
Tanto en senado como en diputados el presupuesto de ajuste y endeudamiento contó con el apoyo del FPV y otras fuerzas políticas. En el caso de la primera cámara fueron 32 los votos del FPV y aliados, mientras que en diputados el bloque kirchnerista junto a aliados le dio 12 votos.
El kircherismo levanta demagógicamente para la campaña electoral la investigación de la deuda. Pero los “pagadores seriales” nunca investigaron nada, como propone ahora el Frente de Unidad Ciudadana impulsado por Cristina Fernández de Kirchner.
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Morgan Stanley informará hoy si reincorpora o no a la Argentina en su índice de “mercados emergentes”. Los analistas esperan una resolución positiva. De ser así, más fondos internacionales estarían habilitados para “invertir” en el país.
El macrismo está en el medio de un "festival de deuda" cuya emisión se aproxima a los U$S 100 mil millones desde que asumió al frente del Ejecutivo para hacer el "ajuste gradual" (a los ojos del establishment que exige pisar el acelerador del ajuste a fondo).
Es así, que Argentina está al tope de los países denominados "emergentes" que más deuda emitió en los últimos tiempos.
Sólo los intereses (es decir, sin contar los pagos de capital) de deuda se llevan este año el 10,5 % del presupuesto nacional, superando ampliamente a los desembolsos en educación y salud.
El hecho que la colocación del bono a 100 años la hayan propuesto los grandes bancos internacionales y no sea una iniciativa surgida del propio Gobierno, deja en evidencia, una vez más, que la deuda externa es un mecanismo histórico de expoliación del capital financiero internacional.
Como denunció Myriam Bregman ayer en televisión “esta deuda es tan fraudulenta e ilegal para pagar como la que pagaron antes”.
No hay que pagarla.
Victoria Sánchez
Nacida en Bs. As. en 1986. Es economista y docente. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2010. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.