El ministro busca con esta defensa, que los directores sean quienes sigan teniendo el poder de hacer y deshacer de todo en las "comunidades escolares", impidiendo la verdadera deliberación de profesores, apoderados y estudiantes decidiendo el destino del proyecto educativo.
Martes 8 de septiembre de 2020
El Ministro de Educación, el neoliberal Raúl Figueroa, nuevamente sale en contra de proyectos que no le gustan, a la vez que sigue insistiendo en regresar a la "normalidad" con clases, pruebas y evaluaciones, siendo que las condiciones no están y han sido planteadas por estudiantes, profesores y apoderados.
Esta vez se lanzó contra el proyecto que prohibe la obligatoriedad del uniforme escolar.
Según Figueroa, el proyecto es "irrelevante" y "centralista" y señaló que ya una normativa del año 2009 plantea que "cada comunidad decide o no si quiere usar uniforme".
Sin embargo, dicho decreto como señaló el propio ministro el día de hoy, "establece que el uso obligatorio del uniforme escolar es una decisión del director del colegio" donde "consulta" a los estudiantes, padres y profesores, e insistió en que debe ser "decidido por cada comunidad".
Sin embargo, sabemos que los directores de colegios y de liceos, lejos de escuchar a los estudiantes y la "comunidad", toma las decisiones de forma unilateral y en base casi exclusiva a su propia "autoridad". El ministro busca con esta defensa, que los directores sean quienes sigan teniendo el poder de hacer y deshacer de todo en las "comunidades escolares", impidiendo la verdadera deliberación de profesores, apoderados y estudiantes decidiendo el destino del proyecto educativo. Si existiera un co-gobierno tri-estamental con estos sectores, claramente las decisiones podrían ser decididas democráticamente y no con el autoritarismo de los rectores y directores como ha buscado el gobierno, en realidad, para terminar con la organización creciente de los estudiantes, uno de los sectores clave para la lucha por una educación pública y gratuita en el país.
Son ellos quienes patearon el tablero en Chile abriendo la rebelión de Octubre del año pasado, y sin embargo, a quienes se sigue reprimiendo y sacando de las decisiones claves. Como en el proceso constituyente y la trampa de las convenciones, donde estos mismo estudiantes no podrán ser electos ni votar.