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Red Internacional
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Neuquén. Fiesta de la Confluencia: la pulsera de la discordia

Esta semana el gobierno municipal de Neuquén anunció que para poder ingresar a la zona “vip” cercana al escenario de la Fiesta de la Confluencia, hay que ser un “buen contribuyente”. Una decisión que deja a miles, sobre todo jóvenes, sin posibilidad de ver de cerca a sus artistas.

Franco Vergara Trabajador textil - músico

Viernes 20 de enero de 2023 15:54

Neuquén es una provincia marcada por las desigualdades, donde en el corazón de Vaca Muerta miles de familias no tienen gas natural, por poner un ejemplo. Esa desigualdad también se marca en la Fiesta de la Confluencia y afecta mayormente a los jóvenes. Una fiesta donde vendrán artistas de primer nivel y muchos apuntados a la juventud, una juventud de los barrios de la ciudad que no tiene la posibilidad de pagar una entrada de varios miles de pesos para ver a sus artistas favoritos y se ilusionaba con poder verlos y tenerlos cerca. Pero se encuentra con un escollo más: la bendita pulsera que habilita la entrada a un espacio V.I.P, mucho más cerca del escenario para disfrutar de los espectáculos.

La pulsera solo se puede conseguir si sos un “buen contribuyente” de la Ciudad. Es decir, si tenés un auto que pague patente o una casa propia y los impuestos al día. Miles de familias y en particular jóvenes, sin auto ni casa propia, quedan afuera de este privilegio.

¿Cómo hacen miles de pibes y pibas en los barrios que diariamente son afectados por la desocupación, la precariedad laboral, la falta de acceso a la cultura y el esparcimiento para ser “buenos contribuyentes” y no resignarse una vez más que dan privilegios para unos pocos y ellos quedan afuera? Sin contar que el propio MPN y sus funcionarios después reparten “por abajo” las famosas pulseras a sus amigos y conocidos a cambio de favores, a pocos meses de las elecciones del 16 de abril.

Si bien la Fiesta de la Confluencia permite ver artistas gratuitamente a quienes no tienen acceso a shows carísimos, siempre estuvo teñida por los negociados millonarios, las utilizaciones políticas por los distintos gobiernos (primero la UCR-Cambiemos, ahora el MPN), la falta de posibilidades para la participación de más artistas locales, entre varias otras cosas. Pero los privilegios también se ven en los “detalles”, como en esta edición y las trabas para acceder a ver de cerca los recitales.

La necesidad de cambiarlo todo también es cambiar estos aspectos. Tanto por la libertad absoluta del arte y los artistas para sus producciones, como la posibilidad de acceso irrestricta e igualitaria para todo el que lo quiera.