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Red Internacional
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Universidad. [Filo-UBA]: 5 puntos en defensa de la educación pública

Declaración de En Clave Roja (PTS+Independientes), presidencial del CEFyL, frente al ataque del Gobierno y el FMI a las universidades de todo el país.

Martes 21 de agosto de 2018 17:13

Este cuatrimestre no empezaron las clases. Atravesamos un paro docente indeterminado porque el Gobierno se nos está riendo en la cara. A lo largo y ancho del país, comenzaron a surgir asambleas masivas, paros, tomas y marchas. El gran impulso que dejó la marea verde, es la fuerza que tenemos, organizadas y movilizadas en las calles para ir por todo.

Están atacando la educación pública. Atacan el salario docente y recortan el presupuesto, que ya era bajo. Nos tenemos que plantar. No hay empate posible: gana el FMI o nosotros.

Desde En Clave Roja (PTS + Independientes) como presidencia del CEFyL reclamamos bien fuerte:

1. ¡Todo el apoyo a la lucha docente! Exigimos un 30% de aumento
2. Plata para educación, no para la deuda
3. No los vamos a dejar decidir por nosotros. Impulsemos comisiones de base
4. Por nuestro derecho a una educación gratuita: ¡becas y boleto educativo ya!
5. ¡Que la marea verde desborde la UBA!

1. ¡Todo el apoyo a la lucha docente! Exigimos un 30% de aumento

Entramos en la tercera semana de paro nacional docente porque el Gobierno de Mauricio Macri rebaja la propuesta salarial al 10,8%, cuando la inflación de este año rondará el 30%, mientras el sueldo de nuestros docentes apenas promedia los $7500. Como si fuera poco, hay muchísimos docentes que trabajan Ad Honorem, es decir, que no cobran un sueldo. Plata hay, ¡si a los obispos les pagan $44 mil!

¡Estudiantes y docentes unidos por su triunfo!
¡No más docentes Ad Honorem!
¡Basta de precarización laboral! ¡Aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo!

2. Plata para educación, no para la deuda

La educación pública viene sufriendo hace años el ajuste presupuestario. No alcanza la plata ni para los sueldos de docentes y no docentes; ni tampoco para garantizar becas para todos los que quieren estudiar y se ven obligados a desertar.

Si hablamos de infraestructura, muchas universidades se están cayendo a pedazos. ¡Literalmente! Ningún gobierno modificó sustancialmente el presupuesto destinado a la educación y por eso estamos en terribles condiciones. Se caen los techos y las ventanas, como ya ocurrió en Filosofía y Letras. En muchas otras se corta la luz y el agua. En la Facultad de Ciencias Exactas no hay gas y no pueden usar los laboratorios para investigación. Ni hablar de las dos vidas que se cobró Vidal en la Provincia de Buenos Aires, cuando explotó una estufa en Moreno por una pérdida de gas: murieron la vicedirectora y un auxiliar ¡Sandra y Rubén presentes! Ni siquiera están aseguradas las condiciones mínimas para estudiar y ponen en riesgo nuestras vidas. ¡No nos vamos a conformar!

A su vez, el Gobierno se endeuda con el FMI, que le pide que para mantener el acuerdo nos tienen que ajustar en salud y educación. Planean una nueva etapa de recortes en todo el ámbito público, afectando así a millones en todo el país. Además, en breves se votará en el Congreso el presupuesto para el 2019 que va a presentar Cambiemos y lo van a aprobar los mismos que nos negaron el derecho al aborto. No podemos confiar en ellos, que vienen votándole todo al gobierno. ¡Los gobernadores del PJ, FpV y la UCR son cómplices!

Sólo en mayo, con el pago de deuda externa y la fuga de capitales, se llevaron el doble del presupuesto que es destinado para las universidades nacionales. ¿Y nos vienen a decir que no hay plata? ¡Los y las estudiantes tenemos el poder para torcerles el brazo!

¡Fuera el FMI!
¡Exigimos el NO al pago de la deuda externa!
¡Que toda esa plata vaya a educación y salud pública!
¡Presupuesto para ciencia y técnica!

