Tras 12 días de huelga indefinida, el domingo 12 de julio una asamblea ratificó un principio de acuerdo entre los trabajadores y la empresa Alumalsa. El lunes 13 de julio los 497 trabajadores volvieron a sus puestos de trabajo, con algunas mejoras en sus condiciones de trabajo.
Carlos Muro @muro_87
Miércoles 15 de julio de 2015
Fotografía: Lid Roberto Jara
La huelga de Alumalsa se inició el 1º de julio como consecuencia del bloqueo en las negociaciones del convenio colectivo. La empresa pretendía ampliar la jornada anual y mantener la congelación salarial de los últimos tres años, ataque que los trabajadores no estaban dispuestos aceptar. Dada la posición patronal, los sindicatos SITA, CCOO, UGT y CNT decidieron iniciar una huelga de carácter indefinido.
Entre las principales reivindicaciones obreras estaban la eliminación de las múltiples escalas salariales que tiene Alumalsa, un arma precarizadora muy utilizada por la patronal en toda la industria.
La dirección de la empresa tuvo que sentarse a negociar frente a la medida de fuerza de los trabajadores. El acuerdo contiene avances, frente a las pretensiones de la patronal de mantener la congelación salarial y aumentar las horas de trabajo.
En los puntos en los que se avanza está la subida salarial lineal de 400 euros anuales por trabajador para 2015, 450 para 2016 y 500 para 2017, es decir, 1350 euros a lo largo de tres años. Se reducirá la jornada laboral de 223 días al año en 2015, 222 en 2016, y 221 en 2017. Se limita la posibilidad de distribución irregular de la jornada de trabajo y se posibilita la salida de la sección de fundición para los trabajadores y trabajadoras mayores de 55 años que así lo soliciten. A su vez, el plus de fundición se cobrará como jornada completa para todo el personal que pase más de 4 horas de trabajo efectivo como fundidor en un turno.
Otro de los puntos acordados es la equiparación del turno de noche con el de la mañana y la tarde para las rutas de autobús, además del plus de transporte para todo el personal del fin de semana.
Una de la reivindicaciones centrales y más exigidas de los trabajadores ha sido la eliminación de todas las diferencias salariales, expresada en su lema ¡igual trabajo, igual salario! En este punto es donde menos se ha avanzado, ya que no hay una eliminación completa, sino que sólo se suprime uno de los cuatro tramos de las escalas salariales.
Los trabajadores de Alumalsa han dado un paso adelante contra los ataques de la patronal que pretenden precarizar el trabajo. No sólo en Zaragoza sino en todo el Estado los capitalistas tienen este objetivo, tratando que la clase obrera sea quien siga pagando una crisis que no ha generado.
Pero luchas importantes como ésta u otras que hemos vivido en los últimos meses, como la de los trabajadores de Coca-Cola (que ya llevan un año y medio de lucha por la reapertura de la Planta de Fuenlabrada en Madrid), de Panrico Santa Perpetua o los técnicos de Movistar, son signos positivos para el movimiento obrero. Por ello, los avances de los trabajadores de una empresa, son los avances del conjunto de los trabajadores.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.