Resulta indignante que además de no estar siendo juzgado por sus crímenes más graves, busque montar un circo alrededor de su caso, victimizándose ridículamente.
Lunes 4 de septiembre de 2017
Este fin de semana terminó un capítulo más en la novela del caso Duarte. Su "huelga de hambre" finalizó tras apenas 16 días y "cinco kilos perdidos" de sus considerables 118.9 kilogramos con los que inició su "huelga" el 17 de agosto pasado.
Los médicos del Reclusorio Preventivo Norte le indicaron que su vida "estaba en riesgo", tras un examen se informó que padecía deshidratación, expresada en mareos, dolor de cabeza y baja presión.
Leer: Huelga de hambre de Duarte, el nuevo capítulo de la novela
Acusado de lavado de dinero y crimen organizado, el ex gobernador de Veracruz, en una muestra de cinismo casi increíble, aseguró haber recurrido a esa medida como protesta contra el supuesto hostigamiento y persecución política de que presuntamente es objeto.
Resulta indignante que además de no estar siendo juzgado por sus crímenes más graves (como la distribución de medicinas falsas contra el cáncer o los innumerables crímenes contra periodistas críticos, activistas y trabajadores veracruzanos), busque montar un circo alrededor de su caso, victimizándose ridículamente.