3. No los vamos a dejar decidir por nosotros. Impulsemos comisiones de base

El presupuesto educativo se decide todos los años en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), (que está formado por los rectores de todas las universidades nacionales) y luego es votado como parte del presupuesto nacional por el Congreso. Es decir ¡65 rectores deciden por 1.800.000 estudiantes, 130.000 docentes y más 50.000 no docentes!

Esto nos suena familiar: un puñado de dinosaurios decidiendo por encima de la enorme marea verde que fuimos en todo el país. Rectores peronistas, radicales y de Cambiemos son los que negocian a nuestras espaldas el presupuesto educativo que ellos mismos ya vienen recortando: en 2016 fue de un 20% menos en relación al año anterior y para 2018 recortaron el 37%. La propia rectora de nuestra facultad, Morgade, que se dice “opositora” ni siquiera se atrevió a votar en contra de la propuesta de un 0% de aumento cuando los precios siguen aumentando. Nos preguntamos si va a abstenerse nuevamente.

No vamos a confiar en ellos. Los que conformamos la comunidad educativa somos los que tenemos que decidir. Para esto, es necesaria la organización desde abajo. Queremos impulsar asambleas interclaustros, interfacultades y comisiones de base: que sean estos los organismos de discusión y resolución colectiva.

Los centros de estudiantes juegan un rol clave, son una herramienta que tenemos para organizarnos. A eso impulsamos desde En Clave Roja como conducción del CEFYL, por eso impulsamos espacios de organización y estamos en las principales luchas.

Tanto la FUA, (donde dirige la Franja Morada) o la FUBA (que estuvo paralizada durante años bajo la Mella y el PO y hoy vuelve a estar en manos de la agrupación del gobierno de Cambiemos) son herramientas de lucha que hay que recuperar para que sean verdaderas instancias de coordinación.

¡Nosotros luchamos por nuestra educación, para que sea laica, científica, de calidad y gratuita! ¡Que nuestro conocimiento esté al servicio del pueblo trabajador!
Y esto no podemos hacerlo solos: nos planteamos la unión obrera-estudiantil como alianza para vencer. Porque las estudiantes junto a las trabajadoras y docentes de la educación vamos a vencer.

4. Por nuestro derecho a una educación gratuita: ¡becas y boleto educativo ya!

Con el ajuste, el acceso y la permanencia en la universidad se vuelve cada vez más una carrera de obstáculos. La comida, el transporte y los apuntes siguen aumentando. Por eso, necesitamos un plan de becas integrales; es decir que contemplen todos estos gastos, para que los tres de cada cuatro estudiantes que hoy tienen que elegir entre abandonar sus estudios o trabajar, tengan acceso irrestricto a una universidad de calidad. La educación es pública pero no gratuita.

¡Boleto educativo ya para toda la comunidad educativa!
¡Becas integrales financiadas con el impuesto al 1% más rico de la población para todxs lxs que quieran estudiar!

5. ¡Que la marea verde desborde la UBA!

La jóvenes universitarias venimos de dar una pelea histórica por el derecho al aborto. Así como fuimos millones en las calles el 13J y el 8A, tenemos que permanecer organizadas frente al conflicto docente. Desde el #8A nada va a ser lo mismo: nos proponemos cuestionarlo todo. La pelea por el aborto legal nos dejó en claro quiénes son nuestros enemigos: el Estado con su presidente, sus gobernadores, senadores y diputados que, de la mano de la Iglesia, deciden sobre nuestras vidas y ahora quieren hacerlo también sobre nuestra educación. Nadie nos va a poder parar, ni convencer, de que no tenemos que enojarnos. La Iglesia tiene intereses millonarios y alianzas políticas con todos los bloques: Cambiemos, peronistas y kirchneristas.

Los principales defensores del aborto clandestino, obtienen subsidios para la educación privada y católica. Son los que nos impiden la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral. Esta marea tiene que rebalsar hasta el último rincón de nuestra universidad. No van a poder detenerla. Sabemos que las y los jóvenes de pie pueden dar pelea a lo que se proponga.

¡Separación de la Iglesia y el Estado YA!
¡Queremos planes de estudio con perspectiva de género en todas las carreras!
¡Real aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral!
¡Creación de jardines infantiles para estudiantes y docentes!
Presupuesto e implementación de los protocolos contra la violencia machista. ¡Que sea integrada por docentes, no docentes, estudiantes y profesionales!